Del 25 al 27 de junio, Cartagena de Indias se convirtió en el punto de encuentro de líderes, lideresas y expertos comprometidos con la lucha contra el Cambio Climático en América Latina en la sexta edición de la Cumbre del Clima Latinoamericana, organizada por ASOCARBONO y la International Emissions Trading Association (IETA), la cual se celebró en el emblemático Centro de Convenciones Getsemaní, reuniendo a desarrolladores de proyectos, líderes comunitarios y los principales actores del mercado de carbono de la región.
Durante estas jornadas, la participación de las comunidades, la academia y desarrolladores de proyectos fue fundamental, para que todos los actores involucrados en estos esquemas pudieran contribuir con ideas y soluciones innovadoras en la aplicación y seguimientos de proyectos REDD+.
Al menos 20 países participaron de las jornadas, junto a líderes y lideresas de comunidades locales de todo el continente, quienes jugaron un papel crucial en las discusiones sobre políticas climáticas, la aplicabilidad y permanencia de los proyectos y las estrategias de mitigación.
Dentro de los asistentes y el equipo de desarrolladores de proyectos REED+ estuvo la Organización Masbosques Colombia y su director Ejecutivo Jaime Andrés García director Ejecutivo Masbosques quien señaló: “Durante estos días hemos participado como desarrolladores y hemos podido resaltar desde nuestra experiencia, la importancia de la evolución de los proyectos de carbono que además están en constante evolución y en esa evolución, estamos nosotros desde nuestras organizaciones estamos mejorando, respetando siempre la gobernanza de los pueblos indígenas.”
Entre los temas principales abordados en esta cumbre, se destacó el panorama de las políticas públicas donde se analizó la situación actual y las perspectivas futuras en la fijación de precios en el mercado de los créditos de carbono y sus regulaciones para toda la región.
En este espacio, también se reconoció el rol central de las comunidades indígenas vinculadas a estos proyectos, se discutieron las formas de garantizar una implementación efectiva de salvaguardas y los beneficios para las comunidades locales, así lo expresó Isabel Blandón coordinadora de Proyectos REDD+ : “Reconocemos la importancia de resaltar y visibilizar las múltiples voces como también, la necesidad de seguir implementando una debida diligencia para el fortalecimiento de procesos de transparencia dentro de los proyectos REDD+ y defender la gobernanza étnica y ambiental al interior de los mismos, las comunidades indígenas como socias de estos proyectos.
Durante la cumbre también se exploraron iniciativas claves como los enfoques y las acciones de los estados y comunidades en los mercados de carbono, y la importancia de alinear estos esfuerzos con las políticas nacionales para aumentar las acciones frente a la crisis climática.
De otro lado, John Freddy Muñoz líder indígena de la zonal ACAIPI, comunidad de Sonaña aseguró que: “Es de vital importancia que el pueblo indígena, donde se desarrollan este tipo de proyectos conozca y aprendan su aplicabilidad para que todos entiendan y sean realmente socios. Expuso que su comunidad está muy agradecida por la vinculación en este tipo de encuentros y que llevaría buenas noticias para su pueblo del Pirá Paraná.
Esta cumbre no solo fue el espacio propicio para el intercambio de conocimientos y experiencias, sino también el espacio para la generación de alianzas estratégicas entre los diversos sectores. La colaboración entre gobiernos, empresas y la sociedad civil se posiciona como clave para impulsar soluciones efectivas y sostenibles ante el desafío global del cambio climático.
Clara Inés Santacruz presidenta de la Asociación de Mujeres Indígenas Protectoras de la Selva-MIAPS resaltó la importancia de la ejecución de estos esquemas en su territorio expresó que en su comunidad el proyecto REDD+ Amakara Apuro de Masbosques viene beneficiado a más de 1.800 personas.
Esta cumbre no solo fue un espacio para el intercambio de conocimientos y experiencias, sino también para la generación de alianzas estratégicas entre diversos sectores. La colaboración entre gobiernos, empresas y la sociedad civil se posiciona como clave para impulsar soluciones efectivas y sostenibles ante el desafío global del cambio climático.
En conclusión, la Cumbre del Clima Latinoamericana 2024 no solo fortaleció el liderazgo regional en materia climática, sino que también sentó las bases para una acción climática más coordinada y justa en toda América Latina. Estos esfuerzos no solo son necesarios para proteger nuestro planeta, sino también para garantizar un futuro próspero y seguro para todos.
Barberías, mini mercados y almacenes de ropa ocupan el espacio público
En Medellín hay unos 35.000 venteros, según la Alcaldía. La mayoría está en el centro, en las plazas y parques, sobre calles y carreras. En los últimos años, dicen los datos oficiales, los vendedores ambulantes se triplicaron. El desempleo, la pandemia y la necesidad empujó a mucha gente a la calle, a la intemperie. Este es un corto recorrido por esos miles de puestos callejeros que hay en el centro de Medellín.
Los bajos de la estación Berrío están llenos de ventas de jeans, zapatos, camisetas. Es cierto que desde hace años llegaron los vendedores, pero desde hace uno o dos años los negocios se hicieron más masivos. Ya no son pequeños puestos de gorras, sino verdaderos locales comerciales al aire libre. Dicen en los alrededores que hay personas con plata que se han hecho con hasta doce puestos callejeros. La mercancía para surtir no es nada barata.
Un poco más al norte, cruzando la plaza Botero, aparece la avenida de Greiff y el Hotel Nutibara. Pasando la calle está el viaducto del metro y comienza un verdadero mercado de lo absurdo. El corredor central bajo el metro está tomado desde ese punto hasta la estación Prado. Los venteros que llevan más tiempo allí dicen que son unas 1.200 familias las que viven de esa economía callejera.
El primer tramo del viaducto, justo después del hotel Nutibara, está repleto de carretillas en las que se ofrecen limones, yucas, ñames y cuantos frutos y legumbres tropicales se pueda imaginar. A la par, sucede lo que en muchas otras partes del centro: jíbaros se camuflan entre la multitud. Pregonando, aplaudiendo, pasa un muchacho ofreciendo marihuana, “rocas” y pepas. No es el único, más adelante hay otros que venden “blones apanados” y pastillas de clonazepam.
En ese mismo trayecto hay un par de ventas que, por lo menos, generan inquietud. La primera es la de los mini mercados ambulantes. Son carretillas pequeñas, que se arrastran, cargadas con bolsas de arroz, maíz, pastas, sal, panela, azúcar, fríjoles cargamanto, huevos. Su aparición también es relativamente reciente y puede explicarse gracias al aumento de la población flotante del centro de Medellín.
Según la corporación Cívica Corpocentro, por la comuna 10, el centro de la ciudad, pasan 1,2 millones de personas todos los días. Miles de medellinenses, colombianos y extranjeros recorren las intrincadas calles del centro en busca de alguna curiosidad de poco valor, o de un banco para hacer una diligencia. La gente sabe que en el centro se puede conseguir casi cualquier cosa, por descabellado que parezca.
Ahora vamos con otra venta singular. Sobre mantas se ofrecen pastillas y medicinas. No está claro cuál es el origen de los medicamentos ni si fueron adquiridos de manera legal. Son como pequeñas farmacias en la calle, sin boticario o farmacéutico.
Un poco más al norte, llegando a la estación Prado, aparecen más negocios. Los más grandes y bien montados son los de venta de ropa. Allí se pueden comprar camisetas en muy buen estado por 10.000.
Uno de los puestos es atendido por Giovanny, un hombre grueso, de ojos claros, que antaño tuvo un local en el destruido Bazar de los Puentes y que hoy tiene un almacén de ropa improvisado sobre la acera. Los pantalones de dril también cuestan 10.000 pesos. ¿Por qué tan baratos? Son de segunda, pero están buenos, dice Giovanny.
Los venteros de ropa se surten de personas que llegan hasta el lugar para vender prendas que ya no usan. Ellos las evalúan y piden 5.000 o 7.000 pesos. Luego las exhiben como si de un almacén de ropa se tratase. Este negocio también ha crecido bastante en los últimos años. Giovanni dice que el auge se debe a que la ropa se vende más fácil que los celulares, por ejemplo. Él solía venderlos, pero con frecuencia tenía problemas con los clientes y los funcionarios de la Alcaldía.
Detrás de los almacenes de ropa hay un negocio más insólito: barberías al aire libre. Están hechas de pequeños toldos plásticos puestos sobre los andenes. Tienen escritorios desvencijados en los que reposan las máquinas y las cuchillas. Uno de los barberos, que dice expresamente que no le tomen fotos, dice que el corte cuesta 10.000 y que en un día atienden a unas quince personas. Las barberías abren doce horas al día, desde las ocho de la mañana.
