Siempre en su vida profesional ha estado rodeada de polémica, de detractores legales e ilegales, se siente orgullosa de su apodo, se hizo concejal con un discurso duro y en el recinto ya ha tenido varios episodios de confrontación. Dice que no le carga agua a nadie y ha resistido varios escándalos sin despeinarse. Claudia Victoria Carrasquilla Minami, pasó de lidiar con el crimen a lidiar con detractores que no le perdonan errores.
Siempre en su vida profesional ha estado rodeada de polémica, de detractores legales e ilegales, se siente orgullosa de su apodo, se hizo concejal con un discurso duro y en el recinto ya ha tenido varios episodios de confrontación. Dice que no le carga agua a nadie y ha resistido varios escándalos sin despeinarse. Claudia Victoria Carrasquilla Minami, pasó de lidiar con el crimen a lidiar con detractores que no le perdonan media.
El capítulo más reciente fue el 11 de mayo en el recinto del Concejo de Medellín, donde una plenaria se convirtió en un fuerte cruce de acusaciones entre Claudia Carrasquilla y el concejal del Pacto Histórico José Luis Marín, mejor conocido como “Aquino”, quien revivió varias controversias en las que se ha visto involucrada la hoy vicepresidenta del Concejo, pero que se remontan a tiempo atrás.
Marín, recriminó a Carrasquilla por supuestas deudas sin pagar durante su campaña al Concejo, así como a sus colaboradores y la supuesta utilización de falsos testigos cuando era funcionaria de la Fiscalía. Ambos, temas de los que esta última ha salido invicta hasta el momento. “La Dama de Hierro” arremetió contra Marín con vehemencia y el tema logró opacar en buena parte la plenaria, en la que los demás corporados fueron testigos de una confrontación más, de las que dice ella, ya está acostumbrada.
“En ese sentido, he sido atacada en el Consejo por ser mujer. La verdad, sí siento muchos ataques políticos. La violencia contra la mujer política es muy fuerte. Afortunadamente, las cuatro mujeres que en este momento estamos en el Concejo de Medellín, tenemos una buena estructura mental, porque creo que, si no, estaríamos como de psicólogos, no sé si a mis demás compañeras la atacarán como me atacan a mí. Pero realmente yo me he vuelto objeto de ataque en las redes por parte de la izquierda y de las bodegas que tiene tanto Daniel Quintero como tiene Gustavo Petro, en el que no me bajan de un insulto de perra, “paraca”, fea, abuela, lesbiana. Me dicen todos los improperios que a ellos se les cruza por la mente y eso es violencia política contra las mujeres. Pero aquí seguimos”. Dice Claudia Carrasquilla.
Es de una afición desmedida por la Coca Cola y por la virgen de Guadalupe, que tiene como escolta principal en el escritorio de su oficina en el Concejo de Medellín, dice sin ruborizarse que es la responsable de más de 1.500 capturas en 10 años de trabajo en la Fiscalía General de la Nación y como jefe de la lucha contra el Crimen Organizado.
“Tengo que hablar de las primeras capturas que hice cuando llegué a la Fiscalía de Crimen Organizado como fueron las capturas en Itagüí. La verdad, cometían acciones pues lamentables en el municipio, como la desaparición de una niña que finalmente fue encontrada en la fosa junto a su amiguito simplemente porque traspasaron una barrera, la captura de una sicaria que se hacía llamar “la diabla” y que nosotros logramos también a través de unos vídeos y de una construcción con la Policía Judicial determinar que ella había sido la responsable de ese homicidio, simplemente también porque había transgredido una barrera. Posteriormente la captura de “Carlos Pesebre”, que era un ícono en la ciudad de Medellín y poderlo capturar y llevarlo a juicio o lograr su condena. Después hizo unas maniobras para lograr salir en libertad de forma fraudulenta y nuevamente buscamos cómo se impusiera una medida de aseguramiento. “Para mí eso es satisfactorio te puedo decir que en una cuenta que hicimos en alguna oportunidad en la fiscalía logramos más de 1.500 capturas en 10 años de trabajo, todas de Crimen Organizado, entre cabecillas de estructuras criminales mandos medios, funcionarios públicos, como miembros de la Policía Nacional que siempre estaban al servicio de las organizaciones criminales y jueces y funcionarios públicos, que también estaban a ese servicio de esas estructuras criminales”, afirma la exfiscal.
Uno de los episodios más complejos, lo afrontó como Fiscal, cuando fue la cabeza de la investigación y posterior captura del entonces Secretario de Seguridad de Medellín, Gustavo Villegas, también cuando fue amenazada en varias ocasiones por los principales cabecillas criminales de Medellín y Antioquia, incluso, descubriendo un plan de “El Clan del Golfo” en el que ofrecieron hasta $500 millones por su cabeza.
