Jonathan Heredia es un influencer con más de 50.000 seguidores en las redes, donde difunde la palabra de Dios y ha sido controversial, al afirmar que gracias a su fe ya no es gay. El comunicador habla por primera vez con un periodista de Exclusivo Colombia. También conversamos con otras voces para conocer su opinión.
Jonathan Heredia es un influencer, pero es de lo más singular en sus redes, donde da mensajes de convivencia, reflexión y habla de Dios. Su fe y su carisma, le han multiplicado sus seguidores y también han desatado controversia, que dice, enfrenta con amor y comprensión. Habla públicamente de su experiencia y conversión, que dice, lo llevó a dejar la homosexualidad y a reconocer un episodio de abuso sexual que ocurrió en una iglesia. El comunicador habla por primera vez con Exclusivo Colombia. También buscamos otras voces para conocer su opinión.
A las continuas preguntas que le hacen en las redes sociales sobre su tendencia sexual, Jonathan, un venezolano que se arraigó en el oriente antioqueño hace 7 años, contesta con citas bíblicas, en la mayoría recurriendo a parábolas donde se habla de fe. La controversia, sin embargo, en pleno siglo 21, donde la comunidad LGBTIQ+ lucha por reconocimiento, valor social y derechos igualitarios, se gesta en el debate con la pregunta ¿es posible dejar de tener una condición personal como el homosexualismo?
“Desde muy pequeño viví una experiencia muy difícil y dolorosa que me marco el corazón, lastimosamente sufría abuso sexual, tenía tan solo 8 años cuando viví esa experiencia y lo más más trágico es que fue dentro de la iglesia, por consiguiente bueno, en el caminar de mi vida llegué a pensar que yo era homosexual y que yo quería tener esa vida y me llegué a identificar como un homosexual, de hecho quería ser un cristiano gay, un cristiano homosexual, quería mezclar los dos mundos, las dos conceptos en mi vida porque yo pensaba que eso estaba bien, ya que Dios me amaba y no me juzgaba, pero a su vez sentía que nada lo que hacía era correcto”, dice el influencer.
Su testimonio se da en momentos en los que muchos países, entre ellos Colombia, debate la prohibición de las llamadas “terapias de choque”, practicadas de manera clandestina por sectas religiosas y que incluyen choques eléctricos, presión psicológica y maltrato físico, entre otras prácticas rechazadas por los defensores de Derechos LGBTIQ+ y con una línea difusa entre lo legal y lo ilegal. Este, sin embargo, no es el caso de Jonathan, quien advierte que su conversión se dio en el marco de la iluminación de Dios y por una convicción personal.
“Hoy ya no me considero una persona homosexual, es más creo que nunca lo fui, cierto a pesar de que tuve una pareja, una relación sentimental con alguien, pero había como una sed en mi corazón, por más de que yo estaba con esta persona decía me hacía falta algo, esto no era para mí, este no es mi destino, llegó Dios en un momento difícil, todos recordamos como imprimimos las fotos antes, en un cuarto oscuro había un rollo, había una luz, bueno yo viví muchos cuartos oscuros, uno de mi vida donde Dios tuvo que revelar su corazón de una forma especial y este es tu caso pues déjame decirte que todos necesitamos de Cristo, todos necesitamos experimentar este amor, para mí ha sido un reto hablar de mi testimonio en redes sociales y esto se lo cuento a ustedes aquí en Exclusivo Colombia, ha sido un reto, muchos comentarios pero siempre con mucho amor y a veces soy un poco desafiante el responder, porque creo que podemos ser un no tomarnos las cosas tan a pecho y también a respetar las visiones y las decisiones de otros, hay algo que Dios me hizo ver un día y es quiero que se haga un puente entre la comunidad LGTB y yo, porque Dios nos ama a todos por igual”, explica Jonathan.
De su experiencia puntual no habla mucho. De su episodio de abuso tampoco, pero advierte que es el hecho que marcó su vida. Desde que emigró de Venezuela a Colombia, hace 7 años, se encuentra en el oriente antioqueño y decidió que su vocación era hablar, comunicar a través de todos los medios su fe y su vida como ejemplo. No en vano sus redes crecen todos los días y con más de 50.000 seguidores, su público, advierte, es tan diverso, como la comunidad LGBTIQ+ a la que perteneció.
¿Pero, qué dicen los especialistas del tema?
Para la psicóloga Claudia Montoya, cambiar de orientación sexual no es un hecho fortuito, ni se da de la noche a la mañana.
“Mirándolo desde mi punto de vista y teniendo en cuenta que mi enfoque es completamente humanista diría que la orientación sexual de las personas forma parte fundamental de la identidad de cada una de ellas. Esta orientación suele ser bastante estable a lo largo del tiempo. Probablemente puede pasar que alguien experimente cambios en sus sentimientos, en sus atracciones a lo largo del tiempo o a lo largo de la vida.