La mayoría de venteros viven en habitaciones cercanas, donde cobran 25.000 la noche. Su descanso sobre una cama depende de las ventas durante el día.
El mercado de lo absurdo se hace más masivo en tanto más cerca está de la estación Prado. En ese sector venden desde herramientas hasta computadores viejos, PlayStation, zapatos y juguetes sexuales. En uno de los puestos, por ejemplo, ofrecen unos dildos y en otro, junto a unos tenis, hay un plug anal.
Nadie parece sorprenderse de porque las barberías linden con los almacenes de ropa o que se ofrezcan juguetes sexuales al lado de juegos de video.
Son los contrastes del centro de Medellín a los que nos hemos acostumbrado.
Pocos casos como el del niño Maximiliano Tabares han generado más repudio y tristeza en Antioquia. La muerte del pequeño, en medio de un ritual de brujería y a manos de su propia madre y su padrastro, rebasaron cualquier barrera con la ficción y de manera ejemplarizante los principales autores ya fueron condenados esta semana a más de 51 años de cárcel. Exclusivo Colombia habló con el abogado de las víctimas de este caso, quien asegura haber atestiguado varios sucesos inexplicables, que incluso, afectaron a varios de los participantes en la investigación.
El pasado 22 de mayo un juzgado especializado de Antioquia profirió condena contra Sandra Patricia Caro, madre del pequeño Maximiliano Tabares de 6 años, y contra Fabián Carmona, padrastro del menor. Ambos fueron sentenciados a 51 años y 8 meses de prisión tras haber sido hallados culpables de uno de los peores crímenes contra un niño que se recuerde en Antioquia.
Según estableció la Fiscalía, los hechos ocurrieron el 21 de septiembre de 2022, en el municipio de Remedios, día en el que los dos condenados, llevaron el niño hasta una vivienda, en compañía de varios de los integrantes de una secta conocida como “Los Carneros”, para realizar un ritual de santería y brujería, para “sacar los espíritus que invadían al niño y que le enseñaran el camino a una guaca de oro”, que estaría oculta en una mina del municipio vecino de Segovia.
Ya en noviembre del año pasado, tras suscribir un preacuerdo, se logró la condena de 40 años y 10 meses de prisión contra alias “Orejas”, quien también participó en los hechos y que ejercía como “médium” de la secta, fue quien convenció a la madre del menor para hacer el ritual y sería una suerte de cabecilla “espiritual”, con reconocimiento en la población de ser un poderoso brujo. Este hombre fue sentenciado por los delitos de homicidio agravado, tortura agravada y desaparición forzada agravada.
No solo ya la historia era digna de la peor historia de terror. Lo que siguió es un capítulo de una aterradora degradación, la misma expresada por la justicia en la sentencia, que incluye la tortura, el asesinato y la desaparición de un infante.
Según la Fiscalía “la madre del menor de edad reportó la supuesta desaparición de su hijo. Señaló en su momento que el niño no había regresado a casa después de salir a una tienda ubicada en el corregimiento La Cruzada, en Remedios (Antioquia). Sin embargo, la investigación, probó que los hoy sentenciados en realidad lo transportaron en un motocarro a una zona rural de Segovia (Antioquia).
“Labores de policía judicial realizadas por el CTI y la Policía de Infancia y Adolescencia determinaron que, durante dos días, un grupo de personas que se hacía llamar ‘Los Carneros’ sometió al niño a golpizas constantes, como parte de un ritual de santería para ubicar una supuesta guaca”, advierte la sentencia.
El cuerpo del niño fue exhumado por el Grupo de Criminalística del CTI Seccional Antioquia, la noche del 27 de octubre de 2022, no obstante, encontrarlo y hacer justicia por su muerte fue un camino lleno de obstáculos, desde la retención de los participantes, hasta la última condena proferida esta semana, advierten que hubo todo tipo sucesos, retrasos legales y según uno de los abogados, fuerzas oscuras, que trataron de impedir la acción de las autoridades.
Un relato de terror
Todo comenzó con una investigación densa, que involucraba la desaparición del menor, en la cual, paso a paso, se estableció que estaba una secta dedicada a la brujería en Remedios y Segovia, que involucraba a los miembros más cercanos de la familia. Para comenzar, todo en contra, el terreno, las pistas, todo indicaba que el pequeño Maximiliano estaba muerto.
Esa noche del 27 de octubre más de 15 personas lograron llegar a un terreno de difícil acceso, donde se había indicado, estaba sepultado el niño. Excavaron durante varias horas y a pesar de tener el cuerpo casi de frente, no podían verlo. Así lo describe el abogado Andrés Felipe Bedoya, quien actuó en el caso en representación de las víctimas.
“Continuamos y llegamos al monte del futuro en el municipio de Segovia. Estas zonas rurales de mucho bosque e incluso de mucha dificultad para los vehículos ingresar allá y se hacen los profesionales de criminalística, hacen los topógrafos, hacen el orificio donde se supone que está el cuerpo de Maximiliano.
Éramos entre 8 y 15 personas, pero ninguno lo logró visualizar. Cuando hicimos dos veces una oración bíblica que llaman la “magnífica”, que es donde la Virgen le dice al Señor y proclama mi alma la grandeza del Señor. No la recuerdo bien. Se hace dos veces esa oración cuando el niño se deja ver. En los elementos materiales de prueba se encontraban pócimas, libros de magia negra, magia azul, magia verde, se encontraban un soplete, un cuchillo con el que se hacían heridas los integrantes de la acepta y se marcaban unas cruces. La cruz de estas personas no es la cruz normal donde Jesucristo quedó con sus brazos abiertos en la parte superior, sino que esta cruz es invertida y con esto se caracteriza”, explica el abogado, a la fecha, aún afectado por una serie de sucesos inexplicables que rodearon el caso.
De hecho, tres personas que participaron de la exhumación de Maximiliano se enfermaron y hubo incapacidades de hasta 12 días. La Fiscal y la juez también se enfermaron de manera sistemática, en las audiencias se cortó varias veces el fluido eléctrico, o el servicio de Internet, los acusados lanzaban supuestos hechizos a los guardias.
En general, más allá de lo que puede o no puede ser paranormal, el caso tenía a los investigadores y a las autoridades atemorizados, incluso, por las fuerzas que para muchos son una realidad y para otros el fruto de creencias arraigadas en una región como el Nordeste antioqueño.
“Cuando llegaba a mi casa, se escuchaban ciertos ruidos. Un día te reventaban el vidrio de tu ventana sin ninguna explicación y uno no entender, estando aquí en la ciudad de Medellín algo inexplicable, de pronto en un pueblo, en una zona rural, …vos sentir como caballos encima de tu techo de tu casa. Cierto día estaba yo ya durmiendo, cuando el primo mío, en la misma vivienda, me dice, Andrés, algo suena por ahí, cuando se incrementan los ruidos, a eso de 2 o 3 de la madrugada se incrementan los ruidos en el techo de mi vivienda, yo empiezo a hacer oración, empiezo a decir Jesucristo, Jesucristo, pero yo no entendía porque yo lo decía. Si son gatos, no puede ser porque eran muy fuertes. Yo en momento reacciono y digo, bueno ya basta y le dan súper duro y dañan la teja, dañan el cielo raso, la madera y empezó a caer agua en mi cama, me toca levantarme, correr la cama, poner un balde ahí, cosas inexplicables. En cierto día yo estaba durmiendo, yo lo una llamo pesadilla, pero a la vez ocurre algo extraordinario. Yo durmiendo y siento como que entra una persona, un monje negro o algo así, entonces yo empiezo a decir Jesucristo, Jesucristo, Jesucristo, lo digo muchas, reiteradas veces y ese ente entra con los ojos como muy grandes, totalmente negros y como buscándome en la habitación, donde era que yo me encontraba, pero a través de que yo invocaba la autoridad de Jesucristo, no me podía hallar”, relata el abogado.
En las poblaciones de esta parte del Nordeste Antioqueño, conocían muy bien a los llamados “Carneros”, un grupo al que se le endilgaba la capacidad de encontrar las betas de oro invocando las fuerzas oscuras, que según se pudo establecer, incluían rituales antiguos de magia negra, sacrificios de animales, posesiones demoníacas y una mezcla de santería cubana y venezolana. Esto en el marco de la investigación, se pudo constatar con una gran cantidad de material para este tipo de rituales, hallado en la casa de los hoy sentenciados y en el sitio, donde se estableció que asesinaron al niño, con golpes de palos de madera de guayabo.