No, ya se me perdió la cuenta. Pero aquí estamos. Yo digo que si Dios nos coloca en una función, es porque de alguna manera tenemos que cumplir una misión en la tierra y nos va a proteger para ello. Pero si algún día también muero haciendo lo que me gusta, moriré feliz. “Fue en un allanamiento que hicieron en el barrio La Gabriela a una estructura del Nordeste, del “Clan del Golfo”, donde encontraron una documentación que hacía referencia a un supuesto atentado, la Policía Judicial en ese momento informa de un escrito donde mencionan a Carrasquilla, marcada con unas cruces y el capturado dijo en ese momento que era una vaca que están recogiendo los miembros de la organización criminal acá en la ciudad de Medellín, un permiso que en su momento le pidieron a “Otoniel” para hacerme un atentado y que para eso estaban recogiendo $500 millones, para hacerme el atentado porque yo vivía encima de las estructuras criminales, eso fue pues como lo último y lo más reciente y realmente eso ocurrió en el año 2017 más o menos cuando yo era directora de Fiscalías en Medellín”, explica Carrasquilla.
Su salida de la Fiscalía no fue fácil, reconoce que fue uno de los peores días de su vida, por que no fue precisamente una despedida decorosa.
“Fue la forma como llegaron los dirigentes de la Fiscalía General de la Nación y sacarnos a nosotros que si bien es cierto sabíamos que eran cargos de libre nombramiento y remoción, no era la forma como nosotros esperábamos que se hiciera la transición de aceptación de renuncia para todos los directores, pero fue humillante, la verdad, la forma como nos trataron al momento de salir”, afirma.
En pocas preguntas y respuestas la hoy llamada “Dama de Hierro” se ha convertido en el eje de discusiones en el Concejo de Medellín, pero también en una figura de amores y odios. Quienes la conocen dicen que es inflexible, llegó a ser temida entre los delincuentes y ahora, como parte del Centro Democrático, acepta una gran admiración por el ex presidente Álvaro Uribe Vélez y es una implacable contradictora del ex alcalde Daniel Quintero, del que advierte es “una porquería”, así, también sin titubear.
¿Por qué terminar en la política después de ser una fiscal tan reconocida?
“Quizás siempre me gustó el tema político, aunque siempre fui muy aparte y apática de los temas políticos sobre todo porque era una funcionaria pública. Lo que hacíamos era perseguir precisamente esas castas políticas por temas de corrupción de vínculos con organizaciones criminales. Pero bueno, cuando yo salgo de la fiscalía general de la Nación, un amigo me propone lanzarme al Senado de la República. Yo le presto como atención y empezó a explorar el tema, hablar con algunos partidos para mirar donde yo era bien recibida. Finalmente llegué al Partido Cambio Radical por el exfiscal Néstor Humberto Martínez. Allí en efecto me dan el aval para el Senado de la República. Hice campaña durante el 2022. Fue exactamente lo mismo que la campaña para el Concejo de Medellín. Fue apunta de redes y a través de los medios digitales que me permitieron también recoger cerca de 14 .500 votos en todo el país”.
¿Cuál captura recuerda en especial de su época de fiscal?
Recuerdo mucho la captura de alias “Riñón”, un hombre que causó mucho daño en la ciudad de Medellín, en el municipio de Itagüí. Arrodillado, pidiéndome perdón para que yo no le capturara a la mujer Adriana. Eso lo recuerdo, ella estaba por testaferrato y enriquecimiento ilícito. Estuvo suplicándome arrodillado, un hombre tan malo como ese, que por favor no le sacara la orden de capturar a la esposa y finalmente también fue capturada”.
Si usted fuera mañana alcaldesa de Medellín, ¿cuál sería su primera acción?
“Acabar con todos los bandidos en la ciudad de Medellín. ¿Cuál es la fórmula? No negociar, no tenerlos en la cárcel de máxima seguridad como reyes, como están en este momento esos 17 bandidos, sino que por el contrario volver a crear el CEFCO, FACON y la persecución contra esas estructuras criminales, porque jamás un Estado puede rendirse ni un gobierno local, ni nacional puede rendirse ante los delincuentes como pasa con este gobierno nacional”.
¿De dónde salió el apodo de “La Dama de Hierro”?
Eso fue precisamente los delincuentes de Itagüí en una de esas primeras audiencias que hicimos cuando capturamos alias “Cobija”. No se me olvida. Él estaba muy dolido porque la policía judicial hacía referencia a la abuelita, que era la que recibía el dinero que cobraban de la extorsión y no sé quién le dijo que era la abuelita “puñalera” o algo así. Él muy molesto. Se me arrimó y me dijo que porque estábamos diciendo que ella era la abuelita puñalera. Yo le dije que nada sabía de eso, que inclusive si a la abuelita lo hubiéramos querido involucrar en la investigación, lo hubiésemos podido hacer porque ella era la que recibía todo el tema de la extorsión. Entonces es lo que me responde. Pues aquí todo el mundo dice que usted es “La Dama de Hierro” y a partir de ahí ya los medios de comunicación comenzaron a llamarme con ese apodo que llevo con mucho orgullo”.
