Restaurantes de Copacabana ofrecerán un exclusivo plato a 22 mil pesos
Exclusivo Colombia narra la crónica del primer día de una experiencia gastronómica inolvidable en Copacabana, Antioquia. 26 restaurantes aceptaron la invitación de la Alcaldía para ofertar un exclusivo plato a 22 mil pesos. Quedan dos días. ¿Los acompañamos?
No fue un viernes cualquiera. Copacabana disfrutó de un triple clima que acompañó el inicio de un momento inolvidable para la gastronomía antioqueña. Bastó con recorrer el parque principal para sentir el olor a masa y pan recién horneado, una sensación que prometía ser solo el abrebocas de una experiencia excepcional en el departamento.
Llegó la noche en medio de la lluvia y el clima parecía no ceder, pero tampoco apagó la alegría de sus habitantes, quienes decidieron recorrer sus calles coloridas para encontrar el mejor plato.
No había una, dos o tres opciones. En un momento histórico para Copacabana, los mejores 26 restaurantes se pusieron de acuerdo para regalar sonrisas con el precio y la sazón.
El mensaje se replicó rápidamente y en todos los restaurantes se formaron filas con gran expectativa. Muchos no sabían qué elegir, porque todos prepararon con detalle un plato único y especial a un precio de 22 mil pesos. En la zona norte están ubicados: el Rancherito, La Cumbre Taller Gastronómico, Ta’Loco Liquors and Food, Inverza y Momentos Burguer.
Hay para todos los gustos, por ejemplo, una familia le dijo a Exclusivo Colombia que su propósito era conocer un restaurante situado en un callejón, que esconde magia y buen sabor. Su chef siempre recibe a los comensales con una energía abrumadora y luego cuenta la historia con detalle de cada plato.
Algunos querían sentirse como en casa, por eso siguieron su recorrido hasta la zona centro, donde encontraron una variedad de sabores: la Taquería Express, Sensata Gastro Bar, Guaca Resto Bar, La Pizzería de Copacabana, Q’ papas, Red House Pizzería, La Pizzería desde 1985, Mil Amores y Tierra Querida.
Muchos no podían creer que hoy era el momento para cumplir el deseo de ir a los restaurantes que quizás no son compatibles con el presupuesto. Sí, volvían a leer los anuncios de la Alcaldía en el que confirmaban que un plato de cada establecimiento cuesta 22 mil pesos, hasta el 6 de octubre. Es decir, la experiencia no es solo por un día.
Eran las 10 de la noche. Llegaban y llegaban decenas de personas para disfrutar de una buena comida en compañía de familiares y amigos e incluso, varias parejas aprovecharon para cumplirse el sueño de asistir a una cena romántica con bajo precio.
Y justo cuando pensamos que lo habían visto todo, les contaron que todavía quedaban otras opciones en la zona sur. Algunas de ellas son: Kawana Restaurante, Parras Burger y Mex, Rellenitas, Burgatorio, Atypical House, Angus House, Mister Shawarma, Artellano, Sabori Pizza, Texas Burger y Kitchen.
Durante el recorrido, este portal conoció a un grupo que eligió un restaurante que ofrece un plato tradicional, pero hecho de una forma innovadora. Se trata de una hamburguesa especial que llegó a la mesa con una presencia imponente; la clase de plato hizo detenerlos por un segundo solo para admirarlo. El pan, dorado y brillante, mostraba pequeñas semillas en la superficie, luego apareció un desfile de colores y texturas. Llegó acompañada de hojas de lechuga fresca, un tomate jugoso que parecía recién cortado, un trozo de queso fundido que se derretía suavemente sobre la carne, y lo más importante, el producto aún soltaba una llamativa capa de vapor.
A la mesa llegó otro plato: una carne a la parrilla que parecía envolver con su olor a los comensales. Venía acompañada de cebolla caramelizada y el ahumado del tocino que, crujiente, sobresalía entre los ingredientes.
Fue tanta la emoción, que ni tiempo hubo para pensar en el postre. 12 de la noche: un municipio se acostó feliz. Ganaron las familias que disfrutaron de un día único y ganaron los emprendedores que aceptaron la propuesta de la administración municipal de ofrecer una experiencia inolvidable que tenía el propósito de impulsar la reactivación económica.
La iniciativa “Saborea Copa” fue liderada por el alcalde de ese municipio, Johnnatan Pineda, quien además fue el primero en visitar junto a su gabinete el primer grupo de locales comerciales que aceptó la invitación “por eso diseñamos una ruta gastronómica con sabores auténticos de nuestro municipio que hará que quienes somos de aquí queramos disfrutar por estos días todos estos lugares y a estos tesos de la cocina y ojalá se animen a visitarnos”.
El mandatario comunicó que durante esta primera etapa de la administración más de 400 emprendedores de Copacabana se han beneficiado de ferias, eventos y procesos.
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El cristo en 3D más grande de Latinoamérica se construirá en la comuna 13
Con 13 metros de altura, esta imponente escultura simbolizará la transformación y el renacimiento espiritual de la comunidad. Sus diseñadores la califican como “un nuevo epicentro cultural y turístico en Medellín”, que atraerá todas las miradas.
Este ambicioso proyecto liderado por grupo de jóvenes de D3House, no solo busca rendir homenaje a la fe y la identidad de los habitantes de la Comuna 13, también pretende proyectar al mundo la nueva cara de un lugar que, con esfuerzo colectivo, ha logrado reescribir su historia “con este Cristo monumental se da un paso adelante a crear esto con tecnología paisa de la mano de una marca que se llama Cristofer Arte y Decoración. Es muy bonito porque es la primera vez que el gremio de impresión 3D se une en Colombia para llevar una obra monumental de este tamaño”, señaló Alejandro Osorio uno de los participantes del proyecto”.
