Entre muchas decisiones polémicas, los cercamientos “estratégicos” de la Plaza Botero y el Parque Lleras, desataron la controversia en la ciudad. ¿Hubo incapacidad de las autoridades para controlar los fenómenos delincuenciales en estas zonas?
En el año 2021 la circulación de varios videos en los que, bandas de hasta ocho delincuentes, abordaban a sus víctimas en la Plaza Botero, despertó la indignación de la ciudad, que a través de redes sociales y públicamente, exigía acciones efectivas para controlar la delincuencia en esta zona de Medellín, una zona de un enorme contraste, donde convive uno de los epicentros culturales más importantes del país , en el que se exhiben 12 monumentales esculturas del maestro Fernando Botero; y apenas a un par de cuadras, uno de los sectores más deprimidos, también del país, donde se concentran más de 800 habitantes en condición de calle, en un tenebroso pasaje que se conoce como “El Bronx”.
La preocupación por parte de la Policía Metropolitana y la Alcaldía de Medellín, llevó a hacer varias reuniones y el tema escaló hasta el Consejo de Seguridad. Una intervención era inminente, se intentaron planes de choque, e incluso se aceleró la creación de las llamadas “Zonas Seguras”, iniciativa en la que fue incluida la zona de la Plaza Botero y el corredor hasta el Parque Berrío, entre los dos, representando el corazón del centro de Medellín, pero también, según las cifras, donde más delitos de hurto se cometían.
La reacción de las autoridades dio con la captura de uno de los responsables de más de 50 casos de hurto, entre ellos, varios de los que coloquialmente describían como “ataque en manada”. Fue presentado en agosto de 2021, como alias “Crispeto”, un delincuente curtido en el Centro, con seis antecedentes por el mismo delito. Según autoridades, de nuevo estaría libre.
La situación, sin embargo, no mejoró. Solo en 2022, según estadística de la Policía Metropolitana, solo en la Plaza Botero, se registraron más de 100 casos de hurto a personas, 32 de celulares, asaltaron a siete locales comerciales, se documentaron 3 homicidios, se presentaron cinco casos de lesiones personales, decenas de riñas y hasta dos casos de delitos sexuales.
Ante el desborde de la situación, la aparente incapacidad de controlar a los delincuentes y con una avalancha de turistas llegando a la ciudad, en enero pasado se tomó una decisión radical. En uno de los acostumbrados Consejos de Gobierno, el entonces alcalde Daniel Quintero, decidió declarar el “Abrazo a Botero”, que comenzó en firme el 1 de febrero hasta este 31 de diciembre.
La estrategia: vallas nuevas y control al ingreso
“Mire, yo llevo casi 20 años trabajando en esta Plaza. Aquí he visto turistas de todas partes del mundo, hasta un jeque árabe me tocó atender una vez y preguntaba que por qué dejaban que se mostraran esas esculturas junto a las prostitutas, que si pudiera las compraba para llevárselas y ponerlas en un museo en su país. Es que nadie entiende como esta Plaza la han descuidado tantos años. Con ese “cierre”, solo controlaron la entrada, pero alrededor, esto es el propio Cartucho”, dice un comerciante de un restaurante de la Plaza Botero, que pidió no dejar en evidencia su nombre, dice, por temor a que los colegas se molesten.
Exclusivo Colombia tuvo acceso al informe de la Secretaría de Seguridad y Convivencia de Medellín, en el que se hace el balance de la intervención en Botero, intervención que se anunció por parte del nuevo alcalde, Federico Gutiérrez, cambiará de estrategia, levantando las vallas que hasta este 31 de diciembre aún permanecían enmarcando el perímetro y en la misma zona donde se realiza el acto de posesión el 1 de enero de 2024.
La Alcaldía de Medellín defiende el éxito de la intervención en la Plaza Botero. Las cifras parecen favorables, pero la controversia siempre acompañó la medida. Aunque las cifras son contundentes en resultados, para muchos habitantes de la zona, el problema se trasladó a otros puntos de la comuna 10 de La Candelaria. Al menos 12 bandas o grupos delincuenciales fueron identificados en esta zona en los últimos cuatro años.
“Tenemos que decirle a toda la comunidad que vamos a cerrar el año con unos resultados positivos. Hablamos de un 97% de la reducción al hurto de personas, un 91% de la reducción al hurto de celulares, un 100% frente al tema de homicidios, porque este sector específicamente de la Plaza Botero, presentaba un promedio anual de tres a cinco homicidios. En lo que llevamos del proceso de la intervención, no se ha presentado ningún caso de homicidio desde la jurisdicción del plan de intervención, que tiene que ver con la Plaza Botero”, dice el Subsecretario Operativo de la Secretaría de Seguridad, CR. Omar Rodríguez Aranda.