Claudia Carrasquilla afirma que no tiene muy claro su futuro y que, con el apoyo de sus dos hijos, de 22 y 31 años, tiene la firmeza para seguir adelante, con todas las polémicas e insultos que se vengan. En su papel como Concejal, advierte que falta mucho por hacer, pero que su tema siempre va a ser la seguridad, la persecución a los criminales, los proyectos de fondo del Plan de Desarrollo y claro, denunciar la corrupción.
Exclusivo Colombia habló con José Guarnizo, el autor del que es, tal vez, el más conocido libro sobre Griselda Blanco “La Patrona de Pablo Escobar”, en el que se cuenta la historia de la más temible narcotraficante, que se inventó el sicariato en moto, las rutas de la coca, e intentó secuestrar al mismísimo hijo del presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy.
Una vez, cuenta un familiar de Griselda Blanco, ella, con su particular jactancia y poder de intimidación, en una fiesta propia de cualquier narco en una película de Hollywood, sacó una bandeja de plata para servir a sus invitados y dijo “yo soy la reina de la coca”.
Pocos saben que ese detalle obedece a un delito del que se sentía orgullosa. Mandó a robar, en el propio Palacio de Buckingham, en Londres, una bandeja y la vajilla en la que la Reina Isabel tomaba el té, solo para presumir ante sus amigos y mostrar ese poder que era indiscutible entre la mafia de toda América.
Griselda Blanco era conocida como “La Madrina”, la “Viuda Negra”, “La Reina de la cocaína” y ninguno de los alias fue en vano. Lejos de ser un personaje de serie de Netflix, fue una narcotraficante temible, tanto como para ser prioridad para el gobierno de Estados Unidos, mucho antes que Pablo Escobar.
Exclusivo Colombia investigó los cinco datos más relevantes y menos conocidos de la narcotraficante, que, por cuenta de una nueva serie televisiva protagonizada por Sofía Vergara, pone a hablar al mundo de la coca colombiana y el narcotráfico de los 70 y los 80.
Esta es tal vez, una de las más reconocidas fotografías de Griselda Blanco, rodeada de flores y vistiendo traje de diseñador. El próximo 14 de febrero cumpliría años, pero fue asesinada en 2012 en una carnicería del barrio Belén. Foto: cortesía.
1- Le atribuyen su primer crimen a los 11 años
Casi todas biografías acerca de “La Madrina”, coinciden en reseñar un crimen atroz, como su inicio en el bajo mundo. Apenas con 11 años de edad, dicen los archivos judiciales, Griselda ya era parte de un grupo delincuencial de Barrio Antioquia, un recodo de la comuna de Belén en Medellín, al que llegó después de vivir en Lovaina, desplazada de Cartagena con su familia.
Antes de iniciar los años 60, la banda, casi todos menores de edad, se dedicaban al hurto, pero pasaron al siguiente nivel cuando secuestraron a un niño de 10 años de clase alta en Medellín. Al niño, cuya identidad fue reservada por años, lo tuvieron amarrado por varios días, pero su familia no pagó el rescate a tiempo. Griselda, retada por sus cómplices, le disparó en la cabeza a sangre fría.
Lo que sigue es una historia criminal que se escapa de cualquier guion de Hollywood, que incluye más de 100 muertes comprobadas (se dice que pueden ser más de 250), entre ellas las de sus tres parejas sentimentales. De ahí salió su otro alias “La viuda negra”. Aunque hay dudas aún.
“Griselda Blanco está lejos de ser una heroína como en algunos relatos se ha mostrado. No me refiero específicamente a la serie de Sofia Vergara porque en la serie de Sofia Vergara se logra mostrar un poco como esa atmósfera que se creó alrededor de Griselda en Miami y de todos los muertos, aunque se dan unas licencias para cambiar ciertas cosas. Por ejemplo, ahí muestran que ella supuestamente mató Alberto Bravo, su segundo esposo cuando pues hay serios indicios y documentos que indican que a él lo mandó a matar Pablo Escobar. Sin embargo, si hay una buena cantidad de testimonios y documentos de los que se puede inferir que ya sí habría tenido que ver con el asesinato de su tercer esposo, Darío Sepúlveda, padre de su hijo Michael Corleone, que creo que este es un dato importante y de ahí que se empezó a hablar un poco como de que ella representaba La Viuda Negra”. José Guarnizo, periodista y escritor de “La Patrona de Pablo Escobar”
2- Inventó el sicariato y puso en estado de guerra a Miami
Aunque en muchas de las series y biografías sobre Griselda Blanco se habla de su guerra en Miami, Estados Unidos, generalmente se ha pasado por alto el impacto que esto tuvo en la historia del crimen en el continente.
El alias de “La Madrina”, tal vez el más conocido, se da precisamente en los años 70, cuando huye de Colombia y pasa de New York a Miami en Estados Unidos, donde, según advierte el escritor José Guarnizo, crea su propio imperio, el primero conocido de un cartel colombiano de las drogas y cuyo único jefe y dueño era ella misma.