Treinta máquinas de impresión 3D fueron necesarias para producir este diseño de 2,60 metros con un termoplástico muy usado, como el “Pet-g”, un producto con el que se hace las botellas de agua entre otros elementos. Será un cristo con poncho colombiano y carriel, símbolo de la cultura paisa.
“Estamos utilizando material biodegradable (ácido poliláctico) a base de maíz, que quiere decir que es sostenible. Utilizamos tecnología de bajo costo de CREALITY, ellos son fabricantes, los cuales permiten que nosotros podamos usar esa tecnología y sacar todo el proyecto adelante, haciendo la unión de muchas máquinas de impresión 3D, más conocido como La Granja de impresión 3D más grande de Medellín. Y lo más importante es que hacemos consumo nacional de ese material biodegradable que se llama 4dlab”, agregó Osorio.
El riguroso proceso de diseño y evaluación ha sido clave para asegurar que cada detalle esté perfectamente alineado con la visión del proyecto que tendrá una altura de 13 metros: un homenaje tanto a la cultura colombiana como a la espiritualidad de la comunidad.
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Jhon, el colombiano que venció 20 años de adicción y escapó del Bronx, en Medellín.
Después de dos décadas sumido en la adicción, viviendo en las calles, conociendo el abandono y la soledad desde niño, Jhon encontró el camino de regreso. Su historia es un ejemplo de lucha y resurgimiento. Luego de tocar fondo por los problemas familiares que lo llevaron a la adicción, este colombiano no solo ha dejado atrás sus demonios, también trabaja para ayudar a otros en situaciones similares.
Jhon parecía ser un joven común, con una vida estable a simple vista. Sin embargo, la realidad en su hogar era distinta y poco a poco lo fue destruyendo desde adentro. Cuando tenía apenas dos años, él y su hermana menor fueron abandonados por su madre y sobre su padre recayó toda la responsabilidad de la crianza. A partir de ese momento, su infancia comenzó a marcarse y a pelechar raíces de lo que sería una tormentosa adolescencia.
“Mi papa nos sacó a adelante a mi hermanita y a mí. Fue tal la carga que a él le tocó llevarnos para donde mis abuelos y dejarnos allá por un tiempo. Cuando ya tenía 10 años me llevó a vivir con él y su mujer. Eso era muy horrible porque ella nos pegaba, era humillante. Cuando mi papá se iba a trabajar, le dejaba plata a esa señora para que nos hiciera almuerzo y ella se perdía todo el día donde sus otras hijas y nosotros en la casa con la nevera vacía”, relató Jhon.
Con el paso de los años, la convivencia con su madrastra “se volvió insoportable” expresó Jhon. A los 21 años, incapaz de manejar el conflicto en casa, decidió independizarse y alquilar una pequeña pieza por $120.000 al mes. Sin embargo, su nueva libertad fue efímera. El alcohol, junto con la influencia de algunos amigos, lo llevaron rápidamente por un camino de excesos y descontrol. Lo que parecía ser un nuevo comienzo se transformó en un espiral que con el pasar de los días lo atrapó en un túnel sin salida.
“Terminé en la calle haciendo cosas que nunca había hecho en la vida y que ni yo mismo creía que era capaz de hacer. Me puse a andar las calles sin rumbo, a vivir del diario y a consumir. Así me la pasé todos mis 20’s y mis 30’s. Un día iba para Palmira y unos muchachos me invitaron a fresco, me dieron una tarjeta de una fundación y por allá me aparecí. Ellos hacían traperos para vender y yo me vinculé, yo era la mano derecha, manejaba ventas, y un día el esposo de la señora encargada me empezó a tratar mal y yo mejor me fui”, agregó Jhon.
Dice que después de salir de la fundación, volvió a recaer y “a caminar por horas sin rumbo, cansado y con los pies rajados. Llegué a Armenia, Quindío y pasé por una casa donde estaba un muchacho en un hogar de paso, me dijo que la dormida valía dos mil y la comida diez. Iba a arrancar cuando me llamó y me dijo: “venga le doy la dormida” y me quedé. Al otro día a las siete de la mañana me fui al centro de Armenia y me puse a recoger cartón”,comentó.
Entre siete y nueve mil pesos se hacía Jhon diariamente, lo suficiente, según él, para pagar la dormida y la comida Reveló que la encargada de la casa le preguntó si podía encargarse del aseo del sitio y aceptó.
“Ella me dijo -venga, ¿por qué no me ayuda hacer oficio y yo le pago? – Me dio los implementos de aseo y yo le hice de una. Luego me llevaron a un ancianato donde estaban los papás de ellos y allá también hacía aseo, bañaba a los abuelos, los mantenía arregladitos y les daba comida”, comentó Jhon.
Ya con sus ahorros recogidos, se fue rumbo a Ecuador a pie, “eso fue una experiencia muy dura, antes de llegar a Santo Domingo estaba tan cansado que me senté en una banca al lado de la carretera, saqué la sabana y me tapé. Luego escuché que empezaron a ladrar los perros y me empezaron a alumbrar con linternas. Me echaron de ahí”, sin fuerzas, pero con susto, se marchó y pasó la noche en Santo Domingo, donde la búsqueda de trabajo fue casi imposible.
“Me tocó devolverme para Colombia y llegué a Medellín a un centro día por el lado del Bronx y allá me atendieron. Les dije que ya estaba cansado de estar en la calle y ellos me ayudaron a empezar el proceso. Me dijeron, ¿quiere seguir en la calle o quiere resocializarse? Y yo decidí cambiar la calle por la resocialización”, afirmó Jhon.
Fueron nueve meses de acompañamiento y veinte días después de haber llegado. Lo ayudaron a localizar a su hermana. Un encuentro memorable tras casi veinte años sin tener contacto alguno.