El informe conocido por Exclusivo Colombia, además de la reducción de hurtos y homicidios, referencia un resultado en especial: “En la Plaza Botero se han registrado cuatro delitos durante el periodo de intervención frente a 126 del año anterior por lo tanto hay una reducción del 97% (122 delitos menos)”, esta estadística medida entre el 1 de febrero y el 14 de diciembre pasado, fecha del último corte de 2023.
Con la intervención se han producido 132 capturas y se impusieron 1.780 comparendos, pero aún, con las entradas vigiladas, con las vallas, se incautaron en controles alrededor de la Plaza, 1.202 armas blancas, 1.1 kilos de drogas ilegales y se tuvieron que atender a 209 habitantes en situación de calle, la mayoría por estar causando alguna alteración del orden público o por casos de drogas.
“Al comienzo, inclusive, a través de los medios de comunicación, no escuchaba que era un encerramiento total y lo primero que hay que declarar es que no hubo un encerramiento total. Teníamos que intervenir, se intervino, poco a poco la comunidad fue entendiendo esta intervención, poco a poco se fueron adaptando y al ver los buenos resultados y los beneficios, pues, hombre, ahí toda la comunidad también está satisfecha con estos buenos resultados en la Plaza Botero”, complementa el Subsecretario.
¿Se desplazó el problema?
Solo en 2023, las autoridades tuvieron que hacer más de 60 intervenciones en la zona conocida como “El Bronx”, unas tres cuadras entre De Greiff y Cúcuta con La Paz, calles neurálgicas del centro de Medellín, atestadas de habitantes en condición de calle, que a diario comparten un especio saturado por el consumo de drogas, la proliferación de cambuches (solo allí se levantaron más de 500 este año) y el riesgo de seguridad que esto implica.
Este hecho sirve de referencia para demostrar si es cierta la percepción de que el problema de la Plaza Botero se desplazó. El Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia agrupa las cifras de criminalidad para la comuna 10 de La Candelaria y las cifras son alarmantes.
Solo en esta comuna se presentaron 76 casos de homicidio en 2023, lo que equivale a una cuarta parte del total de homicidios que se cometieron en todo Medellín en el mismo periodo. Más grave aún, es que, de ese total, 41 de las víctimas fueron habitantes en condición de calle, el 90% de ellos, precisamente en el centro de la ciudad.
A la Plaza Botero la rodean los barrios Estación Villa y La Candelaria. En ambos los homicidios se incrementaron un 20% y un 12% respectivamente. En el caso de los hurtos, se presentó una situación similar. Solo en el barrio La Candelaria, según el SISC, se documentaron 3.765 casos de hurto, un aumento del 18.5%, y en Estación Villa, se produjeron 616 casos, un aumento del 7.5%.
Sea cual sea la estrategia de la nueva administración entorno al centro de la ciudad, tendrá dos factores de atención urgente: el hurto y los habitantes en condición de calle. Las cifras muestran que el problema es más profundo.
De otro lado, el llamado abrazo del “Parque Lleras”, es otra herencia que a Federico Gutiérrez debe enfrentar.
Según el informe de la intervención en El Poblado, incluido un toque de queda para menores y que inició el 2 de mayo pasado, en la zona se ha reducido el hurto en un 97% y en el perímetro que hoy está con vallas y controles, no se presentaron homicidios. Textualmente advierte el informe: “En el parque Lleras se han registrado 8 delitos durante el periodo de intervención frente a 155 del año anterior (desde el 02 de mayo hasta el 14 de diciembre año 2022) por lo tanto hay una reducción del 95% (147 delitos menos)”.
Las decisiones frente a la mayor y más importante zona rosa de Medellín no se han tomado para 2024, sin embargo, lo cierto es que, en esta parte, las condiciones son diferentes y la complejidad de la afluencia de miles de turistas tienen que ver con el flujo de venta de drogas y la explotación sexual, entre otras.
Dice el informe oficial: “Desde el 02 de mayo de 2023 en el entorno Parque Lleras se han ejecutado 27.835 acciones de tipo operativo y preventivo, sobre problemáticas sociales y de seguridad como: mendicidad, prostitución, tráfico de estupefacientes, hurtos, lesiones personales, vulneración de derechos de NNAJ e invasión del espacio público, entre otras”.