El hurto de motocicletas en Medellín tiene muchas caras. Esta semana, la cara fue la peor posible, la de la muerte. Dos hombres perdieron la vida defendiendo sus vehículos de los delincuentes. ¿Casos aislados? Parece que no, el año pasado se hurtaron unas 6.000 motos, solo en Medellín.
Alexander Méndez Bedoya y Julián Velásquez Grisales, son los nombres que se suman a la lista de las víctimas de hurto que terminaron asesinados en Medellín, al intentar oponer resistencia a los delincuentes. El primer caso, en el barrio Santa Fe, el segundo en el barrio Kennedy.
El hurto de motocicletas en todas las modalidades es el trasfondo de estos crímenes, atípicos, si hablamos de las estadísticas del Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia de la Alcaldía de Medellín, que señala que aproximadamente el 90% de los robos de estos vehículos, ocurren bajo la modalidad de halado, en ciertos sectores de la ciudad y aprovechando la ausencia del propietario.
Según advierte el informe policial, ambos casos ocurrieron este 26 de enero, con escasas dos horas de diferencia. A Alexander lo abordaron en la calle 16 con carrera 52, pleno corazón de la comuna de Guayabal. Hasta allá llegaron delincuentes que con un arma de fuego lo intimidaron, la víctima, arrancó las llaves de la moto y las tiró a la calle, en respuesta recibió al menos un disparo que le quitó la vida.
La modalidad se repitió en la comuna del Doce de Octubre, donde Julián, iba con una acompañante. En este caso fueron al menos ocho los atacantes, según testigos, los rodearon para quitarle la motocicleta y al intentar oponerse recibió varios impactos, su compañera también resultó herida. Él, desafortunadamente no sobrevivió.
¿La vida por una motocicleta?
La ciudad vive una singular arremetida de los delincuentes dedicados al hurto de motocicletas. Solo en 2023 se hurtaron unas 6.000 motocicletas en Medellín, un promedio de entre 16 y 17 casos al día, según el informe estadístico de la Policía Metropolitana. Esto es un aumento del 3% frente al año 2022, donde se sumaron 5.858 casos y que es, de acuerdo al estudio, el segundo delito de más impacto en la ciudad, después del hurto a personas que superó los 30.000 casos el año pasado.
Si las cifras son poco reveladoras, para poner en contexto la situación, Exclusivo Colombia tuvo acceso a varios de los archivos judiciales, donde se revela, incluso, días concretos de 2023, donde se llegaron a cometer más de 60 hurtos de motocicletas y rachas de 10 a 15 vehículos en varios puntos de la ciudad, con idénticas características, lo que habla del nivel de organización y capacidad de actuación de las bandas dedicadas a este delito.
Según las autoridades, detrás del hurto de motocicletas hay un factor diferencial: el despiece y mercado negro de repuestos. Una motocicleta cuadruplica su valor comercial vendida por partes, y ese detalle aparece repetidamente en las investigaciones a las estructuras delincuenciales dedicadas a este crimen en particular.
El fenómeno no es nuevo, el aumento del delito de hurto de las motos viene en crecimiento acelerado y al parecer, sin contención.
“Cuando nos nosotros iniciamos este trabajo hace unos 13 años, aumentó mucho la modalidad de la mano armada, era muy fácil porque el delincuente necesitaba solamente dos cosas: un arma y poder de intimidación. En Medellín, los identificaban porque era el que rodara por la ciudad iba en calidad de víctimas, porque fuera buñuelo, que no supiera manejar bien la moto, que rodara asustado, que no fuera seguro a la hora de conducir”, dice el reconocido líder motero y experto en seguridad vehicular, Rolando Plazas.
El crecimiento del delito es exponencial. En 2015 se robaron 4.376 motos en la ciudad y llegamos a 6.000 en 2023, solo en los últimos 4 años este crimen creció en 11%. En la capital paisa están robando como nunca antes.
Este inicio de 2024 no parece mejorar la situación, a pesar de los 6 puestos de control móviles que las autoridades han implementado en varios puntos diariamente. Solo entre el 1 y el 19 de enero ya fueron robadas 162 motocicletas y ya dos personas, tal como se reseña al inicio, perdieron la vida en estos incidentes.