“Lo curioso de esta pesadilla que les cuento, es que cuando el ente va saliendo, tumba mi guitarra y al otro día, aclarando que yo no me quise levantar después más de la cama porque yo sentía temor, yo miro la guitarra efectivamente en el suelo y miro en la sala y veo unas huellas, como unas garras, como de un ave grande, gigantesca, y encuentro como una montañita de gusanos como de esos de las guayabas, muchos, muchos. En diligencias, también en el búnker de la Fiscalía, debido a este mismo caso se encontraba uno de los capturados en la celda cuando incluso este vídeo lo pasaron tengo entendido que por redes sociales, cuando uno de ellos se le pusieron los ojos rojos y comenzó a recitar una oración y un viento pasó levantando expedientes y se azotaron las puertas”, relata el abogado.
Es la primera vez que este profesional decide hablar con un medio sobre estos hechos, alrededor del caso de Maximiliano Tabares, justo después de la condena, una de las más altas de los últimos años y que aún se encuentra en primera instancia, contra los asesinos. El abogado, admite aún sentir temor por todo lo que le tocó vivir y que nunca antes había experimentado.
Más difícil, reconoce Andrés Felipe, fue conocer los detalles de la tortura y la muerte del pequeño Maximiliano.
“Según la evidencia recaudada, los testimonios, las personas con que uno pudo hablar, los elementos de prueba, se logra constatar y logra uno escuchar que el niño fue maltratado, le daban golpes, fue golpeado incluso con maderos de guayabo hasta acabar con su vida y se dice en los testimonios que él le pedía ayuda a la madre, ya él con sus últimas fuerzas – como esto ocurrió en el transcurso de varios días- con sus últimas fuerzas, ya no pedía más ayuda, sino que él ya la perdonaba, ya no le decía más, mamá, ayúdame, sino que le decía mamá, te perdono… con sus últimas fuerzas”, cuenta Andrés Felipe.
En contra de fuerzas oscuras, contra los obstáculos, paranormales o no, lo cierto es que la justicia ya ha actuado contra tres de los responsables de este crimen que logró indignar a Antioquia y al país. La muerte de Maximiliano no ha quedado impune, pero aún tampoco, tiene ninguna explicación racional.
Siempre en su vida profesional ha estado rodeada de polémica, de detractores legales e ilegales, se siente orgullosa de su apodo, se hizo concejal con un discurso duro y en el recinto ya ha tenido varios episodios de confrontación. Dice que no le carga agua a nadie y ha resistido varios escándalos sin despeinarse. Claudia Victoria Carrasquilla Minami, pasó de lidiar con el crimen a lidiar con detractores que no le perdonan errores.
Siempre en su vida profesional ha estado rodeada de polémica, de detractores legales e ilegales, se siente orgullosa de su apodo, se hizo concejal con un discurso duro y en el recinto ya ha tenido varios episodios de confrontación. Dice que no le carga agua a nadie y ha resistido varios escándalos sin despeinarse. Claudia Victoria Carrasquilla Minami, pasó de lidiar con el crimen a lidiar con detractores que no le perdonan media.
El capítulo más reciente fue el 11 de mayo en el recinto del Concejo de Medellín, donde una plenaria se convirtió en un fuerte cruce de acusaciones entre Claudia Carrasquilla y el concejal del Pacto Histórico José Luis Marín, mejor conocido como “Aquino”, quien revivió varias controversias en las que se ha visto involucrada la hoy vicepresidenta del Concejo, pero que se remontan a tiempo atrás.
Marín, recriminó a Carrasquilla por supuestas deudas sin pagar durante su campaña al Concejo, así como a sus colaboradores y la supuesta utilización de falsos testigos cuando era funcionaria de la Fiscalía. Ambos, temas de los que esta última ha salido invicta hasta el momento. “La Dama de Hierro” arremetió contra Marín con vehemencia y el tema logró opacar en buena parte la plenaria, en la que los demás corporados fueron testigos de una confrontación más, de las que dice ella, ya está acostumbrada.
“En ese sentido, he sido atacada en el Consejo por ser mujer. La verdad, sí siento muchos ataques políticos. La violencia contra la mujer política es muy fuerte. Afortunadamente, las cuatro mujeres que en este momento estamos en el Concejo de Medellín, tenemos una buena estructura mental, porque creo que, si no, estaríamos como de psicólogos, no sé si a mis demás compañeras la atacarán como me atacan a mí. Pero realmente yo me he vuelto objeto de ataque en las redes por parte de la izquierda y de las bodegas que tiene tanto Daniel Quintero como tiene Gustavo Petro, en el que no me bajan de un insulto de perra, “paraca”, fea, abuela, lesbiana. Me dicen todos los improperios que a ellos se les cruza por la mente y eso es violencia política contra las mujeres. Pero aquí seguimos”. Dice Claudia Carrasquilla.
Es de una afición desmedida por la Coca Cola y por la virgen de Guadalupe, que tiene como escolta principal en el escritorio de su oficina en el Concejo de Medellín, dice sin ruborizarse que es la responsable de más de 1.500 capturas en 10 años de trabajo en la Fiscalía General de la Nación y como jefe de la lucha contra el Crimen Organizado.
“Tengo que hablar de las primeras capturas que hice cuando llegué a la Fiscalía de Crimen Organizado como fueron las capturas en Itagüí. La verdad, cometían acciones pues lamentables en el municipio, como la desaparición de una niña que finalmente fue encontrada en la fosa junto a su amiguito simplemente porque traspasaron una barrera, la captura de una sicaria que se hacía llamar “la diabla” y que nosotros logramos también a través de unos vídeos y de una construcción con la Policía Judicial determinar que ella había sido la responsable de ese homicidio, simplemente también porque había transgredido una barrera. Posteriormente la captura de “Carlos Pesebre”, que era un ícono en la ciudad de Medellín y poderlo capturar y llevarlo a juicio o lograr su condena. Después hizo unas maniobras para lograr salir en libertad de forma fraudulenta y nuevamente buscamos cómo se impusiera una medida de aseguramiento. “Para mí eso es satisfactorio te puedo decir que en una cuenta que hicimos en alguna oportunidad en la fiscalía logramos más de 1.500 capturas en 10 años de trabajo, todas de Crimen Organizado, entre cabecillas de estructuras criminales mandos medios, funcionarios públicos, como miembros de la Policía Nacional que siempre estaban al servicio de las organizaciones criminales y jueces y funcionarios públicos, que también estaban a ese servicio de esas estructuras criminales”, afirma la exfiscal.
Uno de los episodios más complejos, lo afrontó como Fiscal, cuando fue la cabeza de la investigación y posterior captura del entonces Secretario de Seguridad de Medellín, Gustavo Villegas, también cuando fue amenazada en varias ocasiones por los principales cabecillas criminales de Medellín y Antioquia, incluso, descubriendo un plan de “El Clan del Golfo” en el que ofrecieron hasta $500 millones por su cabeza.
No, ya se me perdió la cuenta. Pero aquí estamos. Yo digo que si Dios nos coloca en una función, es porque de alguna manera tenemos que cumplir una misión en la tierra y nos va a proteger para ello. Pero si algún día también muero haciendo lo que me gusta, moriré feliz. “Fue en un allanamiento que hicieron en el barrio La Gabriela a una estructura del Nordeste, del “Clan del Golfo”, donde encontraron una documentación que hacía referencia a un supuesto atentado, la Policía Judicial en ese momento informa de un escrito donde mencionan a Carrasquilla, marcada con unas cruces y el capturado dijo en ese momento que era una vaca que están recogiendo los miembros de la organización criminal acá en la ciudad de Medellín, un permiso que en su momento le pidieron a “Otoniel” para hacerme un atentado y que para eso estaban recogiendo $500 millones, para hacerme el atentado porque yo vivía encima de las estructuras criminales, eso fue pues como lo último y lo más reciente y realmente eso ocurrió en el año 2017 más o menos cuando yo era directora de Fiscalías en Medellín”, explica Carrasquilla.
Su salida de la Fiscalía no fue fácil, reconoce que fue uno de los peores días de su vida, por que no fue precisamente una despedida decorosa.
“Fue la forma como llegaron los dirigentes de la Fiscalía General de la Nación y sacarnos a nosotros que si bien es cierto sabíamos que eran cargos de libre nombramiento y remoción, no era la forma como nosotros esperábamos que se hiciera la transición de aceptación de renuncia para todos los directores, pero fue humillante, la verdad, la forma como nos trataron al momento de salir”, afirma.
En pocas preguntas y respuestas la hoy llamada “Dama de Hierro” se ha convertido en el eje de discusiones en el Concejo de Medellín, pero también en una figura de amores y odios. Quienes la conocen dicen que es inflexible, llegó a ser temida entre los delincuentes y ahora, como parte del Centro Democrático, acepta una gran admiración por el ex presidente Álvaro Uribe Vélez y es una implacable contradictora del ex alcalde Daniel Quintero, del que advierte es “una porquería”, así, también sin titubear.
¿Por qué terminar en la política después de ser una fiscal tan reconocida?