Era tan absoluto su poder en la organización, que solo se le conocían unos escasos hombres de confianza, el más cercano; Jorge Ayala Rivera, alias “Rivi”, quien solo logró salvar su vida, siendo testigo clave en el juicio que llevó a “La Madrina” a la cárcel por 19 años. Pero la historia comienza mucho antes.
Ella se inventó el sicariato como modalidad delictiva, primero en Medellín y luego en Estados Unidos. La imagen de hombres en motocicleta que asesinan a sus víctimas en movimiento, fue una macabra creación de Griselda Blanco para cobrar sus deudas. Según los testimonios recolectados en los archivos judiciales en Miami, fue la primera vez que en ese país se vio de manera sistemática el uso de esta modalidad en asesinatos selectivos.
Página del libro “La Patrona de Pablo Escobar”, de la Editorial Planeta y que reseña un titular de prensa sobre la guerra de narcos en Miami entre los 70 y los 80. Foto: Cortesía.
Y es que Miami, que para entonces ya era un paraíso tropical, se convirtió en un infierno cuando se desató la llamada “Cocaine Cowboys Wars”, una sangrienta lucha por el dominio del narcotráfico en la ciudad con decenas de muertos, masacres y el famoso caso del niño Jhonny Castro, de tres años, quien falleció víctima de disparos en un ataque sicarial a su padre Jesús “Chucho” Castro en 1982, de quien siempre se pensó que estaba muerto, pero reapareció en Medellín, tras esconderse por más de 30 años de “La Madrina”.
La guerra de la cocaína en Miami perduró hasta 1984, cuando ya Pablo Escobar había incursionado en el mapa criminal con el Cartel de Medellín y usando las rutas de transporte de droga, que precisamente Griselda diseñó y administraba. Ya por esa época se vislumbraba un enfrentamiento con el capo, al que sobrevivió.
Miami, según datos del FBI pasó de una tasa de homicidios de 13.2 casos por cada 100.000 habitantes a 24 en 1984, una cifra muy parecida a la que tenía Medellín hace unos 10 años.
3- Su alias de “La Madrina”
A Griselda Blanco no le gustaba hacer pequeños negocios. Según sus allegados, los “cruces” de droga que realizaba en Estados Unidos, siempre se calculaban en toneladas. “Llegó un momento en el que tuvo muchos cuartos llenos de dinero, de dólares en efectivo que eran imposibles de contar”, dice el escritor José Guarnizo. Por esto, fue tal vez, la primera narcotraficante en usar el término de “caletas”, para describir los sitios de almacenaje de su dinero. El FBI calculó su fortuna en más de 500 millones de dólares en su momento, calculados en la actualidad, serían más de 1.5 mil millones de dólares, suficiente para aparecer en la revista Forbes.
Hay que decir que, al comienzo, otro invento que se le atribuye, es la creación de “las mulas”. Para esto creó una línea de ropa interior con compartimientos para esconder cocaína y que se pasara inadvertida en los aeropuertos.
Varios autores consideran que una parte de las escenas de célebre película “Scarface”, protagonizada de manera magistral por Al Pacino, tienen inspiración en apartes de la vida de Griselda.
No obstante, la afición, casi enfermiza de ella en el cine, tenía que ver con otra película, la obra maestra de Francis Ford Coppola “El Padrino”. Fue tal su afición a la historia de la familia Corleone, que a su último hijo lo bautizó Michael Corleone Blanco. Ahora él promociona su propia marca de ropa y produce la imagen de su madre.
Incluso, advierte en sus informes el FBI, imitaba los lujos de la película. Tuvo un anillo que fue propiedad de Eva Perón, compró un Jet privado y mandó a construir un busto de bronce con su rostro en tamaño real. Tenía una ametralladora enchapada en oro macizo y a los funerales de sus víctimas enviaba flores. Cuando fue sepultada en el cementerio Montesacro de Itagüí, a 120 pasos de la tumba de Pablo Escobar, fue puesta en un ataúd completamente dorado.
Su alias era solo cuestión de tiempo. Le gustaba que le llamaran así.
La foto más reconocida del fichaje judicial por las autoridades de Estados Unidos, tras la captura de Griselda Blanco. Foto Cortesía.
4- Era terriblemente vanidosa y pobre de aquel que no se lo reconociera
Griselda Blanco usaba botas largas, le encantaban las minifaldas y la ropa de diseñador. Según cuenta un ex narcotraficante y socio, su carro preferido era el Chevrolet “El Camino”, le gustaban los colores fuertes, el rojo y posaba para fotografías en todas las oportunidades.
