El proyecto es desarrollado por particulares en la vereda Pantalio, de La Unión
Tal vez el nombre de Pantalio no diga mucho a los lectores de esta nota, pero, si les decimos Chapecoense, de inmediato recordarán el horrible accidente aéreo del 28 de noviembre de 2016 en el que murieron 71 personas. Pues bien, sepan los lectores de este artículo que en esa vereda están construyendo un glamping que seguro causará polémica cuando se anuncie: las habitaciones serán réplicas del avión que se estrelló en 2016.
Detrás del glamping está Jaime Carmona, el popular Gordo Lindo. Gordo Lindo es el dueño de la tierra en la que se encalló el avión de Chapecoense. Gordo Lindo no estaba el día dell accidente, pero uno de sus trabajadores, don Miguel, sintió el estruendo de una de las tragedias más grandes de la historia del deporte. Fueron 71 personas entre jugadores, directivos, periodistas y tripulantes los que murieron esa aciaga noche en la que no paró de llover.
En Medellín y en La Unión se hicieron decenas de homenajes a los fallecidos. El gobernador de Antioquia de la época, Luis Pérez, prometió construir un memorial en el sitio en el que cayó el avión. Desde el sector público se anunciaron grandiosas ideas sobre el memorial, pero todo quedó sobre el papel.
Como suele ocurrir con las promesas del sector público, todo se quedó en el papel y en palabras olvidadas. Pero la gente, que siempre es curiosa, empezó a hacer romería al lugar. Al comienzo llegaron un par de carros, pero con el tiempo se convirtió en un sitio de peregrinación.
Gordo Lindo, dueño de la tierra, vio una oportunidad de negocio que ha llevado al extremo. Hace tres años que montó un restaurante. Dice que empezó con dos mil pesos y que “Dios le dio el proyecto para atender al mundo entero”. El ecoparque de hoy tiene un rancho restaurante en el que se prepara a diario sancocho de gallina. Gordo Lindo dice, solo sabe él si es una hipérbole, que los domingos venden 1.500 almuerzos. Hay caballos para dar un paseo por las colinas, un sendero para caminar hasta el sitio en el que se estrelló el avión.
También hay una capilla, un mural con las fotografías de los muertos y unas cruces con los nombres de las víctimas del accidente. Pero el atractivo mayor, que Gordo Lindo muestra con orgullo, señalando ampliamente con el brazo, es un avión real que rememora al de la tragedia.
El avión está puesto sobre un plan y lo bordean unas cintas azules. No es una réplica del avión que chocó en 2016; se trata de un avión viejo, inservible ya, que Gordo Lindo y un socio compraron en Medellín. Para llevarlo hasta el lugar hubo que despiezarlo y llevarlo en varios camiones hasta la entrada a La Unión. Para llegar hasta el sitio del accidente —y del negocio de Gordo Lindo— hay que recorrer seis kilómetros desde la carretera principal
A Gordo Lindo lo han criticado y lo señalan de sacar provecho de una tragedia. Cuando se le menciona eso, retrocede sobre el taburete y responde: “De todo me han dicho. Pero yo no hago esto por lucrarme. Esto es un proyecto que Dios me puso y él me ha ayudado para que crezca. Fue Dios el que me puso esto acá, es de él”.
El glamping
Un periodista de Exclusivo Colombia estuvo en el Parque Chapecó y constató que, en efecto, están construyendo un glamping. Cuando el visitante llega puede ver que hay varios aviones, réplicas recién instaladas. ¿Qué son? Las habitaciones del glamping. El mismo Gordo Lindo comentó que es un proyecto que viene trabajando con un socio: “La idea es que la gente venga y, por ejemplo, se hospeden con la novia y ahí se metan al jacuzzi”.
Es probable que el glamping levante polémica cuando se anuncie públicamente. No hay que olvidar lo que pasó en diciembre de 2023, cuando la alcaldía de La Unión instaló un alumbrado navideño con una figura de un avión chocando. La imagen de inmediato causó el rechazo de muchas personas, que por redes sociales se quejaron de que la alcaldía estuviera espectacularizando la tragedia en la que murieron 71 personas.
Al preguntarle sobre las posibles críticas que pueda recibir el proyecto, Gordo Lindo argumentó que el negocio no tiene la intención de burlarse o aprovecharse de una una tragedia, sino de una oportunidad de negocio por aprovechar. Y es que no solo quiere que el cerro en el que se estrelló el avión sea un parque temático. Se lo imagina como un parque de diversiones al estilo gringo. Gordo Lindo piensa en grande su proyecto. Dice que con la ayuda de Dios lo convertirá en un Hollywood montañero. ¿Cómo es eso? No lo explica muy bien, pero lo imagina con juegos para los niños, luces, un hotel y cabañas.
Todavía no hay plazo de apertura del glamping. Gordo Lindo es más bien hermético sobre el proyecto, pero cualquiera que se dé una pasada por el lugar podrá ver sin dificultad las réplicas de los aviones, es decir las habitaciones en las que las parejas se divertirán y, en palabras del propio Gordo Lindo, “puedan aterrizar bien bacano”.
Y es cierto que muchos turistas vienen de otras latitudes a conocer el lugar de la tragedia. Un viernes en la tarde, por ejemplo, un turista noruego, rubio y luciendo una camiseta deportiva, llegó hasta el lugar y cabalgó por las colinas en uno de los caballos. Gordo Lindo, bromeando, le dijo que solo sabía dos palabras en inglés, pero que esperaba que se fuera feliz para su país.