“Quizás siempre me gustó el tema político, aunque siempre fui muy aparte y apática de los temas políticos sobre todo porque era una funcionaria pública. Lo que hacíamos era perseguir precisamente esas castas políticas por temas de corrupción de vínculos con organizaciones criminales. Pero bueno, cuando yo salgo de la fiscalía general de la Nación, un amigo me propone lanzarme al Senado de la República. Yo le presto como atención y empezó a explorar el tema, hablar con algunos partidos para mirar donde yo era bien recibida. Finalmente llegué al Partido Cambio Radical por el exfiscal Néstor Humberto Martínez. Allí en efecto me dan el aval para el Senado de la República. Hice campaña durante el 2022. Fue exactamente lo mismo que la campaña para el Concejo de Medellín. Fue apunta de redes y a través de los medios digitales que me permitieron también recoger cerca de 14 .500 votos en todo el país”.
¿Cuál captura recuerda en especial de su época de fiscal?
Recuerdo mucho la captura de alias “Riñón”, un hombre que causó mucho daño en la ciudad de Medellín, en el municipio de Itagüí. Arrodillado, pidiéndome perdón para que yo no le capturara a la mujer Adriana. Eso lo recuerdo, ella estaba por testaferrato y enriquecimiento ilícito. Estuvo suplicándome arrodillado, un hombre tan malo como ese, que por favor no le sacara la orden de capturar a la esposa y finalmente también fue capturada”.
Si usted fuera mañana alcaldesa de Medellín, ¿cuál sería su primera acción?
“Acabar con todos los bandidos en la ciudad de Medellín. ¿Cuál es la fórmula? No negociar, no tenerlos en la cárcel de máxima seguridad como reyes, como están en este momento esos 17 bandidos, sino que por el contrario volver a crear el CEFCO, FACON y la persecución contra esas estructuras criminales, porque jamás un Estado puede rendirse ni un gobierno local, ni nacional puede rendirse ante los delincuentes como pasa con este gobierno nacional”.
¿De dónde salió el apodo de “La Dama de Hierro”?
Eso fue precisamente los delincuentes de Itagüí en una de esas primeras audiencias que hicimos cuando capturamos alias “Cobija”. No se me olvida. Él estaba muy dolido porque la policía judicial hacía referencia a la abuelita, que era la que recibía el dinero que cobraban de la extorsión y no sé quién le dijo que era la abuelita “puñalera” o algo así. Él muy molesto. Se me arrimó y me dijo que porque estábamos diciendo que ella era la abuelita puñalera. Yo le dije que nada sabía de eso, que inclusive si a la abuelita lo hubiéramos querido involucrar en la investigación, lo hubiésemos podido hacer porque ella era la que recibía todo el tema de la extorsión. Entonces es lo que me responde. Pues aquí todo el mundo dice que usted es “La Dama de Hierro” y a partir de ahí ya los medios de comunicación comenzaron a llamarme con ese apodo que llevo con mucho orgullo”.
Claudia Carrasquilla afirma que no tiene muy claro su futuro y que, con el apoyo de sus dos hijos, de 22 y 31 años, tiene la firmeza para seguir adelante, con todas las polémicas e insultos que se vengan. En su papel como Concejal, advierte que falta mucho por hacer, pero que su tema siempre va a ser la seguridad, la persecución a los criminales, los proyectos de fondo del Plan de Desarrollo y claro, denunciar la corrupción.
Tiene 83 años y está recogiendo plata para ir a México, donde sus canciones aún suenan
Plutarco Urrutia escucha dos perros en su cabeza. Uno ladra grueso y el otro fino. Los escucha por la mañana, y a veces también canta un gallo o una paloma. Dice que eso le sucede porque hace muchos años, él no puede recordar cuántos, le echaron una brujería para enloquecerlo y dejarlo en la calle. Nada quedó de la fama de antaño, de sus canciones que se pegaron en la radio. La maldición lo dejó en la calle, cuenta, y por eso vende sus discos en Junín, sentado sobre una banca de madera y recostado sobre el acordeón.
Plutarco, tocayo del historiador romano, nació en Montelíbano cuando no existía el departamento de Córdoba. Tiene 83 años, aunque le gusta decir que tiene 70. No es capaz de organizar su vida cronológicamente, pero sí recuerda la juventud, la amistad con Alejo Durán y la llegada a Medellín, a los 20 años.
Sentado sobre la banca de Junín, Plutarco recuerda destellos de su vida. Hay que hablarle fuerte porque ha perdido buena parte de la audición. Sin embargo, aún ejecuta bien el acordeón y canta en el tono correcto.
Plutarco pasa todas las mañanas en Junín
—¿Cuándo aprendió a tocar el acordeón?
—¿Qué?
Cuando no escucha, Plutarco estira la cabeza. Lleva un sombrero vueltiao y una camisa blanca, estilo guayabera.
—Aprendí a los catorce años porque mi tío José Domingo me dijo que tenía que ser un acordeonero famoso.
La infancia del músico transcurrió entre Montelíbano, Ayapel y Caucasia.
—En Caucasia dormí dos años con una prima, jaja.
Cuando hace un chiste, Plutarco se lleva las manos a la cara, como tratando de ocultar los ojos. Vacila un momento y luego ríe con amplitud, mostrando los dientes e inclina el cuerpo contra el respaldo.
—Ya me voy, mañana vuelvo a las ocho de la mañana—, dice el músico.
—Espere, pero cuénteme la historia.
—¿Qué?
Y Plutarco continúa con su juventud. Trabajó en la finca de un familiar. Vuelve a la infancia y recuerda que la abuela les pegaba con un palo. Entre todos los nietos, que eran muchísimos, la anciana se ensañaba con él; en parte, reconoce ahora, tiene que ver con que era inquieto y andaba “metido en todo”.
Una de las grabaciones de Plutarco y su conjunto.
Plutarco no menciona a sus padres, que ya murieron. En cambio, habla de José Domingo, el tío que le sentenció el futuro como acordeonero.
—El tío fue bueno conmigo, ufff—se lanza un poco hacia atrás, y sigue recordando: — Si gracias a él me quité de encima un maleficio que me hicieron.
—¿Un maleficio de qué?
—¿Qué?
Y Plutarco vuelve a sus años mozos. A los veinte llegó a Medellín. Se recuerda alegre, parrandero y tomador de trago. En ese tiempo conoció a Miguel Durán, un ícono del vallenato sabanero. Pero Miguel, dice Plutarco, no se amañó en Medellín por el frío y volvió a la costa. Él, en cambio, se radicó en la ciudad y comenzó a tocar en parrandas.
Plutarco es un juglar en todo el sentido de la palabra. Él compone las canciones, las interpreta y toca el acordeón. Es de origen campesino, si bien no de las tierras del Cacique Upar o del Magdalena Grande, sí de las sabanas de Córdoba que antaño hicieron parte de Bolívar. Creció en un ambiente rural, propicio para la creación. Suyas son canciones parranderas, cumbias y “paseitos” con letras picaronas. Una, por ejemplo, habla del hoyo soplador de San Andrés y de su fuerza.
—Me dijeron que la canción era muy vulgar—dice Plutarco. Ríe y se lleva las manos a la cara, cubriéndose los ojos—. Oiga, y hay otra que dice que llegando a Montería no hay hombre que no lo pida ni mujer que no lo dé.
Plutarco vuelve a su vida azarosamente y cuenta que fue amigo de Alejo Durán, el primer rey vallenato. Dice que lo conoció antes de coronarse. También fue amigo de Náfer, el hermano de Alejo que grabó con Diomedes Herencia Vallenata en 1976. En Planeta Rica conoció a Enrique Díaz, apodado el Tigre de María la Baja, un hombre parrandero que legó al vallenato de canciones legendarias como La caja negra y Vida parrandera.
Sin una relación posible, Plutarco vuelve sobre el maleficio que, dice, le echó una mujer con la que tuvo tres hijos. En total, regó por el mundo catorce criaturas, no recuerda con cuántas mujeres. Algunos de sus vástagos viven en Estados Unidos y otros en Medellín, pero lamenta que ninguno le ayude.
—Entonces esa mujé me echó una maldición y me dio una tontina en la cabeza. No podía ni caminar.
Plutarco Urrutia en su paso por Monterrey.
José Domingo, el tío que le sentenció el amor por la música, lo llevó donde una bruja en Cartagena. La hechicera le pidió a Plutarco una muestra de orina para la contra. Además de que no podía caminar, escuchaba el ladrido de los perros en su cabeza; cuando tocaba el acordeón oía mal el tono y cantaba erráticamente, tanto que la gente le silbaba.
—Esa mujé de Cartagena me alivió, pero todavía escucho a los dos perros.