“Yo no podía de la felicidad junto con ella, ella pensó que yo estaba muerto, que mi papá me había buscado. Ella ya tenía dos hijos grandes, eso fue muy lindo, lloré mucho con ella”, expresó Jhon de manera eufórica.
Pero la incontinencia también empezó a hacer de la suyas, “dejar un vicio es muy verraco, toca pararse uno y decidir. Para yo controlar esa ansiedad yo le pedía mucho a mi Dios y me ocupaba en algo, ayudaba a repartirle comida a los compañeros, vaya aquí, vaya allá, vea esto aquí, trabaje allá, esos esfuerzos me ayudaban a controlar la ansiedad”.
Cuando terminó los nueve meses que exigía el proyecto, la Alcaldía de Medellín en apoyo con la Secretaría de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, le abrieron las puertas en un programa de rehabilitación donde pudo trabajar con la misma dueña del hotel donde se resocializó. Allí se encarga del aseo, reparte alimentos a los habitantes de calle y actualmente se encuentra terminando su bachillerato con la esperanza de estudiar enfermería y convertirse en educador.
Jhon aprovechó para hacer una invitación a todas aquellas personas que están en el mundo del vicio para que “miren atrás todo lo que han perdido por dejarse llevar del vicio y de las malas decisiones y los malos comportamientos. No es fácil salir, pero el que quiere si pone de su parte, lo logra”.
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Dos corazones, una vida. La desgarradora historia de Natalia: perdió a uno de sus gemelos y el otro luchó por sobrevivir.
“Lamento mucho decirte que uno de los bebés falleció y tu otro bebé se está muriendo”. Así fue la triste y dolorosa noticia médica que recibió Natalia, una madre primeriza que durante su embarazo gemelar, perdió a uno de sus niños. El segundo sobrevivió, pero con graves complicaciones de salud. Exclusivo Colombia cuenta la historia de esta mujer que puso a prueba su gallardía y fe de madre.
Natalia era una joven con muchos sueños y planes para le futuro. Recién comenzaba su formación en enfermería y llevaba un año de relación con su novio. Pero en 2012, cuando solo tenía 18 años, su vida dio un giro inesperado: descubrió que estaba embarazada “yo estaba muy chiquita cuando quedé en embarazo. Un día fui a hacerme una ecografía con mi padrastro y cuando íbamos en el carro nos pusimos a adivinar qué sexo sería el bebé y él dijo: “vea para que no peleamos va a ser un niño y una niña” y yo le dije: “oigan a este”. Cuando entro a que me hagan la ecografía, el médico empezó a decir las medidas, las semanas, “no mamá, los dos los veo bien” añadió, – ¿cómo?”, respondió Natalia, con asombro.
Aunque la noticia la dejó en shock, Natalia comenzó a aceptar la realidad y a cuidar de su embarazo, con el apoyo de su familia. Los primeros meses transcurrieron de manera tranquila y las ecografías confirmaban que el desarrollo de los bebés era completamente normal, pero al empezar su tercer trimestre, sintió que los niños ya no se movían y consultó con un médico “doc. mira, lo que pasa es que no siento los niños”, explicó Natalia.
“Me pasaron a la sala de ecografías y en la pantalla se veía a un bebé moviéndose solo con el líquido amniótico y el otro se movía despacio. El doc. me dijo: “lamento mucho decirte que uno de los bebés falleció y tu otro bebé se está muriendo. Te tengo que pasar ya a cirugía porque te van a hacer una cesárea de emergencia”.
Era un escenario catastrófico. Natalia entró a la sala de parto con el corazón destrozado y añorando un milagro. No sabía si estaba mentalmente preparada. Allí recordó los videos de nacimientos donde lo primero que se escuchaba es el llanto del bebé. Sin embargo, tras unos minutos de intervención, ningún llanto se escuchó en la sala. La cesárea se había complicado “los niños venían bien, no había ningún riesgo, ninguna complicación de que tuvieran alguna enfermedad o algún diagnostico desde el vientre. Lo que me cuentan los médicos fue que el otro bebé agarró el cordón umbilical y lo apretó. Al apretarlo se cortó el oxígeno y le empezó a robar oxigeno al otro bebé por instintito de supervivencia porque su propio oxigeno no pasaba. El bebe logró soltar el cordón umbilical, pero al soltarlo se hizo un coágulo de sangre que le viajó al corazón y le provocó un fulminante porque le taponó una arteria del corazón. Jean Pierre quedó mal por la falta de oxígeno que le generó una hemorragia y una parálisis del 40% en el cerebro y un diagnóstico de parálisis cerebral espástica o leucomalacia periventricular. A parte de que también le dio epilepsia”, comentó Natalia.
Jean Pierre estuvo hospitalizado durante diecisiete días, tiempo en el que Natalia, su madre, recibió una difícil noticia por parte del equipo médico: a medida que su hijo creciera, podrían aparecer más secuelas derivadas del sufrimiento fetal que había experimentado. Aunque el pequeño reaccionaba a los estímulos y mostraba una sonrisa constante, su desarrollo motriz no avanzaba como se esperaba.
Ante esta situación, comenzaron las terapias de rehabilitación física y ocupacional, y Jean Pierre fue puesto bajo el cuidado de un equipo multidisciplinario que incluía neurólogos, ortopedistas y fisiatras. Gracias a este enfoque integral, el bebé inició un progreso positivo, enfrentando sus desafíos con el apoyo de los especialistas y el amor incondicional de su madre.