En el testimonio, recogido por la cadena Univisión de Estados Unidos, de un ex narco conocido solo como “Cardona”, se afirma que “ella no soportaba que nadie le dijera dos cosas: gorda o tatareta. El que le decía eso se moría, no lo perdonaba”. A pesar de su figura ruda y robusta, paradójicamente, siempre ha sido interpretada por bellas actrices, entre las que se cuentan Luces Velásquez, Jennifer López, Ana Serradilla, Catherine Z. Jhones y la mismísima Sofía Vergara.
5- El misterio de su clandestinidad
“La Madrina” en 1975 fue reseñada en Estados Unidos por cargos de conspiración de drogas, con 30 de sus empleados. En ese momento fue el caso más grande sobre tráfico de coca en la historia, no solo en ese país, sino en el mundo. Griselda huyó nuevamente a Colombia, pero volvió a Estados Unidos, donde la suerte se le acabó.
Tras la muerte de Pablo Escobar en 1993 en Medellín, Griselda fue apresada en Miami y condenada a 19 años de cárcel por las muertes de los narcotraficantes cubanos Alfredo y Grizel Lorenzo y del niño Johnny Castro. No obstante, sin cumplir la totalidad de la pena salió en 2004 y en completo secreto, volvió a Medellín.
“Ella regresa sin ningún antecedente judicial, ella podía abrir cuentas a su nombre, tuvo cualquier cantidad de cuentas y ella vivía de las rentas de los bienes que había comprado y había acumulado, no era una mujer multimillonaria como lo llegó a hacer en su momento, pero vivía de esas rentas, vivía en una casa en el poblado en la Loma del Tesoro, vivía con uno de sus hijos, con una empleada. Su vida un poco fue eso, vivir de las rentas, tratar de recuperar algunas tierras que no pudo recuperar y por otro lado también creo que ya nunca se pudo desligar de Barrio Antioquia, a pesar de que vivía en El Poblado y andaba en un carro Mazda 3, como una señora anónima, pero ella siempre fue al barrio, nunca se pudo desligar”, dice José Guarnizo.
Así se anunció en los medos nacionales el asesinato de Griselda Blanco en 2012. Foto: tomada de la web.
El 12 de septiembre de 2012, antes de las 6:00 de la tarde, en la carnicería Cardiso del barrio Belén, donde compraba unas costillas para un asado, Griselda Blanco fue asesinada en su propia ley. Dos sicarios en motocicleta pasaron y uno le disparó en dos ocasiones. A los 69 años falleció desplomada en la calle. Hasta hoy el crimen no se ha resuelto, no hay un capturado o una investigación concluyente sobre el asesinato de la “Reina de la coca”, que pasó 8 años en la discreción absoluta en una casa de El Poblado hasta ser alcanzada por su propio pasado.
El hurto de motocicletas en Medellín tiene muchas caras. Esta semana, la cara fue la peor posible, la de la muerte. Dos hombres perdieron la vida defendiendo sus vehículos de los delincuentes. ¿Casos aislados? Parece que no, el año pasado se hurtaron unas 6.000 motos, solo en Medellín.
Alexander Méndez Bedoya y Julián Velásquez Grisales, son los nombres que se suman a la lista de las víctimas de hurto que terminaron asesinados en Medellín, al intentar oponer resistencia a los delincuentes. El primer caso, en el barrio Santa Fe, el segundo en el barrio Kennedy.
El hurto de motocicletas en todas las modalidades es el trasfondo de estos crímenes, atípicos, si hablamos de las estadísticas del Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia de la Alcaldía de Medellín, que señala que aproximadamente el 90% de los robos de estos vehículos, ocurren bajo la modalidad de halado, en ciertos sectores de la ciudad y aprovechando la ausencia del propietario.
Según advierte el informe policial, ambos casos ocurrieron este 26 de enero, con escasas dos horas de diferencia. A Alexander lo abordaron en la calle 16 con carrera 52, pleno corazón de la comuna de Guayabal. Hasta allá llegaron delincuentes que con un arma de fuego lo intimidaron, la víctima, arrancó las llaves de la moto y las tiró a la calle, en respuesta recibió al menos un disparo que le quitó la vida.
La modalidad se repitió en la comuna del Doce de Octubre, donde Julián, iba con una acompañante. En este caso fueron al menos ocho los atacantes, según testigos, los rodearon para quitarle la motocicleta y al intentar oponerse recibió varios impactos, su compañera también resultó herida. Él, desafortunadamente no sobrevivió.
El principal negocio ilegal tras el hurto de motocicletas en Medellín es la reventa de los repuestos en el mercado negro de la ciudad. Foto: Policía Metropolitana.
¿La vida por una motocicleta?
La ciudad vive una singular arremetida de los delincuentes dedicados al hurto de motocicletas. Solo en 2023 se hurtaron unas 6.000 motocicletas en Medellín, un promedio de entre 16 y 17 casos al día, según el informe estadístico de la Policía Metropolitana. Esto es un aumento del 3% frente al año 2022, donde se sumaron 5.858 casos y que es, de acuerdo al estudio, el segundo delito de más impacto en la ciudad, después del hurto a personas que superó los 30.000 casos el año pasado.