Con 83 años, Plutarco está reuniendo plata para viajar a México. Allá, dice, canciones como Buscando a Patricia todavía suenan en la radio. Cree que en Monterrey tendrá más oportunidades de tocar y de recibir el reconocimiento que merece su vida musical. En la carrera Junín vende sus discos, grabados ya hace muchos años, y espera que le lleguen las regalías por las canciones. Hubo un tiempo en que la fama, con su abrazo efímero y quimérico, lo cobijó sobre su regazo, pero eso parece ya parte de una vida pasada y perdida.
Con frases como “poner la casa en orden”, “la Alcaldía de la gente” y un discurso retador con el Gobierno Nacional, el popular “Fico” presentó los primeros resultados de la administración, que, no obstante, tiene sombras por aclarar, retos inexorables para la ciudad y la responsabilidad de 689.519 votantes que lo llevaron al primer cargo de la ciudad por segunda vez.
¿Qué hay de diferente en el Federico Gutiérrez de hoy y el de 2016? Para comenzar, el de 2016 no había sido candidato presidencial, no tenía las confrontaciones políticas que se desataron en los últimos años y no había llegado a la Alcaldía en un ambiente hostil. No obstante, llegó por segunda vez con la votación más alta de la historia, con reconocimiento nacional y con la presión de superar su primer mandato. ¿Qué ha logrado en estos primeros 104 días?
“Poner la casa en orden”
La primera frase que resume la primera parte de esta administración es “poner la casa en orden”, aunque ésta, demostrado con las apariciones públicas del popular “Fico” Gutiérrez, es una frase que en primera instancia se redujo a La Alpujarra. El 4 de marzo pasado, con asistencia masiva de todos los medios, en una mesa de la sala de prensa de la Alcaldía de Medellín, “Fico” presentó decenas de carpetas, donde aseguró, había 501 hallazgos de corrupción del gobierno de su antítesis Daniel Quintero.
“Se hallaron evidencias de la presunta desviación de los fondos del Presupuesto Participativo, recursos públicos para la financiación de campañas políticas a la Alcaldía de Medellín. Este correo fue recibido en la línea ética de Plaza Mayor, donde una corporación manifiesta que no le han realizado un pago, porque quién debía realizarlo, tuvo que entregar un porcentaje a una campaña política a la Alcaldía de Medellín”, dijo en su momento el Alcalde Gutiérrez.
En los primeros meses, buena parte del recurso humano de la administración estuvo trabajando en cada una de las dependencias en la búsqueda de indicios de corrupción o mala administración entre 2020 y 2023. La auditoría forense se hizo palmo a palmo y se convierte en el primer punto de los 100 días, punto que Odría ser positivo y también negativo.
Más de un mes después de haber entregado los cientos de folios a autoridades como la Procuraduría, la Fiscalía e incluso a la Contraloría, no se ha dado un avance notorio en las investigaciones, de las cuales, se espera resultados en corto tiempo. De no lograrse unos procesos serios en contra de los señalados de corrupción, este esfuerzo por la “limpieza” interna de la Alcaldía, podría quedar en entredicho. Con seguridad, el tema dará para varios meses de cruces de mensajes en X, declaraciones públicas y una batalla legal que promete ser larga y controversial.
“Poner la casa en orden” implicó también una gran movilización de las entidades de la administración en tareas urgentes de ciudad. Pagar las deudas de las instituciones educativas para iniciar clases y poner en marcha una jornada masiva de limpieza en las calles, zonas verdes y parques de Medellín, es, entre otros, uno de los logros destacados en el informe presentado esta semana.
Foto: Alcaldía de Medellín
“Bajo la estrategia Tacita de Plata, 1.100 operarios y máquinas barredoras de Emvarias hicieron recorridos para la limpieza de las vías de la ciudad lo que suma 358.718 kilómetros, logrando recolectar más de 134.000 toneladas de residuos ordinarios e intervenir más de 32 millones de metros cuadrados de zonas verdes. En total, van 242 acciones ambientales y tareas de mantenimiento y cuidado de los recursos naturales”, dice textualmente el informe fechado el pasado 9 de abril de 2024.
Tal vez fue un error de redacción o, una cifra realmente elevada, pero lo cierto es que 32 millones de metros cuadrados es un poco menos que la superficie de La Luna, que tiene 37.9 millones de metros cuadrados según las cifras de la NASA, según las cifras de la agencia espacial, tendríamos que decir que, comparativamente, los recorridos de operarios y barredoras de Emvarias, equivalen a casi la distancia entre La Tierra y Luna, medida en unos 384.000 kilómetros. Si las cifras, en efecto corresponden, se hace muy evidente que Medellín necesitaba limpieza urgente. Bien, esto se refuerza, teniendo en cuenta que la cantidad de desechos recogidos, según el informe, equivale a 2.2 veces el peso total del edificio Empire State, uno del rascacielos más famoso del mundo.
Apersonarse de la seguridad
En su primer mandato, “Fico” se había ganado el apodo de “Sherif”, en buena parte, por participar directamente en los operativos de captura de delincuentes y su campaña de “Los más buscados”, una especie de álbum de rostros en sombras, que se iba llenando en la medida en la que se fueran capturando. Hoy no hay un cartel de los más buscados, pero si, una evidente iniciativa del mandatario por hacer personalmente los anuncios importantes en materia de seguridad.
Por el momento, las cifras lo favorecen. A la fecha los homicidios en Medellín tienen una reducción del 4.7% frente al mismo periodo de 2023, con una sutil diferencia de 5 casos registrados en este lapso, según advierte el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia. No obstante, habría que mencionar que comunas como El Poblado y San Javier, presentan aumentos del 350% y el 400% en este delito.
En estos 104 días, Federico Gutiérrez ha enfrentado crisis de orden público en Manrique, Castilla y El Poblado. Se ha referido insistentemente al Proceso de Paz entre el Gobierno Nacional y las organizaciones delincuenciales del Valle de Aburrá, entre ellas “La Oficina”, conversaciones en las que son parte activa muchos de los cabecillas que fueron capturados en su anterior administración y otros que ahora están en libertad, como se supo recientemente de Gustavo Adolfo Peña, alias “El Montañero”, líder de la banda de “El Mesa”, quien sería cobijado por beneficios como Gestor de Paz.
Otro de los incidentes que lograron generar zozobra entre las autoridades, fue el asesinato de Edinson Rodolfo Rojas, alias “Pichi”, líder de la organización delincuencial de “La Terraza”. Hasta el momento no se han dado avances de la investigación ni la captura de los asesinos. Lo que podría ser una nueva confrontación entre grupos delincuenciales, no pasó.
Foto: Alcaldía de Medellín “Los hurtos bajaron con relación a 2023: en el caso de hurto a personas el 25 %; a establecimientos comerciales el 55 %; a residencias el 14 %; y de motos el 8 %. Con relación a otros delitos, se destaca que la extorsión bajó 40 % y el secuestro 86 %”, dice el informe de la Alcaldía de Medellín.
A pesar de las reducciones de los delitos de alto impacto, es real que existe una percepción negativa de la seguridad en varios puntos de la ciudad. El Decreto 0044 del 17 de enero de 2024, restringe el consumo de drogas en instituciones o establecimientos educativos públicos y privados, parques y plazas públicas, centros deportivos y recreativos, así como en eventos públicos o privados con presencia de menores de edad.
No obstante, las quejas son múltiples y el cumplimiento obligado de la norma está en la lista de deudas de los primeros 100 días de la administración. Tan solo hace dos semanas, un equipo de Exclusivo Colombia, realizó un recorrido por la comuna 14 de El Poblado, encontrando expendios de droga al aire libre y a plena vista pública, en por lo menos cuatro zonas, incluyendo el Parque de El Poblado y el Parque Lleras, aunque este último, merece un análisis aparte.
En materia de seguridad, además, cabe anotar que, a pesar de los más de 20 operativos de intervención en zonas como Cúcuta con La Paz, en el centro de Medellín y otras zonas deprimidas por la presencia de cientos de habitantes en condición de calle, los cambuches y los asentamientos irregulares de esta población no han cedido. Se estima que la población en esta condición puede llegar a más de 12.000, según cifras de las entidades que atienden de primera mano los servicios básicos en la ciudad, pero oficialmente, la cifra solo llega a unos 2.800 que se tienen en los registros.
“La atención a los habitantes de calle registró cifras significativas en los primeros 100 días de gobierno, con un incremento de 309 % con respecto a 2023. También, entraron en funcionamiento 21 Centros Integrales y de Familia, que ofrecen acompañamiento psicosocial y la oferta institucional ante situaciones de violencia intrafamiliar”, dice el informe.
La recuperación del Espacio Público, apenas inicia con algunas acciones puntuales, pero no será una tarea fácil en la administración de Federico Gutiérrez.