Sin embargo, pues no es común que una persona simplemente hoy se levante y diga hoy voy a dejar de ser homo sexual. Cambiar la orientación sexual en sí mismo no es algo que se pueda forzar o decir de manera tan consciente. Entonces no es simplemente yo hoy soy homosexual y mañana ya no soy homosexual. No es posible”.
Hay numerosos casos estudiados sobre la condición sexual y la mayoría coinciden en la ineficacia de las terapias, e incluso de que ese cambio desde lo mental y personal se lleve con éxito. Los esfuerzos para cambiar la orientación sexual se consideran perjudiciales y no éticos por parte de numerosas organizaciones médicas, psicológicas y de derechos humanos.
Jaques León, líder, activista y defensor de Derechos de la población LGBTIQ+ afirma que las condiciones sexuales de las personas, son propias, no son solo una conducta pasajera.
“Desde mi punto de vista como activista defensor de derechos humanos de la población LGBTIQ+, respetando las creencias religiosas de cada persona, de cada ser humano como miembro o integrante de la población, creo que estos diálogos, estas conversaciones desde lo cristiano, desde lo católico, quien ha sido la iglesia, un gran represor de esta población, no podemos seguir alimentando esa violencia que se ha venido impartiendo desde hace muchos años desde el ente religioso, respetando las creencias religiosas de cada ser humano, de cada persona, pero no teniendo en cuenta ni compartiendo las terapias de conversión, todos los discursos de odio que ha fomentado la iglesia frente al homosexualismo, no comparto, ni en ningún momento voy a estar de acuerdo con las terapias de conversión, ni las creencias religiosas, ni los cultos, ni la iglesia católica desde donde se nos ha reprimido tanto, reprochado, rechazado y el cual ha sido un generador de violencia, de crímenes de odio, de homofobia y persecución hacia nosotros como líderes activistas”, dice Jaques.
En la Web se pueden encontrar decenas de instructivos para “dejar de ser gay”, no obstante, esto se da por la búsqueda que hacen muchas personas, a las que le inquieta su orientación sexual. Jonathan, advierte en su testimonio que su debate no es para cambiar a las personas abruptamente, dice con seguridad, que su testimonio es una muestra de lo que hicieron varios años de asistir a la iglesia, de cuestionarse y de tomar una decisión de la que dice “me hace feliz y sé que estoy haciendo lo correcto”.
Hernando Muñoz Líder y académico, experto en temas LGBTIQ+ habla del tema con propiedad.
Pues es muy respetable el testimonio de Jonathan. Él está en todo su derecho de creer en lo que está creyendo, que es Dios, que es en Cristo, que llegue a su corazón. Es un gran asunto por lo cual yo pasé hace muchísimos años, lo que él llama tener a Cristo en el corazón, yo lo hice el 4 de mayo de 1976, cuando era muy jovencito, y bueno, y supe que era vivir eso y tratar de buscar lo que él llama el regalo y demás, volvo y digo es respetable, pero yo espero verlo en unos años y ver su vivencia, y si es honesto realmente que pueda entender que uno no cambia eso, que es uno, ese ser que es uno, uno no lo puede cambiar, y por otro lado creo que entiendo que él dice pues que no es la religión, ni es Dios, pero todo el tiempo habla de Dios, de la religión, de tener a Cristo, de pecados y es esa culpa que está ahí y que se está dando y que no es el ayuno y la oración y que no es claro, es que es a través de eso que se intenta que se cambie, porque como los cristianos hablan, aman al pecador, pero no a su pecado y ser homosexual es pecado, entonces yo no entiendo si él dice que porque se tiene que preguntar esas cosas y verla como si fuera un pecado si realmente no lo es, pero vuelvo y digo es respetable, yo si quisiera que la gente que le sigue y que mira esta situación como una opción, tenga mucho cuidado y tenga mucho acompañamiento, porque ni es tan fácil, ni es tan aconsejable hacerlo y yo creo que la felicidad está en ser uno, respetando a los demás, pero poder ser lo que uno es, perdónenme la redundancia, y en ese sentido ese ser es ser un hombre homosexual o una mujer lesbiana, bueno, como usted es, y no tener culpa y hacerlo, y vivirlo con alegría, con respeto, con una mirada de cuidado integral, y creo que es eso, creo que en este asunto, como lo expone. Hay represiones, de muchas formas estamos reprimiendo una cosa que sentimos, yo sé de qué habla él, pero también sé de lo dañino que puede ser”, dice el académico.
El debate es más profundo de lo que se ve a simple vista, no obstante, en la libertad de pensar y hacer, los expertos aconsejan y defienden la individualidad. Por el momento Jonathan sigue cultivando gran cantidad de seguidores, que no solo le creen, sino que sienten curiosidad por conocer su historia y su mensaje, más allá de la creencia religiosa, ser influencer es su propia responsabilidad y así lo acepta en cada video que hace.