Revelamos la historia de la gata que fue hallada muerta en una vivienda del barrio El Popular 2 de Medellín, lugar donde también apareció muerta su familia y el trabajo contrarreloj de la Unidad Forense Veterinaria para determinar a través de una investigación científica las causas de su muerte.
Una tarde gris le devolvió el color a una familia en el barrio El Popular dos de Medellín. Los tres integrantes del hogar (la madre y sus dos hijos) recibieron, de manera sutil y silenciosa, a una pequeña vigilante de emociones.
Dicen los vecinos que rápidamente el felino comenzó a tejer vínculos con los dueños de la vivienda y sus escasas apariciones en la ventana de la casa dejaban ver su mirada penetrante que con el pasar de los días parecía conocer secretos.
Una amiga cercana a la familia le contó a Exclusivo Colombia que en muy poco tiempo la gata se ganó el afecto de María y Juan, los hijos de Diana. Todos, en una decisión familiar, decidieron que la mascota se llamaría Lucy. Con el pasar de los días, su particular ronroneo se convirtió en la “banda sonora” de las madrugadas y sus ojos amarillos, los que siempre recuerda el barrio, brillaban con una intensidad misteriosa, revelando así un universo de enigmas. Quienes la conocieron dicen que el amarillo en sus pupilas era un tono que variaba con la luz del sol y cuando la puerta estaba abierta se ubicaba con quietud para cautivar con mirada hipnótica a quienes caminaban por el sector.
Una fotografía conocida por este portal muestra a la gata criolla de pelaje blanco y negro acostada en su cama sobre una cobija color rosa con huellas. Según el testimonio de una allegada a la familia, este espacio lo aprovechaba para hacer una siesta en la tarde y luego, descansar en las noches. “Era una consentida”, dice.
En la mañana del 11 de septiembre, el corazón de Lucy dejó de latir. Esos ojos amarillos cargados de misterio y ternura se cerraron. El felino fue hallado muerto en el hogar que lo adoptó y al mismo tiempo fueron encontrados los cuerpos de la familia que lo acogió. (Diana y sus hijos: Juan de 17 años y María de 21).
El hallazgo de los tres integrantes de la familia y la gata -criolla mediana- conmocionó a Medellín y es investigado por las autoridades, bajo las hipótesis de un “suicidio colectivo” y un asesinato en el que la principal sospechosa es Diana, la mamá de Juan y María. Esta última ha tomado fuerza por recientes investigaciones periodísticas publicadas por medios de comunicación como Noticentro1 CM& y El Colombiano que revelaron una carta en la que la madre se despide de la novia de su hijo y le pide “perdón” y una entrevista del padre de los jóvenes quien aseguró que estaba seguro que ellos no hubieran tomado la decisión de quitarse la vida. Durante la inspección técnica adelantada por el CTI fue hallado un recipiente con cianuro.
Julio Aguirre es Médico Veterinario Forense y decano de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Uniremington. El profesional narró que el pasado miércoles 11 de septiembre (día de los hechos), recibió el cuerpo del animal para iniciar una investigación científica que permitirá hallar las causas de su muerte “el procedimiento ingresa a través de una petición de las autoridades locales y nacionales a la Unidad Forense Veterinaria, donde basados en nuestro protocolo de recepción para necropsia forense veterinaria hacemos una inspección externa e interna del animal que, en este caso fue encontrado muerto, para luego proceder con pruebas de laboratorio como Toxicología a fin de determinar si hay alguna sustancia ajena al cuerpo del animal que haya podido causar el deceso”.
Y aunque el caso permanece bajo reserva de la investigación, explicó qué efecto letal podría ocasionar una sustancia como el cianuro en un animal “bien, sustancias como el cianuro tienen una particularidad y es que el efecto de la acción es supremamente rápido debido a que en parte una denominación en medicina llamada la dosis legal 50 que debe ser una cantidad muy mínima de la sustancia para generar el efecto mortal, por tanto en este caso si se tratara de cianuro en el cuerpo del felino, pues el inicio de los signos que conllevan a la muerte hubiera sucedido en cuestión de segundos para una muerte causada en unos escasos minutos”
Y explicó detalles del trabajo de investigación que adelanta en Medellín “la Unidad Forense Veterinaria cuenta con diferentes profesionales: veterinarios, criminalistas y profesionales de laboratorio, lo que harán con este examinado es el protocolo de necropsia forense veterinaria donde se hace una evaluación externa, interna y de laboratorio para en un tiempo estimado de 72 horas entregar a las autoridades material suficiente que pueda orientar sobre la causa y la manera de muerte”.
Y contó algunas de las cifras que ha conocido su unidad de trabajo “las cifras son bastante alarmantes, es decir, que de cada 10 casos, cerca de 6 casos relacionados en la Unidad Forense Veterinaria tienen directa relación con violencias relacionadas con el espacio doméstico, es decir, el maltrato hacia los animales se relaciona casi en un 60% con otras formas expresivas de violencia al interior de los hogares o relacionadas con otras formas expresivas en espacios públicos, quiere decir que en el 40% de los casos encontramos situaciones de muerte en animales que no tienen relación con otras formas de violencia y esto es un factor determinante para incluir el maltrato animal como una violencia temprana”.
Agregó que, entre 2016 y 2022 de conocieron en promedio 395 casos de violencia animal con investigaciones activas en Fiscalía e inspecciones de policía. Pero son cerca de 3 mil casos que no tienen que ver con procesos activos.
Y anunció que el grupo de investigación forense de la facultad de Medicina Veterinaria de la Uniremington está planeando una investigación científica sobre los motivos y determinantes de este atípico caso, comparado con otros similares ocurridos en el mundo.