El proyecto se hace posible gracias a un acuerdo entre el municipio y la Universidad de Medellín
En Itagüí están a punto de terminar una vía inusual. A simple vista parece normal, pero por dentro lleva innovaciones que podrían cambiar la manera en la que se aprovechan los recursos en Colombia. Pero, ¿qué dorar la píldora? ¿Qué es lo que hace a esta calle diferente a las demás? Sencillo: el pavimento está hecho de materiales reciclados, como llantas y neumáticos, que de otra manera habrían terminado en rellenos sanitarios o contaminando algún campo.
Es cierto que no es la primera vez que se construye una vía en Colombia con materiales reciclados. En 2022, la Alcaldía de Medellín anunció que una de las calles adyacentes a La Alpujarra sería pavimentada con plástico reciclado. Algo similar se hizo también entre Santa Marta y La Guajira. Sabiendo que esas tierras son claves para mantener el equilibrio natural, pues están entre el mar Caribe y la Sierra Nevada, el Gobierno Nacional se dio a la tarea de buscar alternativas que ayudaran a alivianar la carga de residuos plásticos en la zona.
Ahora bien, el caso de Itagüí es particular porque emplea una técnica diferente a las demás. La técnica para utilizar los neumáticos se desarrolló en la Universidad de Medellín y se conoce como Sistema de Refuerzo Geotécnico con Neumáticos Usados. Ya se ha utilizado con éxito, según la universidad, en la construcción de varios andenes dentro del campus universitario.
¿Cómo se da, entonces, la unión entre la universidad y el municipio? Da la casualidad de que el secretario de Movilidad, Sebastián Zuleta, es estudiante de la maestría en Ingeniería Civil de la universidad. En el campus ha tenido un socio en la investigación, el profesor Mario Santiago Hernández. Entre los dos se propusieron la creación de este desarrollo no solo innovador, sino útil para el medio ambiente.
La calle en cuestión está entre la diagonal 40 y la carrera 47, que se están cimentando con tres materiales diferentes modificados y reciclados en la estructura de pavimentos: asfalto reciclado, mallas de geoceldas y geoceldas con material reciclado de llantas de neumáticos. Este desarrollo ya fue patentado por la universidad.
El secretario de Movilidad indicó que el trabajo no terminará una vez la calle esté en funcionamiento. Como es un desarrollo reciente, hay que ver el comportamiento del pavimento para determinar si más tarde podrá ser usado en extensiones más grandes de vías:
“Tendremos un análisis profundo de lo que son estas modificaciones y estos métodos alternativos constructivos que le puedan ayudar a construir y a contribuir a la edificación de nuevas vías y de nuevos pavimentos dentro de la ciudad de Itagüí y que nos genere un costo-beneficio para todos los ciudadanos”, precisó el secretario.
Y es que el asunto es determinar la cantidad de carga que este pavimento puede resistir. En términos prácticos, los neumáticos lo que hacen es amarrar el suelo y eso es favorable para la construcción. En palabras más sencillas, amalgama más el pavimento y lo hace más compacto.
Hasta ahora, según la Alcaldía de Itagüí y la Universidad de Medellín, las mediciones han sido positivas. “Las tres técnicas nos están dando resultados muy satisfactorios, en particular la del sistema de confinamiento con neumáticos que es la de mayor interés y está generando unas respuestas muy interesantes, muy acordes a la vía, que nos van a garantizar que la vía perdure y en su vida útil nos dé un buen funcionamiento”, expresó el docente de la UdeMedellín.
Y es que una de las cosas que más se tiene en cuenta en cuanto a vías es el tiempo útil. Una de las quejas más frecuentes de los usuarios tiene que ver con las vías que, pese a que fueron repavimentadas, a los pocos meses ya muestran huecos o hundimientos que representan un peligro para los conductores. Esto depende del nivel de carga al que se someta la vía, por supuesto, y por eso las pruebas son tan importantes.
En otras latitudes se han puesto en marcha proyectos para aprovechar residuos como el plástico dándoles un segundo uso. Uno de los males del siglo XXI, y que hoy por hoy tiene amenazado a nuestro planeta, tiene que ver con la producción desmedida de plásticos que, en el mejor de los casos, va a dar a un relleno sanitario, pero que en muchas otras ocasiones termina en parajes rurales como bosques o, incluso peor, en los ríos o los océanos.
Un país pionero en buscar soluciones sostenibles ha sido Países Bajos. Como su territorio está al nivel del mar, ha visto cómo el aumento de la marea lo ha venido cercando y reduciendo. Eso obliga a que las carreteras tengan que ampliarse y modificarse cada 20 años, por ejemplo. De esa necesidad surgió la idea de construir carreteras con materiales reciclables que, además de darle un segundo uso al plástico, se acomodan mejor a las características del suelo.
Este modelo, que ha sido exitoso, se está intentando replicar en otras partes del mundo. La idea es loable, por supuesto, pero habrá que esperar los resultados para saber sin efecto hacia allá camina el futuro de las carreteras.