
Desde que tenía ocho años, Maicol Pérez vendía panela en la Plaza Minorista de Medellín, sin imaginar que años después regresaría, pero no como comerciante, sino como Odontólogo. Hoy, en el mismo lugar donde creció entre puestos de mercado, es dueño de su propio consultorio, demostrando que los sueños pueden cumplirse sin olvidar las raíces.
Todo empezó cuando Maicol Pérez tenía apenas ocho años. En ese entonces, la vida no le ofrecía grandes lujos, pero sí le daba una lección invaluable: el trabajo.
Con su abuelo y su padre, Maicol empezó a forjar lo que serían sus primeros pasos en el mundo del emprendimiento. “Todo empieza desde los ocho años. Empiezo vendiendo panela con mi abuelo. Mi padre es el que me lleva, pues allá, a la minorista, a trabajar con él, ya que desde pequeño teníamos un negocitofamiliar, que era vender panela y yo les ayudaba a ellos”.
La Plaza Minorista de Medellín, un lugar histórico y representativo de la ciudad, fue testigo de sus primeros esfuerzos laborales. Su función, en un principio, era simple: “Mi abuelo me enseñó a organizar la panela. Mi labor era organizarla para que se viera bonita para que los clientes la compraran”, comentó Maicol.
Con el tiempo, su padre se independizó y comenzó un nuevo negocio. Maicol, entonces, comenzó a tomar más responsabilidades. “Ya me tocaba a mí sacar a las personas que le compraban a mi papá, a la calle con los carritos. Esa era mi labor, sacar las personas que le compraban en el negocio de mi papá y yo les ayudaba con un carrito afuera”, explicó.
El colegio fue un reto, no solo por los estudios, sino también por las jornadas laborales que llevaba a cabo en los fines de semana. “En el colegio, tenía que terminar mis estudios y, los fines de semana, me iba a trabajar con ellos. Mucha gente me conocía allá en la plaza Minorista. Y así empezó mi historia“, dijo Maicol, con la misma humildad que ha marcado toda su trayectoria.
Pero las oportunidades no tardaron en llegar. Gracias a su madre, quien trabajaba en Empresas Varias, Maicol obtuvo una beca para estudiar odontología en el CES. “Me presento a una beca de ser Pilo Paga, me la gané gracias a que mi madre trabaja en empresas varias de Medellín“, dijo con satisfacción.
Durante sus estudios, Maicol no abandonó sus raíces. “Comencé a estudiar odontología, fui becado, y seguí trabajando en la Minorista ayudándole a mi padre, en el negocio, y ayudando a la gente a sacar el mercadito”, comentó refiriéndose a su continuo apoyo al negocio familiar mientras se formaba como profesional.
Con dedicación, Maicol se graduó como odontólogo y dio su primer paso en el mundo profesional, trabajando en la Clínica de Las Vegas como odontólogo de urgencias. “Trabajé sábados, domingos, festivos, para poder recoger plata y hacer mi posgrado”.
Después de un año y medio de trabajo, Maicol reunió el dinero necesario para su posgrado. “Con ayuda de mi madre, empecé a estudiar el posgrado. Ya estaba pagado con los ahorros que había hecho trabajando como odontólogo, y con lo que mi madre me ayudó, pude sacar adelante el posgrado“.
En lugar de seguir el camino hacia otras partes de la ciudad o incluso fuera de Medellín, Maicol decidió regresar a su lugar de origen, a la Minorista, para abrir su propio consultorio odontológico.
“Decidí volver a la Minorista, donde me vieron crecer desde muy niño trabajando, vendiendo panela. Quise colocar el consultorio allí para ayudarle a las personas que me vieron crecer. Aportar ese granito de arena a la plaza Minorista, que es mi casa, porque desde niño fui criado allí”, agregó con orgullo.
El consultorio de Maicol no solo representa un sueño hecho realidad, sino también una forma de cambiar la percepción de un lugar que a menudo ha sido mal entendido. “La gente tiene la Minorista tachada, como un lugar donde roban, secuestran y matan. Yo quería mostrar otra cara, una cara amable. Aquí estoy para ayudar a las personas, para darle una sonrisa”, afirmó Maicol.
El consultorio de Maicol Pérez no solo es un centro de salud dental, sino un símbolo de perseverancia, amor por la familia y orgullo por su origen. Con un equipo de cinco odontólogos especialistas, Maicol demuestra que la calidad no tiene que estar reñida con la accesibilidad. “Nosotros somos cinco odontólogos y los cinco somos especialistas”, comentó.
La Minorista, que lo vio crecer y trabajar desde niño, ahora es el lugar donde Maicol le da a sus vecinos la oportunidad de una sonrisa más saludable y más segura.