“Jean Pierre vino a gatear a los 2 años y lo hizo hasta los 10. Continuamos con las terapias, pero llegó un punto donde yo veía que las terapias ya no le estaban haciendo efecto porque no hubo más avance. Él tenía las piernas atrofiadas y cuando cumplió los 10 años, un cirujano me dijo que Jean Pierre era el candidato perfecto para una cirugía multinivel en miembros inferiores. Aunque fue muy dolorosa para él siempre estuvo con una buena actitud, con una buena sonrisa, con esa energía bonita que lo caracteriza”, comentó Natalia.
A pesar de la fortaleza y resiliencia que Jean Pierre demostraba, su condición requería una atención constante y cuidados especializados, lo que significaba una gran demanda de tiempo y recursos. Para Natalia, esta situación la puso en una encrucijada financiera, viéndose obligada a equilibrar las necesidades de su hijo con la creciente presión económica. Mantenerse a flote mientras cubría las terapias y los gastos médicos de Jean Pierre se convirtió en un desafío diario que puso a prueba tanto su estabilidad económica como emocional “sí o sí tengo que trabajar porque tengo que sostener a mi hijo y sí o sí tengo que hacerle su tratamiento. Yo debo llevarlo a las terapias y a las citas los especialistas. Trabajando para una empresa fue muy difícil el tema de las citas con el niño porque estar pidiendo permisos es horrible porque si no era una cita con un especialista me decían -vamos a ver si podemos, miremos si te pueden colaborar- y era uno como rogando y yo decía -pero no estoy pidiendo permiso para irme a pasear o arreglarme las uñas – yo estoy pidiendo permiso para llevar a mi hijo a unas terapias”, dijo Natalia con impotencia.
Ante la necesidad de tener más libertad de tiempo y poder atender mejor a su hijo, Natalia recibió el apoyo inesperado de su padrastro, quien le confió un vehículo. Con este recurso, comenzó a trabajar como conductora, llevando a estudiantes y otras personas. Esta flexibilidad le permitió organizar su día de acuerdo a las necesidades de Jean Pierre, logrando un delicado equilibrio entre el trabajo y el cuidado de su pequeño, quien requería atención constante debido a su delicada condición.
En diciembre de 2023, contra todo pronóstico, Jean Pierre logró caminar por su propia cuenta, un hito que pocos esperaban debido a las complicaciones físicas derivadas de su sufrimiento fetal. Desde entonces, el pequeño ha desafiado todas las limitaciones impuestas por su condición “yo me siento feliz fe dar los primeros pasitos y eso que no he parado desde diciembre de dar los primeros pasitos”, comentó Jean Pierre.
“Es espectacular, todo lo que ha pasado y lo que ha logrado aun en contra del diagnostico de los médicos, de lo que decían que no podía y está haciendo”, añadió su madre.
Hoy, con la misma sonrisa que lo acompaña desde su nacimiento, sigue retando lo “imposible”. Es la prueba viva de que, con amor y valentía, no hay obstáculo que no se pueda derribar.
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De promesa del deporte a víctima del olvido: la impactante historia de vida de Salomé González, tras un brutal accidente.
Salomé González tenía el futuro en sus manos. A sus 21 años estaba a punto de cumplir su sueño de participar en la primera Vuelta a Colombia Femenina. Sin embargo, un grave accidente la dejó al borde de la muerte y, desde entonces, su vida jamás volvió a ser la misma. Los sueños rotos y una lucha diaria por aceptarse, es ahora, su realidad.
Salomé González era una joven apasionada por el deporte y estaba a punto de cumplir un gran reto. Con apenas 21 años, se preparaba para competir en la primera Vuelta a Colombia Femenina, en 2010. Era una meta que la llenaba de emoción y expectativa. Sin embargo, la mañana de un sábado hubo un giro inesperado que cambió su vida para siempre “yo salí muy temprano a entrenar en mi bicicleta desde Almendros de la 33 de Medellín hasta Fredonia y cuando estaba llegando a ese municipio, un carro en contravía me levantó. No pude maniobrar nada, todo fue muy rápido y de la nada cuando despierto, me doy cuenta que estoy en el hospital, sin poder hablar ni ver”, relató Salomé.
Eran las dos de la tarde cuando fue atropellada. El conductor, presuntamente responsable del aparatoso accidente, no detuvo su marcha para auxiliarla. En lugar de enfrentar las consecuencias, huyó del lugar y dejó atrás un escenario de caos y dolor.
“Según me contaron los vecinos porque yo estaba inconsciente, ellos fueron quienes me socorrieron porque el individuo no paró. A él lo lograron ubicar después. Lo peor fue que el accidente ocurrió a las dos, me trasladaron al hospital Santa Catalina de Fredonia, pero no me hicieron nada porque el ortopedista no estaba. Así que me trasladaron para Medellín y llegué a las siete de la noche. Ese día, las vías el suroeste antioqueño eran un caos, todo estaba colapsado porque Uribe estaba de visita en esa zona por esa época”, comentó la joven deportista.
La gravedad del accidente fue tal que Salomé González tuvo que ser inducida a un coma que duraría tres meses. Al despertar, enfrentó una dura realidad: ya no podía realizar las actividades cotidianas que antes formaban parte de su vida. Su cuerpo y su rutina habían cambiado para siempre “desperté en septiembre y no podía ver, no podía caminar ni hablar, sólo lloraba y sonreía, era lo único que podía hacer. Me había quebrado el fémur y húmero izquierdo, además de la pérdida de la visión total de mi ojo derecho”.
Con la esperanza de recuperar la fuerza y vitalidad que siempre la caracterizaron, Salomé González inició un arduo proceso de terapias. Sin embargo, pronto se enfrentó a un nuevo obstáculo: el SOAT del vehículo que la atropelló solo cubrió los gastos médicos por un breve período. Ante esto, tuvo que costear su propia rehabilitación, asumiendo no solo el reto físico, sino también el financiero.
