El denominado “fleteo” es una modalidad de hurto, que en Medellín se convirtió en una práctica delincuencial hace unos 20 años y que durante este tiempo ha tenido un factor común: la banda delincuencial “La Viña” de Manrique.
Uno de los primeros anuncios en materia de seguridad del recién posesionado alcalde Federico Gutiérrez fue el ofrecimiento de una recompensa de hasta $20 millones por dos hombres, identificados con el alias de “Tacita” y de “Josua”, a los que describió como integrantes de la banda delincuencial de “La Viña”. Ambos quedaron grabados en video, en medio de un asalto a una pareja, incluso, sin importarles que llevaban un bebé en brazos.
El video circuló en redes logrando la indignación de la ciudadanía, que pidió y pide acciones contundentes contra el hurto en la ciudad. Para tener un contexto claro de lo que pasa en la capital paisa, hay que decir que según el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (SISC), solo el año pasado se presentaron más de 30.000 hurtos en la ciudad y un aumento de este delito del 11% en los últimos 4 años.
El segundo anuncio del alcalde fue la creación de la “Central contra – atracos”, una estrategia de la que se sabe aún poco. No obstante, Exclusivo Colombia conoció parte del proyecto, que tiene, entre otros, la inclusión de más de 200 uniformados de la Policía, con componentes de Inteligencia, investigación con Sijín, la Fiscalía Seccional, y tecnología del Sistema Integrado de Emergencias y Seguridad de Medellín.
¿Qué tiene que ver lo uno con lo otro? El factor común es el hurto y de fondo, las bandas delincuenciales dedicadas casi de lleno a este delito, que según advierten las autoridades en el marco del “Inventario Criminal 2023”, en la que participa la Secretaría de Seguridad y Convivencia de Medellín, son unas cuantas que ponen la mayoría de los casos identificados: “La Roja” de Caicedo, “Los Ototos”, de Castilla y el Doce de Octubre, y en la mitad del problema: “La Viña” de Manrique.
La universidad del “Fleteo”
Para explicar el fenómeno del hurto en la modalidad de “Fleteo”, los investigadores se remontan hasta 20 años atrás, cuando grupos de delincuentes comenzaron a unirse para ejecutar hurtos de alto valor, a víctimas incautas que retiraban altas sumas de dinero en las sedes bancarias de Laureles, La América, el Centro de Medellín o El Poblado.
La modalidad consiste en “marcar” a la víctima desde el interior de la sede bancaria, seguirlo en motocicleta y esperar el punto más favorable para asaltar, en el menor tiempo posible y de manera violenta, al portador del dinero. Para la época, reposa en los expedientes de la Sijín, a los que Exclusivo Colombia tuvo acceso, fueron identificadas 8 bandas dedicadas a este delito, de las cuales fue priorizada una conocida como “Los Ototos”, un grupo de delincuentes en las comunas 5 y 6 de Medellín, que fue sistemáticamente atacado por las autoridades, con capturas como las de alias “Viejo Calima”, que recibía su apodo por su motocicleta favorita y alias “Tosecita”, cada uno con múltiples antecedentes de hurto en esta modalidad.
Con el tiempo, con la cantidad de casos conocidos la modalidad se convirtió en una marca de la delincuencia en la ciudad y tomó relevancia la banda delincuencial de “La Viña”.
“Ahora “fleteo” es cualquier hurto que se comete desde una motocicleta. Para nosotros existe el atraco a mano armada, o el hurto agravado en esos casos. Pero la gente comenzó a llamarte “fleteros” a los delincuentes en moto y con eso se creó la marca. En Medellín es sin duda, la ciudad donde más delitos de este tipo se cometen”, advierte un investigador de la Policía Metropolitana, que por razones de seguridad no es identificado.
Por esa misma época y al otro lado de la ciudad donde se asentaron “Los Ototos”, se forjaba una banda delincuencial, considerada hoy, en 2024, como una de las más peligrosas organizaciones dedicadas al hurto, en modalidad de “Fleteo”, entre otros delitos como extorsión, hurto de automotores y homicidios. “La Viña”, en el corazón de Manrique, se convirtió en el sitio y refugio de una banda que las autoridades advierten, solo ha tenido tres cabecillas en su historia.