Si las cifras son poco reveladoras, para poner en contexto la situación, Exclusivo Colombia tuvo acceso a varios de los archivos judiciales, donde se revela, incluso, días concretos de 2023, donde se llegaron a cometer más de 60 hurtos de motocicletas y rachas de 10 a 15 vehículos en varios puntos de la ciudad, con idénticas características, lo que habla del nivel de organización y capacidad de actuación de las bandas dedicadas a este delito.
Según las autoridades, detrás del hurto de motocicletas hay un factor diferencial: el despiece y mercado negro de repuestos. Una motocicleta cuadruplica su valor comercial vendida por partes, y ese detalle aparece repetidamente en las investigaciones a las estructuras delincuenciales dedicadas a este crimen en particular.
El fenómeno no es nuevo, el aumento del delito de hurto de las motos viene en crecimiento acelerado y al parecer, sin contención.
“Cuando nos nosotros iniciamos este trabajo hace unos 13 años, aumentó mucho la modalidad de la mano armada, era muy fácil porque el delincuente necesitaba solamente dos cosas: un arma y poder de intimidación. En Medellín, los identificaban porque era el que rodara por la ciudad iba en calidad de víctimas, porque fuera buñuelo, que no supiera manejar bien la moto, que rodara asustado, que no fuera seguro a la hora de conducir”, dice el reconocido líder motero y experto en seguridad vehicular, Rolando Plazas.
El crecimiento del delito es exponencial. En 2015 se robaron 4.376 motos en la ciudad y llegamos a 6.000 en 2023, solo en los últimos 4 años este crimen creció en 11%. En la capital paisa están robando como nunca antes.
Este inicio de 2024 no parece mejorar la situación, a pesar de los 6 puestos de control móviles que las autoridades han implementado en varios puntos diariamente. Solo entre el 1 y el 19 de enero ya fueron robadas 162 motocicletas y ya dos personas, tal como se reseña al inicio, perdieron la vida en estos incidentes.
Las modalidades
“En Medellín existen múltiples modalidades de hurto de motocicletas, pero solamente algunas son las más usadas. En primer lugar, con casi el 90% tenemos la modalidad de halado. ¿Qué pasa? Con el tiempo se dieron cuenta que era más fácil entrenarse en electrónica de motos para poderse la robar en una modalidad distinta que es halado. Pero también hay otra modalidad, aparte de mano armada y el halado, que es la estafa. La estafa también son personas entrenadas, pero en engañar gente. Entonces, te venden una moto que ha sido hurtada con el sistema de placas “gemeliadas” y te estafan”, explica Rolando Plazas.
La herramienta más usada para llevarse una motocicleta en 30 segundos, se llama “pesa de choque”. Consiste en una especie de palanca que se inserta en el encendido de la motocicleta, con un golpe de una pesa que viene en la palanca, se desprende el mecanismo de la llave, luego se enciente la moto con un destornillador y listo. En menos de un minuto, el delincuente se puede llevar el vehículo y el dueño, a veces, solo se da cuenta media hora, una hora después. El rastro se pierde y el vehículo termina en un taller, en una bodega o en un deshuesadero, donde, advierten las investigaciones, la moto está desarmada en menos de 24 horas.
Las pesquisas adelantadas en el año anterior, advierten que estos sitios clandestinos se han detectado, en su mayoría, en la zona Nororiental, en barrios como Manrique, Campo Valdés y el barrio Popular. De allí se transportan los repuestos, que incluso son revendidos a través de redes sociales, incluso por encargo, de acuerdo a las marcas y tipo de repuesto necesario. Es toda una red empresarial de un negocio ilegal.
Las pesquisas adelantadas en el año anterior, advierten que estos sitios clandestinos se han detectado, en su mayoría, en la zona Nororiental, en barrios como Manrique, Campo Valdés y el barrio Popular. De allí se transportan los repuestos, que incluso son revendidos a través de redes sociales, incluso por encargo, de acuerdo a las marcas y tipo de repuesto necesario. Es toda una red empresarial de un negocio ilegal.
“Tenemos que últimamente explotaron los arriendos de vehículos y de motos para hacer transporte o mensajería. Se está utilizando mucho a rendar los vehículos para estas dos formas de trabajo, pero también se está presentando mucho el abuso de confianza. Claramente es un robo, tú le arriendas a alguien tu vehículo, esa persona se lo lleva, lo vende porque no hay denuncio de robo, tiene un mes de arriendo, lo vende a una víctima inocente y él se desaparece”, agrega Rolando Plazas.
Prevención y tecnología contra el crimen
Según los indicadores de las autoridades, las marcas de motocicletas más hurtadas en Medellín son las más comerciales. Las AKT-NKD, las Yamaha Nmax y todas las referencias de las Auteco – Pulsar, encabezan la lista de las más hurtadas.