“Ese accidente acabó con mi vida, no pude correr la primera Vuelta a Colombia Femenina; yo estaba estudiando una tecnología agropecuaria y tuve que parar mis estudios durante un año y medio. En 2013 retomo mis estudios y tenía que ir a la universidad con una enfermera por las dificultades que tenía hasta para caminar”, señaló Salomé.
El accidente no solo truncó los sueños de Salomé González de convertirse en una gran deportista. En medio de un profunda nostalgia reveló que este episodio destruyó otros anhelos personales como ser madre y encontrar al amor de su vida. “Todo se estropeó. Yo quería casarme, convertirme en mamá y tener una familia feliz“, dice con resignación.
En medio de su difícil proceso, cuenta que interpuso la denuncia penal, pero fue en vano “porque se realizó tarde, faltaba un año para vencerse el plazo. Lo denuncié 10 años después porque fueron 10 años que tardé para volver a hablar y comunicarme de manera normal. Así que se archivó el caso”.
Hoy, 14 años después, Salomé González a sus 35 vive en el barrio Pilarica junto a sus padres y su hermana mayor. Su rutina diaria transcurre en una finca, donde se dedica a recoger, limpiar y empacar huevos. A pesar de los desafíos que ha enfrentado, Salomé asegura que vive la vida paso a paso, sigue yendo a terapias y enfrentando su destino. Su mayor deseo sigue intacto: formar una familia, casarse y tener hijos.
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Un cáncer y un local comercial incinerado: la doble lucha de un comerciante, tras el incendio de una chiva que dejó una mujer muerta y 4 heridos, en San Rafael, Antioquia
Exclusivo Colombia hace pública la historia de Bertulfo, un hombre de 59 años que padece un doble cáncer y la dura situación económica que hoy enfrenta, tras perder más de la mitad de su local comercial durante el incendio de un bus escalera, en San Rafael – Antioquia.
El pasado 31 de agosto, una tragedia conmocionó al oriente antioqueño. Un bus escalera se incineró y las llamas fueron tan veloces que rodearon el vehículo y causaron la muerte de Margarita Garro, de 66 años. Ella, según algunos testigos, intentó salvar el mercado que acostumbrada a comprar para llevar a su vereda. La emergencia que aún es investigada, causó lesiones en otras 4 personas.
Pero detrás de esa desdicha que vivieron varias familias se esconde otra historia con doble sufrimiento. Variedades Erik, un local comercial que vende distintos productos como calzado y ropa también fue impactado por las llamas. Todo ocurrió tan rápido que la única prioridad en ese momento era salvar a los pasajeros de la chiva, pero mientras el pueblo corría con angustia para ayudar, este sueño familiar se estaba consumiendo entre las llamas.
Bertulfo Cardona, su dueño, habló relató cada momento de impotencia que vivieron durante la emergencia “eso fue muy horrible. La trabajadora la tuvimos que llevar al hospital y fue una catástrofe, mejor dicho”.
Hace 29 años este negocio le da de comer a él y su familia y confesó que mientras más del 50% de su mercancía se quemaba, él seguía luchando por su vida, contra todos los pronósticos. El hombre de 50 años padece cáncer de páncreas e hígado hace varios años. De las 12 quimioterapias, solo aguantó 8 porque su salud se deterioró. Su único hijo se lo llevó para Cimitarra, Santander y deben viajar con frecuencia al departamento de Antioquia a las revisiones y tratamientos. Pero los costos son muy elevados. “la enfermedad que padezco en este momento es cáncer diagnosticado por los galenos y le estoy pidiendo una ayuda a todos los antioqueños para que les toque el corazón para mi recuperación, ya sea en dinero, en especie o mercancía”
Hoy Bertulfo intenta resurgir entre las cenizas, quiere ganarle la batalla a esta enfermedad y regresar a su pueblo, pero él y su familia requieren de la solidaridad de los antioqueños “estamos organizando el negocio para pagar arriendo, cosas que se presentan en el camino”
Erik, su hijo le dijo a este portal que quienes deseen apoyarlos, pueden hacerlo con mercancía o también a la cuenta de ahorros, Bancolombia N. 02499661625 y Nequi 3122999843 (Erik Cardona).
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La discapacidad intelectual no es una barrera para trabajar en este café de Envigado, que le apuesta a la inclusión laboral
Una cafetería rompe barreras al brindar formación y oportunidades laborales a jóvenes y adultos con discapacidad intelectual. Con una visión clara de inclusión y autonomía, este espacio no solo les ofrece un empleo, sino la posibilidad de construir proyectos de vida que les permita alcanzar estabilidad económica y un futuro prometedor. Aquí, cada taza de café servida tiene el sabor de la esperanza y la igualdad.
La falta de oportunidades laborales y el desarrollo personal aún son barreras que impone drásticamente la sociedad a personas con discapacidad cognitiva. Pero en Antioquia, un café, está dando pasos de ejemplo.
Se trata de Café Crear Unidos. Este espacio, ubicado en la Loma del Esmeraldal en Envigado, tiene como objetivo brindar a esta población las herramientas necesarias para su formación profesional e integración al mercado laboral, buscando así cambiar la perspectiva de inclusión y las oportunidades para esta población en situación de vulnerabilidad.
“Nuestro objetivo es brindar oportunidad de trabajo a esas personas que durante tantos años han estado alejadas del contexto social, porque existen muchos mitos o prejuicios con respecto a su condición: que son niños eternos, que son personas especiales, que son chicos que no pueden cumplir un rol importante dentro de la sociedad. Nosotros a través del café debemos derribar esos prejuicios. Demostrar y evidenciarle a la gente que, a través de acompañamiento, se puede lograr una vida que es regular y que ellos pueden tener logros como cualquiera de nosotros”, explicó Alejandro Agudelo, director del Café Crear Unidos.