La crisis del turismo y la explotación sexual
Foto: Exclusivo Colombia
Ni es nuevo, ni es un problema que se haya descubierto en estos 104 días en Medellín. Es el tema, que, por un caso aberrante, reventó como una bomba mediática en el corazón del turismo y de la economía del entretenimiento en la ciudad: el Parque Lleras, que resume varios de los principales retos del alcalde Federico Gutiérrez.
Para comenzar es el epicentro del turismo sexual, turismo de extranjeros que el año pasado dejó la entrada de más de 400.000, sin contar los turistas internos, que son más de un millón. La concentración de la prostitución se mudó al icónico parque, donde se promedian unas 1.500 mujeres y trans que trabajan todos los días en un perímetro no superior a los 2 kilómetros cuadrados. Lo grave: la explotación de niños, niñas y adolescentes, que según advirtió la misma Alcaldía, son manejadas, instrumentalizadas por bandas delincuenciales como “La Terraza”, “La Raya” y “Robledo”, como mercado ilegal para los extranjeros que pagan entre 300 y 600 dólares por tener sexo con niñas paisas y venezolanas.
Se han realizado más de 20 operativos de control, que incluyen el cierre de establecimientos, con unos 50 policías que casi a diario hacen presencia y revisan, vigilan y procuran el control, en medio de un mercado que tiene todo lo legal e ilegal, y cuyo control, advierte Gutiérrez, apenas está en proceso, una batalla que apenas comienza.
El reto de las megaobras
Los avances de las megaobras en Medellín, están por verse. Los proyectos del Metro de la 80 y sacar adelante la finalización y puesta en funcionamiento total de Hidroituango. Contra todos los obstáculos posibles, las dos obras deben ver, según el Plan de Desarrollo, un desarrollo tangible al final del periodo de la Alcaldía, pero para esto faltan 1.456 días y contando.
La coyuntura política
En esta primera evaluación de la administración de Medellín, es imposible dejar por fuera la coyuntura política a la que se somete todos los días Federico Gutiérrez, visto adentro con una gran popularidad, que según la más reciente encuesta Invamer es del 76% y en el ámbito nacional, como una de las principales voces opositoras al Gobierno de Gustavo Petro.
En esta etapa, no solo se han dado controversias varias y en varios temas, sino el pedido constante de la Alcaldía al Gobierno por la atención a proyectos de ciudad, la seguridad y el Proceso de Paz. Gutiérrez, aliado casi incondicional del Gobernador Andrés Julián Rendón, ha conformado un bloque de alcaldes en todo el país, con un liderazgo marcado desde incluso, antes de ser posesionado el 1 de enero en la Plaza Botero.
La evaluación de estos días deja en claro que ya “Fico” ha encontrado temas que serán “caballitos de batalla” durante toda su administración:
Foto: Alcaldía de Medellín
Juicio y sanción pública a la administración anterior de Daniel Quintero Calle.
Adoptar, como ya lo supo hacer, toda la responsabilidad y la vocería de los temas de seguridad y orden público en Medellín.
Equilibrar las cargas en la opinión pública frente al Gobierno Nacional, adoptando una vocería opositora desde las regiones con alcaldes afines.
En materia de seguridad, por lo menos en un comienzo, ha mostrado tres temas inexorables: explotación sexual de niños, niñas y adolescentes, seguridad urbana, hurtos y casos de “fleteo” y el tema del Proceso de Paz con las estructuras delincuenciales del Valle de Aburrá.
Tras la presentación del Plan de Desarrollo, consolidará un poder nunca antes visto en el Concejo de Medellín, donde la coalición tendrá prácticamente desaparecida cualquier oposición.
En pleno sector de la Veracruz en Medellín, una mamá convirtió su voz y talento musical en una opción de vida. Con su persistencia, le demuestra a cientos de mujeres que hay otros caminos para lograr el éxito y narró en Exclusivo Colombia que su sueño es subirse a una tarima y conocer grandes artistas de la música romántica.
En Carabobo con Boyacá, en pleno centro de Medellín, una voz femenina irradia esperanza y con sus letras busca alcanzar el éxito que todos los días se promete lograr. Se trata de Zaira Grisales Ibarra, una mujer oriunda de Supía – Caldas que busca en la música una opción de vida.
Zaira trabaja en la Veracruz, un sitio muy comercial pero también marcado por el turismo sexual. Pero ella, a diferencia de otras mujeres demuestra que hay otras formas de soñar, construir carrera y salir adelante. Todos los días su voz deja un mensaje de superación a quienes transitan y se detienen para verla.
Minutos antes de iniciar su jornada laboral, la mujer de 31 años habló con Exclusivo Colombia y explicó que es madre cabeza de hogar y su deseo es que nunca le falte nada a su hijo de 23 meses “el papá del niño decidió apartarse de nosotros y yo empecé a emprender en el tema de la música porque yo ya lo venía haciendo desde mis 12 años”. Agregó que “uno de los episodios más difíciles es mi hijo y que me ha motivado a seguir cantando es mi hijo porque siento que a él no le puede faltar nada, que me falte a mí pero que él lo tenga todo”.
Su herramienta de trabajo es un bafle y un micrófono. Siempre está acompañada por su hijo a quien no deja solo ni un solo minuto e incluso, en ocasiones la acompaña bailando. Ella contó, con orgullo, que ha sido padre y madre y por eso emprendió un sueño musical en las calles de Medellín “y gracias a Dios la gente me ha dado mucho apoyo, me he dado a conocer bastante, a la gente le gusta mi trabajo porque yo no le hago daño a nadie”. Dice que su vocación como madre y su actitud emprendedora ya le trajo las “primeras bendiciones”. En estas calles del centro de Medellín conoció un nuevo amor con quien inició una relación hace 6 meses. Se trata de Jhony Guevara, quien llegó huyendo de la crisis en Venezuela y empezó de cero en la ciudad. Él es un trabajador informal de la zona que vende medias y otros implementos y como ambos comparten el mismo lugar de trabajo se apoyan con el cuidado del niño.
Zaira es una mujer humilde, que a pesar de las pocas posibilidades económicas ya ha dado pasos contundentes. Su trabajo artístico lo está compartiendo en redes sociales y algunos de sus videos se han viralizado en Tik Tok. Ella habló de los géneros musicales que más la identifican “la balada romántica y la ranchera, aunque a la gente le gusta mucho como canto la salsa y el merengue, soy una mujer muy versátil”.
Dijo que sueño es conocer muchos artistas, entre ellos Ana Gabriel y Mirian Hernández y garantizarle un mejor futuro a su hijo, por quien todos los días se levanta a cantar con el propósito de conseguir el dinero para los gastos del menor y de la casa ubicada en la comuna 3 – Manrique “mi sueño es darle su estudio, universidad, darle todo lo que él se merece y por qué no, algún día subirme a una tarima bien grande”.
Redes sociales: Tik Tok: zaira_cantante Facebook: Zaira Ibarra
Más de 30 años de confrontaciones entre grupos delincuenciales en Medellín tras el desmantelamiento del Cartel de Medellín, parecen haberse detenido en los últimos años, llevando a la ciudad a una tensa calma y una reducción de homicidios sin precedentes en la historia y que se sostiene en 2024. ¿Producto de pactos y del proceso de paz con el Gobierno Nacional? ¿Quiénes son los cabecillas que tienen identificados las autoridades? ¿Cuáles están en libertad?
Exclusivo Colombia tuvo acceso a los informes con los que se construyó el llamado Inventario Criminal Unificado en Medellín, que es el resultado de las investigaciones, seguimientos y datos analizados de las principales autoridades entorno a la composición y distribución de los Grupos Delincuenciales y Organizaciones Criminales que actúan en la ciudad y que son actualmente, los más recientes con los que cuenta la Alcaldía de Medellín para planear las estrategias articuladas contra el delito.
Para comenzar, la cifra de grupos identificados es bien diferente a la que tiene la Oficina del Alto Comisionado de Paz, que está en negociación sigilosa y hermética con al menos 11 estructuras criminales de primer nivel, también llamadas GDO (Grupos Delincuenciales Organizados) y que según el informe representan el 87% de la totalidad de estos grupos en la ciudad y el Valle de Aburrá.
Según advierte el informe, con datos verificados por la Fiscalía General de la Nación y la Policía Metropolitana, en Medellín hay 10 GDO y 81 Grupos Delincuenciales Comunes Organizados (organizaciones más pequeñas, generalmente dependientes de las primeras) con 2.864 integrantes identificados y unos 6.000 en total, si se tiene en cuenta la posibilidad del subregistro.
Esta es la cifra que reconoce el Alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez Zuluaga, quien insistentemente se ha quejado públicamente por desconocer lo que se está negociando en la Mesa de Paz de Itagüí, instalada desde junio del año pasado por el Gobierno Nacional y de la cual se desconocen los avances.