Del total de las motos hurtadas el año pasado, 1.974 se las llevaron los delincuentes en las horas de la madrugada, la hora favorita entre las 4 y las 5 de la mañana, mientras que el mes donde peor se presentó esta situación, fue junio, con un total de 645 casos.
Los datos del SISC, advierten que, además, que las comunas donde más se cometen estos hurtos, son, en su respectivo orden, La Candelaria (606 casos), Aranjuez (547 casos) y Robledo (514 casos), no obstante, una de las comunas donde más se aumentó este crimen fue en El Poblado, donde se registra un incremento del 17%.
Teniendo estos datos, cada motociclista sabe, al menos, donde tener más cuidado y a qué hora. No obstante, aparte de la prevención necesaria, hay que decir que precisamente en 2023, gracias al uso de las llamadas cámaras LPR (de reconocimiento de placas) se pudieron recuperar en este periodo 1.758 motos robadas, todo un récord para las autoridades, que a su vez reportaron la captura, este mismo año, de 929 delincuentes en flagrancia y por orden judicial por el delito de receptación.
El denominado “fleteo” es una modalidad de hurto, que en Medellín se convirtió en una práctica delincuencial hace unos 20 años y que durante este tiempo ha tenido un factor común: la banda delincuencial “La Viña” de Manrique.
Uno de los primeros anuncios en materia de seguridad del recién posesionado alcalde Federico Gutiérrez fue el ofrecimiento de una recompensa de hasta $20 millones por dos hombres, identificados con el alias de “Tacita” y de “Josua”, a los que describió como integrantes de la banda delincuencial de “La Viña”. Ambos quedaron grabados en video, en medio de un asalto a una pareja, incluso, sin importarles que llevaban un bebé en brazos.
El video circuló en redes logrando la indignación de la ciudadanía, que pidió y pide acciones contundentes contra el hurto en la ciudad. Para tener un contexto claro de lo que pasa en la capital paisa, hay que decir que según el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (SISC), solo el año pasado se presentaron más de 30.000 hurtos en la ciudad y un aumento de este delito del 11% en los últimos 4 años.
El segundo anuncio del alcalde fue la creación de la “Central contra – atracos”, una estrategia de la que se sabe aún poco. No obstante, Exclusivo Colombia conoció parte del proyecto, que tiene, entre otros, la inclusión de más de 200 uniformados de la Policía, con componentes de Inteligencia, investigación con Sijín, la Fiscalía Seccional, y tecnología del Sistema Integrado de Emergencias y Seguridad de Medellín.
¿Qué tiene que ver lo uno con lo otro? El factor común es el hurto y de fondo, las bandas delincuenciales dedicadas casi de lleno a este delito, que según advierten las autoridades en el marco del “Inventario Criminal 2023”, en la que participa la Secretaría de Seguridad y Convivencia de Medellín, son unas cuantas que ponen la mayoría de los casos identificados: “La Roja” de Caicedo, “Los Ototos”, de Castilla y el Doce de Octubre, y en la mitad del problema: “La Viña” de Manrique.
Joyas en oro, relojes de alta gama, celulares y dinero en efectivo, son los botines preferidos por la banda delincuencial y en general lo más valorado por los delincuentes que hurtan en esta modalidad. Foto: Policía Meval
La universidad del “Fleteo”
Para explicar el fenómeno del hurto en la modalidad de “Fleteo”, los investigadores se remontan hasta 20 años atrás, cuando grupos de delincuentes comenzaron a unirse para ejecutar hurtos de alto valor, a víctimas incautas que retiraban altas sumas de dinero en las sedes bancarias de Laureles, La América, el Centro de Medellín o El Poblado.
La modalidad consiste en “marcar” a la víctima desde el interior de la sede bancaria, seguirlo en motocicleta y esperar el punto más favorable para asaltar, en el menor tiempo posible y de manera violenta, al portador del dinero. Para la época, reposa en los expedientes de la Sijín, a los que Exclusivo Colombia tuvo acceso, fueron identificadas 8 bandas dedicadas a este delito, de las cuales fue priorizada una conocida como “Los Ototos”, un grupo de delincuentes en las comunas 5 y 6 de Medellín, que fue sistemáticamente atacado por las autoridades, con capturas como las de alias “Viejo Calima”, que recibía su apodo por su motocicleta favorita y alias “Tosecita”, cada uno con múltiples antecedentes de hurto en esta modalidad.
Con el tiempo, con la cantidad de casos conocidos la modalidad se convirtió en una marca de la delincuencia en la ciudad y tomó relevancia la banda delincuencial de “La Viña”.
“Ahora “fleteo” es cualquier hurto que se comete desde una motocicleta. Para nosotros existe el atraco a mano armada, o el hurto agravado en esos casos. Pero la gente comenzó a llamarte “fleteros” a los delincuentes en moto y con eso se creó la marca. En Medellín es sin duda, la ciudad donde más delitos de este tipo se cometen”, advierte un investigador de la Policía Metropolitana, que por razones de seguridad no es identificado.