El café no es solo un lugar donde se sirven bebidas, también se pone sobre la mesa oportunidades laborales. Esta iniciativa de inclusión busca proporcionarles a sus 12 empleados con dicha condición habilidades y conocimientos que les permite desarrollarse plenamente en la sociedad.
Alejandro explicó que” nosotros lo primero que hacemos es preguntarle al chico y a su familia cuál es su proyecto de vida y qué desea hacer. Ya con esa información desarrollamos un conjunto de programas y servicios apoyado muchas veces con otras instituciones como el Sena, como centros de instituto de formación para el trabajo, como entidades de educación superior que forman y capacitan con nuestro acompañamiento”.
Con un enfoque en la dignidad y el potencial de cada ser humano, Café Crear Unidos se convirtió en un faro de oportunidades para quienes enfrentan mayores barreras para acceder a un empleo formal y estable, así lo dio a conocer Alejandro con respecto al éxito que han evidenciado en el proyecto “los chicos han demostrado que además de ser las mejores personas que existen, son los mejores empleados porque son unos chicos dispuestos, que aman y tienen sentido de pertenencia por el lugar que les abre la puerta. Son responsables a más no poder y brindan ejemplo a las otras personas de la compañía. Enseñándoles que, si una persona con discapacidad logra y supera ese lado, cualquiera de nosotros también puede llegar a superarse”.
Según el censo del DANE de 2018, en Colombia más de 3,1 millones de personas enfrentan dificultades para realizar actividades básicas diarias. Un dato revelador es que cerca del 90% de esta población pertenece a los estratos 1, 2 y 3, lo que refleja una marcada desigualdad social.
Antioquia se destaca como el departamento con mayor prevalencia de personas con estas dificultades, con un 7,4%. Este panorama fue el impulso que llevó a organizaciones como Café Crear Unidos a desarrollar iniciativas con un profundo compromiso social. Una labor que les fue reconocida en 2017, cuando la Alcaldía de Envigado le otorgó la medalla al mérito por su destacada trayectoria en el ámbito social.
“Nos da mucha seguridad y confianza ver el reflejo de nuestro proyecto en otros lugares que están replicando el modelo. A nivel país hemos hecho un aporte y queremos seguir por más” ,puntualizó Alejandro.
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Solidaridad en acción: un grupo de jóvenes se une para alimentar el alma y el cuerpo de personas en situación de calle
Con sánduches y chocolate, un grupo de colaboradores de una pastoral de Medellín busca llevar un mensaje de esperanza a decenas de personas que cayeron en la drogadicción y hoy deambulan por la plaza Minorista.
En las afueras de la Plaza Minorista de Medellín se evidencian diferentes flagelos sociales que deforman este sector. Mendicidad y drogadicción son algunos de los problemas que enfrenta la zona.
Sin embargo, hace más de una década, una comunidad de jóvenes decidió intervenir en este problema social utilizando el alimento como anzuelo de acercamiento para crear confianza y transformar el drama de quienes viven en la calle, seguido de un acompañamiento más profundo como la escucha y el apoyo espiritual. Así lo manifestó Juan Esteban Pabón, uno de los miembros de la comunidad “nuestro objetivo principal es darles una visión diferente de la realidad. Lo primero es que, así como Jesús nos enseñó a servir, servimos a los demás. Aunque ellos estén ahí sucios y no huelan bien, siempre hay alguien que los mira como los miraría Jesús: con ojos de misericordia”.
No existe el recelo y la desconfianza entre los comensales que cada domingo esperan la visita de dicha comunidad. Algunos, ya familiarizados con su labor, ven en esa palabra de aliento y motivación el impulso necesario para reconstruir su vida fuera de las calles, mientras que otros sobrecargados por diversos problemas, afirman que les cuesta encontrar un nuevo rumbo en medio del consumo.
“Hay algunas personas que han logrado salir de la calle, pero es un tema complejo. Hay muchas cosas que influyen. Por ejemplo, en la calle nos hemos encontrado con casos de personas que son abogados, médicos o que los papás son dueños de centros comerciales y ellos eligen la calle. La decisión de salir de las drogas es personal. Lo que buscamos es devolverle la dignidad a la persona y la dignidad se recupera cuando le hacemos sentir a esa persona en condición de vulnerabilidad que es igual a ti”, señaló Pabón.
Juan Esteban también recordó, con cierta melancolía, cómo en una de esas actividades se reencontró con un antiguo compañero de colegio, alguien que parecía tenerlo todo: una familia amorosa y una casa grande en un buen sector de la ciudad. Sin embargo, el destino lo llevó a las calles. “a veces, no se trata del tipo de familia o de los recursos que tengas, sino de las decisiones personales. Mi compañero tenía todo el apoyo de su familia, pero aun así terminó eligiendo la calle. Eso me enseñó que nadie está exento de caer en la adicción”.
A lo largo de los años, Juan Esteban y los jóvenes voluntarios se han encontrado con muchas historias similares, en las que personas que parecían tener un futuro prometedor cayeron en la adicción y terminaron en las calles. Estas vivencias les ha dejado una lección clara: la adicción no discrimina. Sin importar cuán seguro te sientas, todos somos vulnerables a caer, y la única manera de salir adelante es a través del apoyo mutuo y la recuperación de la dignidad.
A través de la entrega de un sánduche con chocolate, estos jóvenes han descubierto que el alimento es solo el inicio de algo mucho más grande: una oportunidad para tender un puente hacia el corazón de quienes han sido olvidados. El alimento nutre el cuerpo, pero es el acompañamiento, la escucha y el mensaje de esperanza lo que comienza a sanar las heridas más profundas del alma.