“He hablado con el Alto Comisionado de Paz, Otty Patiño, con quien hemos tenido comunicación permanente. Insisto que no sabemos que se está negociando, solo el Gobierno tiene la información. Vuelvo e insisto, la voluntad de paz, siempre se tiene que notar, si hay voluntad de paz, dejen de asesinar, dejen de extorsionar, dejen de desplazar, dejen de robar, dejen de hacerle daño a la gente. Si tienen voluntad de paz, yo me encargo de esos más de 6.000 jóvenes que hacen parte de las estructuras criminales para que tengan una oportunidad diferente a la de las armas”, dijo el mandatario, justo después del asesinato de Edinson Rodolfo Rojas, alias “Pichi Gordo”, uno de los cabecillas histórico de la llamada “Oficina” y quien estaba en libertad, incluso, sin haber cumplido ni la mitad de una sentencia a 16 años de cárcel por homicidio, concierto para delinquir y porte ilegal de armas.
Precisamente desde la Oficina del Alto Comisionado de Paz, se habla no de 81 grupos al margen de la ley, sino de unos 350, y, no de 6.000 integrantes, sino de unos 12.000, que advierten los cabecillas recluidos y participando en la Mesa de Paz, tienen en sus filas en el Valle de Aburrá.
Pero ¿según los informes del Inventario Criminal Unificado cómo está compuesto el crimen organizado en la ciudad en la actualidad?
La medida de las estructuras delincuenciales
Este era uno de los carteles de los Más Buscados, publicado por la Alcaldía de Medellín entre 2016 y 2019, en la que aparecen muchos de los cabecillas que hoy están en libertad o en la Mesa de Paz de Itagüí. Foto: Archivo
“La Oficina” aparece como la estructura principal del crimen en la ciudad, con dos alas, lideradas por dos grupos conocidos como Grupo Colegiado de La Oficina y la Alianza de Estructuras Criminales, la primera con 37 subgrupos y la segunda con 33, cada una con 3 estructuras de primer nivel, entre las que se pueden contar bandas reconocidas como “La Terraza”, “Robledo”, “Los Triana” y “Caicedo”, además de los grupos delincuenciales de Bello, como “Los Chatas”, “Pachelly” y “El Mesa”, todos con historiales delictivos de más de 20 años.
No obstante, el informe reconoce que también hay injerencia del llamado “Clan del Golfo”, a los que les atribuyen al menos dos grupos de primer nivel, como “Altavista” y cuatro grupos de segundo nivel, mejor conocidos como “Combos”.
Igualmente, en la lista aparecen dos Grupos Delincuenciales independientes y 7 subgrupos, de los cuales se advierte, no les obedecen a las grandes estructuras y que hoy no están sentados en la Mesa de Paz, al igual que el “Clan del Golfo”.
El informe, además, advierte de un posible obstáculo. Hasta la fecha de elaboración de este, había 70 procesos investigativos estructurales abiertos en contra de igual número de bandas y había otros 40 pendientes. De estos no se sabe a la fecha de los avances, precisamente a la espera del desarrollo de las conversaciones con el Gobierno Nacional. No obstante, de manera conjunta, las autoridades siguen actuando en contra de las estructuras, pero en 2024 aún no se realiza ninguna captura relevante en Medellín de los denominados “Objetivos de Alto Valor”, o cabecillas de primer nivel de estas estructuras criminales.
La captura, con fines de extradición, de alias “La Firma”, se dio apenas hace unas semanas en Robledo. No obstante, se dio en una investigación por narcotráfico. Foto: Policía Nacional
El más reciente caso, a comienzos de marzo, anunciado sin mucho bombo ni platillos, fue el de la captura de alias “La Firma”, Jean Fernando Espinosa Lopera, un expolicía vinculado con “La Oficina” desde hace más dos décadas, que según las autoridades estaba dedicado al narcotráfico para carteles mexicanos. Fue apresado en Robledo por la Dijín y será extraditado a petición de Estados Unidos. En sus inicios estaba vinculado a la GDO “Doce de Octubre” y fue capturado en agosto de 2012 y condenado a 15 años de prisión, no obstante, como se hace evidente, no terminó de cumplir su sentencia y había vuelto al mundo criminal en completa discreción. Sin embargo, esta operación no hacía parte de las investigaciones estructurales de la “Oficina” y su valoración como cabecilla, estaba lejos de ser un objetivo imperante.
Cabecillas en libertad
A la fecha la reducción de homicidios en Medellín, frente al año 2023, es del 8.4%, se han cometido 87 asesinatos frente a 95 del año anterior y las cifras del primer trimestre de 2024 sigue siendo positiva, incluso cuando hablamos de los últimos años, donde de manera sistemática se redujo este delito a niveles sin antecedentes en la historia.
Según el Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia, del total de estos crímenes, 16 son asociados a la acción de grupos delincuenciales, un 38% menos que en 2023. Sin duda, con las cifras, se puede deducir que la violencia del crimen organizado se ha “estancado”. Actualmente, advierte una fuente allegada a las investigaciones de criminalidad en la ciudad, no existe identificada ninguna confrontación particular entre bandas en ningún punto de la ciudad y hay una “tensa calma” en sectores como Manrique, Robledo y la comuna de San Javier, donde se han desatado enfrentamientos en años anteriores.
¿Resultado de pactos? Nadie lo confirma directamente. La reducción de homicidios en Medellín se ha dado de manera consecutiva durante los últimos 8 años, incluso sin advertir en el horizonte un proceso de paz con el Gobierno. Para algunos analistas del conflicto, ha existido un pacto no declarado entre los principales cabecillas de las organizaciones más relevantes del crimen, la mayoría en prisión, como José Leonardo Muñoz, alias “Douglas”, Juan Carlos Mesa Vallejo, alias “Tom” y Freyner Ramírez, alias “Carlos Pesebre”.
No obstante, también se advierte que muchos de los que una vez hicieron parte de los carteles de “Los más buscados”, en ofensivas contra el crimen lideradas en la primera administración de Federico Gutiérrez y alcaldes anteriores, ahora están en libertad, algunos incluso, colaborando con el hermético proceso de paz de Itagüí. Con el asesinato de alias “Pichi Gordo” en El Poblado, del cual pocos sabían que estaba en libertad, comenzaron las preguntas para advertir que varias de las más importantes cabezas de “La Oficina”, estaban en libertad.
“Sabemos que “Pichi Belén” desde la calle está colaborando con el proceso. Él y “Pichi Gordo” están incluidos de manera discreta con esto, por eso preocupó tanto la muerte de este último, pensamos que podría desatarse un enfrentamiento, pero hasta ahora no ha sucedido nada raro”, advierte una fuente allegada a la Mesa de Paz.
Juan Carlos Castro, alias “Pichi Belén”, fue incluido en 2018 en el cartel de los más buscados, señalado como el principal cabecilla de “La Oficina” y mano derecha de alias “Tom”. Se ofreció una recompensa de hasta $100 millones por su captura, que se registró en Tolú ese mismo año en un mega operativo con más de 100 hombres de las Fuerzas Especiales de la Policía. Castro fue condenado a 6 años de prisión, pero en diciembre pasado fue beneficiado con detención domiciliaria.
Entre los 5 principales cabecillas capturados y ya en libertad o con detención domiciliaria, también se encuentra Carlos Mauricio Soto, alias “Soto”, señalado por las autoridades de ser el jefe del GDO “Picacho” y con historial criminal de más de dos décadas en “La Oficina”. Tras ser capturado en 2017, fue condenado a 9 años de prisión, de los cuales cumplió poco más de 3, quedando con beneficio de casa por cárcel desde 2020, en completa discreción y silencio.
Caso similar es el de Julián Andrey González Vásquez, alias “Barney”, capturado en Bogotá en 2015, presentado como uno de “los principales cabecillas del crimen organizado del Valle de Aburrá” y condenado a 17 años de cárcel por tres casos de homicidio y concierto para delinquir, pero beneficiado también con prisión domiciliaria en la época de pandemia en 2020. También permanece lejos del ojo de las investigaciones recientes de las autoridades.
El cuarto cabecilla, que de hecho se hacía llamar “El Patrón” es un histórico líder delincuencial del Nororiente de Medellín, Elkin Triana Bustos, según las autoridades, fundador de la banda de “Los Triana”, capturado en una lujosa finca de Amagá en 2018 y condenado ese mismo año a 8 años de cárcel por concierto para delinquir y con beneficio de casa por cárcel en 2020. Tampoco se encuentra en este momento con pendientes ante la justicia, tampoco este grupo hace parte de la Mesa de Paz.
