Exclusivo Colombia habló con Rosalba Franco, una antioqueña que pagó más de 8 años de condena por un delito, que asegura, no cometió. Hoy, en libertad condicional, la mujer reveló que uno de sus hijos se intentó suicidar 3 veces, denunció que fue amenazada de muerte y exigió justicia.
“Fue un día muy duro, muy duro, de mucho llanto y de mucho dolor “. Así comenzó la entrevista con Rosalba Franco, una mujer oriunda de un humilde barrio del municipio de Envigado. Con su voz pausada, recordó como le cambió su vida el 27 de noviembre del año 2014, día que fue detenida “me capturaron por los delitos de concierto para delinquir, desplazamiento forzoso, contratación de menores y estupefacientes”.
Fue un momento de oscuridad para ella y su familia, dice. Agentes de la Sijín llegaron hasta su casa y la capturaron por presuntamente ser la jefe de una temida banda delincuencial del Tablazo, en el municipio de Itagüí. Algunos la llamaban por su nombre, otros por alias la mona, un calificativo criminal que, en medio de la angustia, la hizo pensar que se trataba de un error.
Pero ese supuesto “error”, agrega, le arrebató su libertad, parte de su matrimonio y la compañía en la adolescencia de sus dos hijos que hoy tienen 24 y 35 años.
Rosalba fue condenada y recluida en la cárcel El Pedregal de Medellín, donde purgó una condena de 8 años, dos meses y 7 días, un tiempo que nombra con exactitud y que para ella fue un infierno “la cárcel fue una humillación, todo fue duro como la alimentación, es perder la dignidad, sentirte vigilado las 24 horas del día, es una experiencia muy dura, muy amarga”.
¿Cómo nació el movimiento -Liberen a Rosalba-?
Rosalba trabajaba en la papelería de la Institución Educativa El Salado, en el municipio de Envigado. Su caso generó tanto impacto que su familia, amigos, vecinos, profesores e incluso directivos de la institución apoyaron un movimiento llamado “Lberen a Rosalba”. Inicialmente fue creado un portal web con el mismo nombre en Facebook para publicar pruebas de su inocencia, registros de prensa, saludos de ánimo, velatones, plantones, mensajes para exigir su libertad e incluso fue producido un cortometraje que cuenta su historia. Hoy el sitio web tiene cerca de 3 mil 500 seguidores.
El movimiento el respaldo, a través de links y código QR, con los hashtags #LiberenARosalba #NoMásPresosPorError
¿Cómo intentó defenderse?
Rosalba asegura que es inocente, que jamás estuvo vinculada a un grupo delincuencial e insiste que mucho menos era alias la mona o cometió los delitos por lo que fue condenada. Cuenta que durante la investigación hubo pruebas “falsas” en su contra, una de ellas fue el presunto vínculo sentimental con otro hombre que fue recluido también en una cárcel, quien luego desmintió tal señalamiento.
La mujer ha cuestionado en varios medios de comunicación a altos funcionarios de la Fiscalía por las presuntas irregularidades en su caso en el que llevó como testigos a profesores y directivos del colegio en el que trabajo, vecinos, amigos y familiares. Dice que la principal prueba fue su palabra, la versión de los más cercanos y la página web a la que se unieron miles de personas que la respaldaron “allí pueden ver todos los testimonios de quien es Rosalba. Se demostró contratos con el municipio, que soy casada, testimonios del alcalde, de los concejales, de los líderes del barrio, de mucha gente y no hubo Dios posible que hicieran caso a estas pruebas”. Agregó que “uno de los muchachos que perteneció a esa banda conoció mi caso y dijo que estaba dispuesto a ser testigo y demostrar que yo no soy esa mujer”.
Pero los esfuerzos que Rosalba hizo para demostrar que no merecía estar entre las rejas fueron en vano. Estuvo en la cárcel 8 años, 2 meses y 7 días. Para la justicia, fue una peligrosa delincuente, pero ella insiste que es una mujer que se ha ganado la vida trabajando y calificó su historia como un “falso positivo”.
Una condena que, según ella, la alejó de su familia “mi hijo mayor intentó suicidarse tres veces, él decía que por qué lo salvaban, que no quería vivir porque su madre era una mujer trabajadora, honesta y buena, que los había levantado con buenas bases; mi hijo menor tuvo que parar sus estudios y se fue para otro país; mi esposo se enfermó y mi mamá quedó muy deteriorada”.
Rosalba quedó la libertad condicional el 21 de enero de 2023. Afuera de la cárcel fue recibida por los suyos y aunque ya está en su casa, todavía sigue prisionera de señalamientos y reveló que fue amenazada “tengo mucho miedo que me puedan hacer algo porque en la cárcel fui amenazada, alguien me dijo que cuando yo saliera me estaban esperando para matarme”. Y agregó que muchas puertas fueron cerradas “si voy a expedir un crédito o abrir una cuenta no lo puedo hacer porque tengo una restricción”.
La mujer le hizo un fuerte llamado a la Fiscalía General de la Nación para que revisen de nuevo su caso y le devuelvan su honra, la que dice, perdió por más de 8 años. Al concluir, pidió justicia, reparación y, sobre todo, garantías de seguridad y empleo para recuperar el tiempo perdido junto a sus hijos y el resto de su familia.