El primero fue Luis Henry Jaramillo Jiménez, alias “Paraco”, fundador de la estructura criminal, incluso cuando fue una especie de “hija” de la reconocida organización de “La Terraza”. Fue asesinado en un restaurante en Copacabana el 31 de marzo de 2019.
“Paraco” hizo parte de varios de los carteles de los más buscados, con los que el entonces y hoy, alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, persiguió a la delincuencia rampante de hace algunos años, de la mano del ofrecimiento de millonarias recompensas. Precisamente, el segundo cabecilla de “La Viña”, Alexander González, alias “Cerdo”, fue capturado el 16 de mayo de 2019, gracias a esa misma estrategia.
Desde entonces queda como remanente alias “La Teta”, un curtido delincuente que, según los expedientes judiciales de la Fiscalía Seccional de Medellín, tiene toda una estructura para ejecutar y “profesionalizar”, el “Fleteo” en la ciudad.
“Se dice que para entrar a “La Viña” hay que manejar moto hasta con los ojos cerrados. Entrenan en las lomas de Manrique y en Las Palmas y andan en motos de bajo cilindraje, la mayoría hurtadas. Son muchos “peladitos” que están dispuestos a todo”. Explica el investigador.
De acuerdo con los más recientes informes de Inteligencia, este grupo delincuencial tiene entre 25 y 30 integrantes, la mayoría identificados por seguimientos e Inteligencia, a los que se les atribuyen la mayoría de “Fleteos” en el Nororiente de la ciudad, en el Centro y en ciertos sectores de Laureles, incluyendo el más reciente caso que rodó por las redes sociales y cuyo video provocó la reacción de “Fico”, que en su segundo mandato, conserva, desde los primeros días, a “La Viña” entre sus objetivos de alto valor.
Crímenes sonados
En los expedientes judiciales esta banda está asociada a varios crímenes que han sacudido a Medellín. Tal vez, el más recordado, fue el incidente lamentable en el que el reconocido reguetonero e influencer Fabio Legarda, resultó muerto en un intercambio de disparos producto de un intento de “fleteo”, en el que los delincuentes fueron identificados por el entonces secretario de Seguridad y Convivencia Andrés Tobón, hoy concejal de Medellín, como integrantes de “La Viña”.
En el incidente falleció uno de los delincuentes identificado como Jorge Hernán Ardila, de 27 años, el otro, Juan Sebastián Duque, de 21 años, fue encarcelado. Ambos tenían anotaciones judiciales, eran reincidentes en el delito de hurto.
Otro delito en el que aparece el nombre del grupo delictivo, ocurrió también en 2016. La víctima fue el reconocido futbolista Víctor Ibarbo, al que le hurtaron objetos por valor superior a los $190 millones. Tres años después fue capturado uno de los principales sospechosos, un coordinador de la banda, conocido con el alias de “Lolo”. Al hombre le incautaron nada más y nada menos que un fusil, AM-15 Multical, calibre 5.56, un arma de asalto avaluada en más de $30 millones. También era reincidente, de hecho cuando lo capturaron llevaba brazalete del Inpec, que portaba tras ser capturado antes por los mismos delitos de hurto agravado.
Según los expedientes a los que tuvo acceso Exclusivo Colombia, el prontuario de la banda, además del hurto en todas las modalidades, incluyen la desaparición forzada, concierto para delinquir, hurto de motocicletas de alta gama, narcotráfico y se les investiga, además, por ser una de las bandas precursoras de la modalidad de “Fleteo”, en ciudades de Chile y en Perú.
Por el momento, los ojos están puestos en los alias “Tacita” y “Josua”, apenas conocidos en los carteles de los más buscados, pero ya desde el inicio de su administración, de nuevo, el alcalde Federico Gutiérrez, ha identificado el objetivo. En unas semanas y después de articular la estrategia con la Dirección Nacional de la Policía, se conocerán los detalles de la llamada “Central Anti-atracos”, la novedosa iniciativa que busca, de nuevo, acabar con el flagelo de “La Viña” y de las bandas dedicadas al delito con más crecimiento en los últimos años en Medellín: el “fleteo”.