El quinto caso, fue el ya reseñado de alias “Pichi Gordo”, quien tuvo final trágico hace apenas unas semanas. Hasta el momento no se sabe quién ni por qué fue asesinado. Las pistas del caso las tiene un grupo especializado de investigación, pero los avances o consecuencias de este asesinato son un enigma.
No obstante, no se puede quedar por fuera Franklin Andrés Vargas, alias “Frank”. El hombre mejor conocido por ser el hermano del extraditado jefe de “La Oficina”, Erikson Vargas, alias “Sebastián”. “Frank”, según las autoridades había tenido el beneplácito de su hermano para liderar la organización tras su caída, pero fue capturado en 2012 y condenado a 16 años de cárcel por delitos como concierto para delinquir. No obstante, desde 2019 fue abrigado con libertad condicional, sin que hasta hoy se conozca de su paradero.
Las llaves de la guerra o la paz
Alias “Tom”, “Carlos Pesebre” y “Douglas”
Los que, si siguen tras las rejas, no obstante, desde junio del año pasado están, en su mayoría recluidos en la Cárcel de La Paz en Itagüí, reunidos allí gracias a la iniciativa de negociación del Gobierno Nacional, sin embargo, dos fichas claves no están allí presentes, sino con una especie de “representación”.
“Los principales cerebros y patrones del crimen en Medellín son “Douglas” y “Tom”, pero ellos solo están representados en la Mesa. Ahí está “Carlos Pesebre”, que es uno de los voceros más fuerte. Ellos son los que tienen las llaves, entre los tres tienen más del 80% de los combos”, advierte la fuente allegada a la Mesa de Paz de Itagüí, quien, por razones de discreción del proceso, pide la reserva de su identidad.
En la Mesa quien representa las estructuras de alias “Tom” es alias “Vallejo”, Jesús Vallejo Alarcón, cabecilla de “El Mesa”, pero también aparecen figuras del crimen como Jesús David Hernández, alias “Chaparro”, líder de la banda “Pablo Escobar” y condenado a 46 años de cárcel por la desaparición de tres jóvenes estudiantes de La Estrella y alias “28”, un delincuente de esa zona del Aburrá, en hechos ocurridos en 2009.
También, como relevante en esta ala de la organización criminal, está alias “Lindolfo”, Sebastián Murillo Echeverry, condenado por homicidio agravado a 18 años de prisión y recordado por ser el ex esposo de la reconocida presentadora Vanesa Peláez. Señalado líder de la banda de “Caicedo”.
Un caso particular, de otro de los voceros de la cárcel de Itagüí, es el de Gustavo Adolfo Pérez Peña, alias “El Montañero”, uno de los históricos jefes de la banda de “El Mesa”, en Bello, que quedó en libertad desde el pasado 14 de marzo. Fue capturado en 2019 y condenado a 8 años de cárcel, de los cuales pagó poco más de la mitad. Se desconoce si seguirá en el proceso.
Por el lado de alias “Douglas”, se reconoce a su mano derecha, alias “Compa”, Óscar Fernando Salazar, reconocido hace más de 20 años en la organización de “La Oficina”.
Juan Camilo Rendón Castro, “alias Saya”, es el vocero de La Terraza. Él fue condenado en 2014 a catorce años de prisión por los delitos de concierto para delinquir agravado, doble homicidios y tráfico de armas y municiones.
En total 16 cabecillas de primer nivel, (sacando a alias “Montañero”), aparentemente comprometidos con la paz, hacen parte de la lista, por lo menos de los que se sabe, están aún tras las rejas.
Lo cierto es que sin datos certeros de lo que se está negociando en este proceso, con un nuevo Alto Comisionado de Paz y con las investigaciones estructurales a los Grupos Delincuenciales Organizados en vilo, la ciudad vive una calma atípica, no obstante, con un incremento sustancial en delitos como la extorsión que el año pasado subió más del 300% y este año, apenas viene en disminución del 48% y una delincuencia que ha optado por el hurto en todas las modalidades, con más de 5.500 solo en lo que va del año.
La intervención de la Plaza Botero, donde se controló espacio público, tuvo efectos negativos en Bolívar
—Esto acá es como Petare, el barrio más peligroso de Caracas, ¿me entiendes?
Quien habla es una mujer venezolana joven, vendedora de dulces y cigarrillos. Todos los días llega al Parque Bolívar a las 7:00 de la mañana. Pasa las horas ahí, frente al teatro Lido, viendo cosas que a veces no quisiera ver.
—Acá me han tocado cosas muy feas—dice la mujer frunciendo el ceño—. La otra vez me cayó acá un apuñalado.
—¿Un apuñalado?
—Acá hay peleas a todas horas. Pelean porque se miran mal, por robarse droga entre ellos, por cualquier cosa se dan puñaladas. No hay una hora del día que no peleen.
Cerca de la chaza de la vendedora hay una ceiba que desde hace tiempo es baño público para muchos. Las raíces, que están al exterior, huelen a orines fermentados, a amoniaco rancio.
Frente a ese árbol hay un grupo de cinco hombres, todos desarrapados, que se mantienen de cuclillas sobre el suelo. Juegan con un dado y cada tanto gritan y se estremecen. Uno de ellos tiene un problema de movilidad, las piernas contrahechas, y se arrastra por el suelo sujetando un tarro de sacol.
Suciedad y hasta una botella con sacol en las bancas del Parque Bolívar.
Ese grupo de hombres, dice la vendedora, pasa horas enteras ahí, en el suelo. Por una desavenencia en el juego se pueden dar una cuchillada.
—El parque está dividido—dice la vendedora, que echa una mirada rápida a los alrededores—. En la parte de acá están los gamines; en el centro, los travestis, que acosan y dicen cosas a los turistas; más allá están los estafadores.
Es difícil ver turistas en Bolívar. Antes llegaban grupos de extranjeros a visitar el parque, donde se construyó la Basílica Metropolitana, originalmente llamada Catedral de Villanueva, la más grande en el mundo levantada con ladrillos. Dicen los que saben que son un millón doscientos mil ladrillos los que conforman la iglesia.
Las ventas que ocupan espacio público se han incrementado en las últimas semanas, luego de la intervención de la Plaza Botero.
En los alrededores del parque, en un tiempo que ya parece pretérito, vivieron familias acaudaladas y renombradas de la ciudad. “El Parque de Bolívar y de los ricos” es un artículo que publicó el periódico Universo Centro en 2009. Relata una serie de historias muy entretenidas, que bordean con lo pintoresco, y que retratan los tiempos de la bonanza.
Cuentan, por ejemplo, que Pablo Tobón Uribe pasaba todos los días por el Parque Bolívar a tomarse una limonada. “Pedía un vaso de agua, luego pedía que le regalaran un limón y lo exprimía, y como en todas las mesas había azucareras, le echaba dos o tres cucharaditas y listo. Eso sí, daba las gracias”, dice el artículo.
Grupos de hombres juegan juegos de hacer durante horas en el Parque Bolívar.
La rifa de una casa y la celebración de fiestas homosexuales son anécdotas del viejo parque, del que poco, muy poco, queda. Ese no era el Petare que hoy retrata la vendedora de dulces y cigarrillos. El consumo de bazuco, marihuana, sacol y alcohol es continuo, desde la mañana hasta la noche. Lo que llama la atención es que en el parque hay un CAI de la Policía que bien sirve de adorno, pues en sus narices, hace un par de años, se robaron la espada de la estatua de Simón Bolívar.
La vendedora de dulces dice que el Bolívar es un territorio hostil, en el que todos son enemigos de todos:
—Acá se me acercan y me dicen que les cuide la ropa por si se quedan dormidos. Entre ellos mismos se roban.
Sobre las bancas hay personas dormidas, dobladas sobre sí, inconscientes. Ya nadie juega ajedrez bajo la sombra de las ceibas.
Lo más grave es que al parque han llegado nuevas personas a ocupar el espacio público a consumir drogas. Desde que se intervino la Plaza Botero y se controló allí el espacio, muchos tuvieron que salir para otros lugares y encontraron en Bolívar una nueva oportunidad. Como este parque no se ha intervenido, y parece olvidado por la nueva administración, el desorden es tremendo.
Los venteros que llevan más tiempo han visto la llegada de nuevas personas que, con esteras y mantas, han instalado puestos informales de venta de ropa y accesorios, ocupando varios metros cuadrados del parque.
Ver personas durmiendo en el parque hace parte del diario vivir.
Aunque hace parte de la historia de la ciudad, y allí está la Basílica, Bolívar no ha tenido la atención mediática ni administrativa que ha tenido Botero. El parque hoy, como dice la vendedora, es tierra de nadie:
—Esto acá no le importa a nadie. Como te dije, es como Petare, un peligro, de lo peor. Los que lleguen nuevos tienen que estar con cuidado porque por cualquier cosa los pueden matar.