Las modalidades
“En Medellín existen múltiples modalidades de hurto de motocicletas, pero solamente algunas son las más usadas. En primer lugar, con casi el 90% tenemos la modalidad de halado.
¿Qué pasa? Con el tiempo se dieron cuenta que era más fácil entrenarse en electrónica de motos para poderse la robar en una modalidad distinta que es halado.
Pero también hay otra modalidad, aparte de mano armada y el halado, que es la estafa. La estafa también son personas entrenadas, pero en engañar gente. Entonces, te venden una moto que ha sido hurtada con el sistema de placas “gemeliadas” y te estafan”, explica Rolando Plazas.La herramienta más usada para llevarse una motocicleta en 30 segundos, se llama “pesa de choque”. Consiste en una especie de palanca que se inserta en el encendido de la motocicleta, con un golpe de una pesa que viene en la palanca, se desprende el mecanismo de la llave, luego se enciente la moto con un destornillador y listo. En menos de un minuto, el delincuente se puede llevar el vehículo y el dueño, a veces, solo se da cuenta media hora, una hora después. El rastro se pierde y el vehículo termina en un taller, en una bodega o en un deshuesadero, donde, advierten las investigaciones, la moto está desarmada en menos de 24 horas.
Las pesquisas adelantadas en el año anterior, advierten que estos sitios clandestinos se han detectado, en su mayoría, en la zona Nororiental, en barrios como Manrique, Campo Valdés y el barrio Popular. De allí se transportan los repuestos, que incluso son revendidos a través de redes sociales, incluso por encargo, de acuerdo a las marcas y tipo de repuesto necesario. Es toda una red empresarial de un negocio ilegal.
Las pesquisas adelantadas en el año anterior, advierten que estos sitios clandestinos se han detectado, en su mayoría, en la zona Nororiental, en barrios como Manrique, Campo Valdés y el barrio Popular. De allí se transportan los repuestos, que incluso son revendidos a través de redes sociales, incluso por encargo, de acuerdo a las marcas y tipo de repuesto necesario. Es toda una red empresarial de un negocio ilegal.
“Tenemos que últimamente explotaron los arriendos de vehículos y de motos para hacer transporte o mensajería. Se está utilizando mucho a rendar los vehículos para estas dos formas de trabajo, pero también se está presentando mucho el abuso de confianza. Claramente es un robo, tú le arriendas a alguien tu vehículo, esa persona se lo lleva, lo vende porque no hay denuncio de robo, tiene un mes de arriendo, lo vende a una víctima inocente y él se desaparece”, agrega Rolando Plazas.
Prevención y tecnología contra el crimen
Según los indicadores de las autoridades, las marcas de motocicletas más hurtadas en Medellín son las más comerciales. Las AKT-NKD, las Yamaha Nmax y todas las referencias de las Auteco – Pulsar, encabezan la lista de las más hurtadas.
Del total de las motos hurtadas el año pasado, 1.974 se las llevaron los delincuentes en las horas de la madrugada, la hora favorita entre las 4 y las 5 de la mañana, mientras que el mes donde peor se presentó esta situación, fue junio, con un total de 645 casos.
Los datos del SISC, advierten que, además, que las comunas donde más se cometen estos hurtos, son, en su respectivo orden, La Candelaria (606 casos), Aranjuez (547 casos) y Robledo (514 casos), no obstante, una de las comunas donde más se aumentó este crimen fue en El Poblado, donde se registra un incremento del 17%.
Teniendo estos datos, cada motociclista sabe, al menos, donde tener más cuidado y a qué hora. No obstante, aparte de la prevención necesaria, hay que decir que precisamente en 2023, gracias al uso de las llamadas cámaras LPR (de reconocimiento de placas) se pudieron recuperar en este periodo 1.758 motos robadas, todo un récord para las autoridades, que a su vez reportaron la captura, este mismo año, de 929 delincuentes en flagrancia y por orden judicial por el delito de receptación.