Cada domingo, con gestos sencillos y miradas de comprensión, esta comunidad no solo entrega comida, sino también humanidad, demostrando que todos merecen una segunda oportunidad. Así, aquellos que han sido empujados a la marginalidad encuentran un pequeño faro de luz que les recuerda que, aunque caigan, siempre hay una mano tendida para levantarlos.
Al final del día, los jóvenes voluntarios no solo alimentan estómagos vacíos; alimentan la esperanza, recordando que la verdadera transformación comienza cuando se ve a cada persona con la dignidad que merece. En cada plato entregado, hay una invitación a soñar con un futuro diferente, fuera de las calles, donde la vida vuelve a tener sentido y donde el ciclo de vulnerabilidad puede finalmente romperse.
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Un títere pintor: artista utiliza su marioneta para diseñar cuadros de la cotidianidad, en el centro de Medellín
Felipito, como lo llamó su dueño, es quien sostiene el pincel guiado por los hilos que ilustran cosas simples en el lienzo bajo la atenta mirada de los transeúntes, en el centro de Medellín. Felipe, el maestro, encontró en el arte una vocación y en su marioneta la manera de expresar de una forma novedosa y particular.
Cuando se caminan las calles del centro de Medellín, es normal encontrarse, de tanto en tanto, artistas y artesanos callejeros que comparten la creación de su arte con los transeúntes. Normalmente, se pueden ver a los raperos cantando, o a los indígenas realizando las manillas que los caracterizan; pero en este caso, es diferente: quien sostiene el pincel en el lienzo no es una persona, al menos, no de carne y hueso, sino una marioneta, que más que guiada, parece que solo fuera sostenida por su dueño, mientras la misma pinta lo que se le venga en gana.
Se trata de Felipe y Felipito, siendo el diminutivo no por edad sino solo por tamaño, ya que, la marioneta, está inspirada en lo que parece ser un artista bohemio, con barba y cabellos largos y grisáceos. Felipe, todo lo contrario: un muchacho de pelo largo, tal como los que se encuentran por montones en el Parque del Periodista o en la Universidad de Antioquia, pero con una diferencia, este es artista. En diálogo con Exclusivo Colombia, Felipe narró sus inspiraciones, como encontró la sincronía con Felipito y cómo a través de este puede realizar su mayor arte: la pintura.
Felipe relató que la marioneta que utiliza la hizo él mismo, y a su medida, pues la formó para que una de sus manos ejecutará los movimientos del cuerpo de Felipito, y la otra, única y exclusivamente, los trazos del pincel:
“La marioneta fue una idea, la tuve que ejecutar con lo que tuve al alcance, viendo un poco de videos de marionetas. Pero todo lo tenía que hacer diferente, porque todo el control lo tendría que hacer solo con la mano izquierda Y la mano derecha solamente dedicarla a la pintura. Entonces fue un proceso en el cual fui aprendiendo paso a paso. Mientras hacía los pies, tuve que aprender cómo mover los pies, entonces ya sabía mover los pies. Ya después aprendí a manejar los párpados. Al finalizar, pues, no tuve que aprender sino que ya estaba, ya sabía manejarla”.
El nombre que le colocó a la marioneta pareciera que solo fue colocarle un diminutivo a su nombre, pero explicó que no es así, y que una de las razones por las cuales optó por llamarle Felipito es porque necesitaba sentir una conexión con el títere.
“Porque realmente es como soy yo, no quiero hacer un personaje extraño a mí, sino como es tan cercano a mí el nombre, por eso me gustó mucho, y quedó Felipito ”.
Este pintor juvenil agregó que desde que está con Felipito, es decir, desde octubre del año pasado, siente que es una extensión de su mano que le permite plasmar sus obras de arte.
“Yo soy un enamorado de la pintura y la marioneta me dio la libertad de expresarme con mucha libertad porque al ser como un performance, él puede hacer un garabato, lo que sea, y genera muchas sensaciones. Entonces me da la posibilidad de crear demasiado. Entonces la marioneta me ha traído ese Amor por ver ese cómo esa extensión, si se puede decir de mí, a través del muñeco. Entonces, yo veo como algo mucho más que un muñeco o una marioneta, como en Felipito lo veo y lo respeto y lo siento y estoy conectado con él para trabajar”.
Al ser preguntado sobre su opinión acerca de quién o qué es lo que más llama la atención de las personas, explica que tanto el muñeco como su escenografía contribuye a atraer nuevos clientes por sus peculiaridades.
“Es un 50-50, es decir, cuando el muñeco como tal, su escenografía, la gente va a un 50 Y la pintura es otro 50 para generar como todo el show. Porque no es solamente es el show de pintar sino que es como todo lo que Felipito hace, cada movimiento, los párpados, que se rían, que saluden. Entonces todo es como como equilibrado. Yo vivo para esto todo el tiempo”.
El joven Felipe dijo que normalmente pinta lo que él quiera y, la mayoría de las veces, son objetos cotidianos “tengo rasgos que tengo en la memoria. Entonces pintó como lo que lo que estas pequeñas cosas que sé que saco fácil. Es decir, unas gafas, un cigarrillo y un sombrero, entonces todo eso lo voy combinando”.
El artista es procedente del sur del Valle de Aburrá pero tiene una pequeña bodega en el centro de Medellín para cuidar sus obras “yo soy de Itagüí, Antioquia. Todos los días bajo al centro, acá vengo a Junín, Ayacucho, intento moverme por ahí, no soy de irme muy lejos porque tengo un lugar acá donde tengo mis cuadros. Entonces trato de no irme con Felipito por allá bien lejos”.
Finalmente, Felipe reveló que a través de la venta de su arte es que logra sobrevivir y pagar el arriendo de su bodega en el centro. Además, aseguró que en el futuro busca ser un gran pintor y explicó que los artistas como él “ven todo con una profundidad que el común no ve”.