Por esa misma época y al otro lado de la ciudad donde se asentaron “Los Ototos”, se forjaba una banda delincuencial, considerada hoy, en 2024, como una de las más peligrosas organizaciones dedicadas al hurto, en modalidad de “Fleteo”, entre otros delitos como extorsión, hurto de automotores y homicidios. “La Viña”, en el corazón de Manrique, se convirtió en el sitio y refugio de una banda que las autoridades advierten, solo ha tenido tres cabecillas en su historia.
Luis Henry Jaramillo Jiménez, alias “Paraco”
El primero fue Luis Henry Jaramillo Jiménez, alias “Paraco”, fundador de la estructura criminal, incluso cuando fue una especie de “hija” de la reconocida organización de “La Terraza”. Fue asesinado en un restaurante en Copacabana el 31 de marzo de 2019.
“Paraco” hizo parte de varios de los carteles de los más buscados, con los que el entonces y hoy, alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, persiguió a la delincuencia rampante de hace algunos años, de la mano del ofrecimiento de millonarias recompensas. Precisamente, el segundo cabecilla de “La Viña”, Alexander González, alias “Cerdo”, fue capturado el 16 de mayo de 2019, gracias a esa misma estrategia.
Desde entonces queda como remanente alias “La Teta”, un curtido delincuente que, según los expedientes judiciales de la Fiscalía Seccional de Medellín, tiene toda una estructura para ejecutar y “profesionalizar”, el “Fleteo” en la ciudad.
Fotos: cortesía Alcaldía de Medellín
“Se dice que para entrar a “La Viña” hay que manejar moto hasta con los ojos cerrados. Entrenan en las lomas de Manrique y en Las Palmas y andan en motos de bajo cilindraje, la mayoría hurtadas. Son muchos “peladitos” que están dispuestos a todo”. Explica el investigador.
De acuerdo con los más recientes informes de Inteligencia, este grupo delincuencial tiene entre 25 y 30 integrantes, la mayoría identificados por seguimientos e Inteligencia, a los que se les atribuyen la mayoría de “Fleteos” en el Nororiente de la ciudad, en el Centro y en ciertos sectores de Laureles, incluyendo el más reciente caso que rodó por las redes sociales y cuyo video provocó la reacción de “Fico”, que en su segundo mandato, conserva, desde los primeros días, a “La Viña” entre sus objetivos de alto valor.
Crímenes sonados
En los expedientes judiciales esta banda está asociada a varios crímenes que han sacudido a Medellín. Tal vez, el más recordado, fue el incidente lamentable en el que el reconocido reguetonero e influencer Fabio Legarda, resultó muerto en un intercambio de disparos producto de un intento de “fleteo”, en el que los delincuentes fueron identificados por el entonces secretario de Seguridad y Convivencia Andrés Tobón, hoy concejal de Medellín, como integrantes de “La Viña”.
En el incidente falleció uno de los delincuentes identificado como Jorge Hernán Ardila, de 27 años, el otro, Juan Sebastián Duque, de 21 años, fue encarcelado. Ambos tenían anotaciones judiciales, eran reincidentes en el delito de hurto.
Otro delito en el que aparece el nombre del grupo delictivo, ocurrió también en 2016. La víctima fue el reconocido futbolista Víctor Ibarbo, al que le hurtaron objetos por valor superior a los $190 millones. Tres años después fue capturado uno de los principales sospechosos, un coordinador de la banda, conocido con el alias de “Lolo”. Al hombre le incautaron nada más y nada menos que un fusil, AM-15 Multical, calibre 5.56, un arma de asalto avaluada en más de $30 millones. También era reincidente, de hecho cuando lo capturaron llevaba brazalete del Inpec, que portaba tras ser capturado antes por los mismos delitos de hurto agravado.
La Policía Metropolitana, en su momento presentó la captura de alias “Lolo”, con un arma de alto poder que logró llamar la atención de las autoridades. Foto: Policía Metropolitana
Según los expedientes a los que tuvo acceso Exclusivo Colombia, el prontuario de la banda, además del hurto en todas las modalidades, incluyen la desaparición forzada, concierto para delinquir, hurto de motocicletas de alta gama, narcotráfico y se les investiga, además, por ser una de las bandas precursoras de la modalidad de “Fleteo”, en ciudades de Chile y en Perú.
Por el momento, los ojos están puestos en los alias “Tacita” y “Josua”, apenas conocidos en los carteles de los más buscados, pero ya desde el inicio de su administración, de nuevo, el alcalde Federico Gutiérrez, ha identificado el objetivo. En unas semanas y después de articular la estrategia con la Dirección Nacional de la Policía, se conocerán los detalles de la llamada “Central Anti-atracos”, la novedosa iniciativa que busca, de nuevo, acabar con el flagelo de “La Viña” y de las bandas dedicadas al delito con más crecimiento en los últimos años en Medellín: el “fleteo”.