“El tío de Juan Fernando Quintero, al parecer llevaba abusando de la menor desde sus 4-5 años” dijo el abogado de la niña. El caso fue descubierto cuando un familiar lo sorprendió en el acto y entregó su celular a las autoridades, donde se encontraron imágenes explícitas de los vejámenes. El señalado, quien era vecino y considerado “tío” por la víctima, podría enfrentar hasta 30 años de prisión tras ser imputado por abuso continuado.
Los hechos ocurrieron el 25 de diciembre de 2023, en la comuna 13 de Medellín. Según el relato de la defensa de la víctima, la niña se encontraba fuera de la casa del tío de Juan Fernando Quintero, quien era su vecino.
El hombre la habría invitado a su casa para que recogiera un sancocho. Cuando la menor entró por la comida, se acostó en una cama, él le dio un celular y ella, aparentemente, se quedó dormida.
En ese momento, el agresor habría cometido los abusos: la tocó y le tomó fotografías. Justo en ese instante, un familiar del hombre llegó, se percató de lo que estaba ocurriendo, tomó a la niña, la sacó del lugar e informó a las autoridades y a la familia.
“El agresor, al verse descubierto, huyó de inmediato para evitar ser linchado por la comunidad y capturado por la policía, Mientras que la niña fue trasladada a un centro médico donde se activaron todos los protocolos de atención, y se confirmó que había sido abusada”, dijo el abogado defensor de la menor, Andrés Arteaga.
Mientras el agresor huía, se le cayó el celular. Su propio familiar lo encontró y lo entregó a las autoridades para que lo examinaran. Según las autoridades, en el dispositivo se encontraron varias fotografías explícitas de la niña desnuda, con evidencia de los abusos que él registró en imágenes.
De acuerdo con el jurista, este hombre era muy cercano, la niña lo veía como un tío y lo reconocía como tal. Eran vecinos y tenían una relación bastante estrecha.
Por esa razón, “la fiscalía imputó varios cargos, ya que estos actos contra la menor se habían repetido en otras ocasiones. La niña nunca había contado lo sucedido. Sin embargo, después de estos hechos, comenzó a relatar lo que había vivido. Se estima que los abusos comenzaron hace aproximadamente tres o cuatro años, cuando nació una nieta o sobrina de la misma familia”, dijo el abogado.
Según Medicina Legal, el dictamen arrojó evidencias de los abusos sufridos contra la menor que el agresor fotografiaba y guardaba en su celular.
“Como cualquier ciudadano en un proceso penal, el acusado decidió no aceptar los cargos. Por tratarse de un delito contra una menor de 14 años, no tiene derecho a ninguna rebaja de pena, por lo que podría enfrentar una condena de entre 16 y 30 años de prisión”, aseguró Arteaga.