El 12 de septiembre, Liliana Morales Pistacho, de 47 años, vivió una tragedia que consumió todo lo que poseía. Un incendio arrasó con su vivienda, dejándola sin cama, ropa y electrodomésticos. A pesar de la destrucción, Liliana sigue enfrentando la realidad de pagar el arriendo de una casa inhabitable, mientras lucha por recuperar su vida y encontrar un nuevo lugar para vivir junto a su hija y su perro.
El jueves 12 de septiembre, Liliana Morales Pistacho, de 47 años, hacía los oficios diarios de la casa. Era la una de la tarde cuando escuchó varios gritos en la calle: “una señora estaba gritando histéricamente que algo se estaba incendiando entonces me dio por ir a revisar mi habitación donde yo tenía todo y sí, era yo, era a mí a quien se le estaban quemando las cosas”.
Liliana relata que el incendio consumió todas sus pertenencias. “me quedé sin cama, ropa, nevera, televisor. No hubo nada que se pudiera salvar”. La tragedia dejó su hogar completamente destruido. Nada quedó intacto entre las llamas.
“Yo estaba en la casa cuando el incendio ocurrió y me doy cuenta porque escuché gritos en la calle de que salía humo de la habitación. Yo estaba afuera lavando la ropa y cuando entré, el colchón estaba en llamas y ya fue imposible detener el fuego. Cuando llegaron los bomberos ya estaba todo consumido. Cogió mucha ventaja se quemó absolutamente todo, todo lo que yo tenía en la vivienda”, agregó la mujer.
De acuerdo con Liliana, al parecer, el desastre ocurrió por un corto de energía. Según ella, “se me bajaba mucho la luz allá, se le comentó el problema de la luz a la agencia, pero sólo se hizo revisar el lugar por las empresas públicas”.
Sumado a la tragedia, donde pagaba arriendo, fue solicitada por la agencia “ellos fueron a mirar ese mismo día lo que había ocurrido y un muchacho me dijo que tenía que recoger y levantar todos los escombros y organizar la vivienda porque la pusieron en proceso de venta. Ahora perdí las cositas, sin dinero para volver a empezar a conseguir todo y sin esa vivienda porque también nos la pidieron”.
Liliana, junto con su hija de 17 años y su perro, no pueden vivir en la casa que alquilaba, porque el techo fue consumido por las llamas. A pesar de que no pueden habitarla debido a los daños estructurales, Liliana continúa pagando el arriendo mientras busca soluciones para su situación “no podemos vivir en esa casa porque quedó sin techo y cuando llueve, en la parte de abajo se comienza a entrar el agua y no se puede habitar en ella entonces estoy de arrimada donde mi otra hija, la mayor. Estamos buscando donde vivir”.
Con la ayuda de su hija mayor, Liliana ha comenzado a recoger los escombros que dejó el incendio en su vivienda. Juntas, tratan de poner todo en orden para poder entregar la casa a la agencia y así aliviar el costo mensual de una vivienda que no pueden habitar. A pesar de la difícil situación, Liliana espera recuperarse pronto de esta lamentable tragedia.
Liliana, le dijo a este portal que quienes deseen apoyarlos, pueden hacerlo a la cuenta de Nequi N° 3017349347 (Liset Yuliana Castaño).