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La historia de la gata que murió envenenada junto a tres integrantes de una familia. Los cadáveres de todos, incluido el animal, fueron hallados en una casa de Medellín.
Revelamos la historia de la gata que fue hallada muerta en una vivienda del barrio El Popular 2 de Medellín, lugar donde también apareció muerta su familia y el trabajo contrarreloj de la Unidad Forense Veterinaria para determinar a través de una investigación científica las causas de su muerte.
Una tarde gris le devolvió el color a una familia en el barrio El Popular dos de Medellín. Los tres integrantes del hogar (la madre y sus dos hijos) recibieron, de manera sutil y silenciosa, a una pequeña vigilante de emociones.
Dicen los vecinos que rápidamente el felino comenzó a tejer vínculos con los dueños de la vivienda y sus escasas apariciones en la ventana de la casa dejaban ver su mirada penetrante que con el pasar de los días parecía conocer secretos.
Una amiga cercana a la familia le contó a Exclusivo Colombia que en muy poco tiempo la gata se ganó el afecto de María y Juan, los hijos de Diana. Todos, en una decisión familiar, decidieron que la mascota se llamaría Lucy. Con el pasar de los días, su particular ronroneo se convirtió en la “banda sonora” de las madrugadas y sus ojos amarillos, los que siempre recuerda el barrio, brillaban con una intensidad misteriosa, revelando así un universo de enigmas. Quienes la conocieron dicen que el amarillo en sus pupilas era un tono que variaba con la luz del sol y cuando la puerta estaba abierta se ubicaba con quietud para cautivar con mirada hipnótica a quienes caminaban por el sector.
Una fotografía conocida por este portal muestra a la gata criolla de pelaje blanco y negro acostada en su cama sobre una cobija color rosa con huellas. Según el testimonio de una allegada a la familia, este espacio lo aprovechaba para hacer una siesta en la tarde y luego, descansar en las noches. “Era una consentida”, dice.
En la mañana del 11 de septiembre, el corazón de Lucy dejó de latir. Esos ojos amarillos cargados de misterio y ternura se cerraron. El felino fue hallado muerto en el hogar que lo adoptó y al mismo tiempo fueron encontrados los cuerpos de la familia que lo acogió. (Diana y sus hijos: Juan de 17 años y María de 21).
El hallazgo de los tres integrantes de la familia y la gata -criolla mediana- conmocionó a Medellín y es investigado por las autoridades, bajo las hipótesis de un “suicidio colectivo” y un asesinato en el que la principal sospechosa es Diana, la mamá de Juan y María. Esta última ha tomado fuerza por recientes investigaciones periodísticas publicadas por medios de comunicación como Noticentro1 CM& y El Colombiano que revelaron una carta en la que la madre se despide de la novia de su hijo y le pide “perdón” y una entrevista del padre de los jóvenes quien aseguró que estaba seguro que ellos no hubieran tomado la decisión de quitarse la vida. Durante la inspección técnica adelantada por el CTI fue hallado un recipiente con cianuro.
Julio Aguirre es Médico Veterinario Forense y decano de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Uniremington. El profesional narró que el pasado miércoles 11 de septiembre (día de los hechos), recibió el cuerpo del animal para iniciar una investigación científica que permitirá hallar las causas de su muerte “el procedimiento ingresa a través de una petición de las autoridades locales y nacionales a la Unidad Forense Veterinaria, donde basados en nuestro protocolo de recepción para necropsia forense veterinaria hacemos una inspección externa e interna del animal que, en este caso fue encontrado muerto, para luego proceder con pruebas de laboratorio como Toxicología a fin de determinar si hay alguna sustancia ajena al cuerpo del animal que haya podido causar el deceso”.
Y aunque el caso permanece bajo reserva de la investigación, explicó qué efecto letal podría ocasionar una sustancia como el cianuro en un animal “bien, sustancias como el cianuro tienen una particularidad y es que el efecto de la acción es supremamente rápido debido a que en parte una denominación en medicina llamada la dosis legal 50 que debe ser una cantidad muy mínima de la sustancia para generar el efecto mortal, por tanto en este caso si se tratara de cianuro en el cuerpo del felino, pues el inicio de los signos que conllevan a la muerte hubiera sucedido en cuestión de segundos para una muerte causada en unos escasos minutos”
Y explicó detalles del trabajo de investigación que adelanta en Medellín “la Unidad Forense Veterinaria cuenta con diferentes profesionales: veterinarios, criminalistas y profesionales de laboratorio, lo que harán con este examinado es el protocolo de necropsia forense veterinaria donde se hace una evaluación externa, interna y de laboratorio para en un tiempo estimado de 72 horas entregar a las autoridades material suficiente que pueda orientar sobre la causa y la manera de muerte”.
Y contó algunas de las cifras que ha conocido su unidad de trabajo “las cifras son bastante alarmantes, es decir, que de cada 10 casos, cerca de 6 casos relacionados en la Unidad Forense Veterinaria tienen directa relación con violencias relacionadas con el espacio doméstico, es decir, el maltrato hacia los animales se relaciona casi en un 60% con otras formas expresivas de violencia al interior de los hogares o relacionadas con otras formas expresivas en espacios públicos, quiere decir que en el 40% de los casos encontramos situaciones de muerte en animales que no tienen relación con otras formas de violencia y esto es un factor determinante para incluir el maltrato animal como una violencia temprana”.
Agregó que, entre 2016 y 2022 de conocieron en promedio 395 casos de violencia animal con investigaciones activas en Fiscalía e inspecciones de policía. Pero son cerca de 3 mil casos que no tienen que ver con procesos activos.
Y anunció que el grupo de investigación forense de la facultad de Medicina Veterinaria de la Uniremington está planeando una investigación científica sobre los motivos y determinantes de este atípico caso, comparado con otros similares ocurridos en el mundo.
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