Un paisa lidera una campaña mundial que permita el paso fronterizo de un palestino, atrapado en la guerra en medio del hambre y la miseria.
En la franja de Gaza hay miles de historias invisibles ante el mundo. No basta con las que a diario se ven en los medios de comunicación internacionales porque muchos relatos se viven en silencio y temor. La guerra ha dejado centenares de personas asesinadas, niños huérfanos que incluso sufrieron amputaciones por los sanguinarios ataques entre ejércitos y grupos terroristas.
Una de esas historias, marcadas por el dolor y la resiliencia llegó hasta el corazón de Pablo Castellanos Ramelli, un paisa que hoy encabeza una iniciativa para ayudar a Waseem Moshtaha, un biotecnólogo palestino que se encuentra atrapado en la guerra e intenta sobrevivir entre la miseria, el hambre, la desolación y el miedo.
Pablo y Waseem se conocieron en octubre del año pasado en la Cumbre de las Naciones Unidas para Soluciones Jóvenes del Cambio Climático, donde cerca de 100 jóvenes fueron premiados por las soluciones innovadores, pero el palestino, dice, no pudo asistir presencialmente porque para ese momento la guerra regresaba y su viaje (el primero que hacía fuera del país), fue aplazado “abruptamente”.
Pablo narró que el biotecnólogo quien se graduó con honores “los primeros meses sobrevivió a muchos bombardeos y asaltos. En varias ocasiones me advirtió que no sabría si en cualquier momento podría morir, su casa quedó en ruinas y debió desplazarse varias veces con su familia escapando de los combates. “.
Ambos quedaron en contracto en WhatsApp y a través de ese canal de comunicación creció un vinculo de amistad en el que Waseem cada que podía le narraba la crítica situación que él y su familia empezaron a vivir, como el hambre “desde inicios de marzo, me confesó que él y su familia comparten una única comida al día, recogen las hierbas en el suelo para comer y que su madre lleva más de un mes racionando insulina para la diabetes”.
El palestino, a quien le destruyeron su casa con un bombardeo reveló que también tiene quebrantos de salud que pueden tratarse con una buena alimentación o suplementos alimenticios, algo tan sencillo de escribir pero que hoy es tan difícil e imposible de conseguir en esta zona. Es como intentar conseguir agua en medio de un desierto.
Desde Medellín Pablo relató que Waseem y su familia tomaron la decisión de desplazarse hacia Egipto, a través del cruce de Rafah, para sobrevivir e implorar por ayuda médica, pero para que ese paso sea efectivo él y su familia deben pagar una millonaria suma de dinero /7 mil dólares cada uno).
La historia, impulsada por el propio biotecnólogo y replicada desde Medellín le ha dado la vuelta al mundo y en tiempo récord ha contado con la solidaridad de decenas de personas.
Pero el apoyo aún es necesario para cumplir la meta y por ello Waseem habilitó un canal de donaciones en el siguiente link
https://www.gofundme.com/f/gaza-help-me-and-my-family-to-live-in-peace
¿Cómo donar?
Pablo, un paisa conmovido con la historia sigue adelante tocando puertas y replicando el mensaje, mientras que Waseem continúa luchando para demostrar que se puede resurgir, en medio de una guerra que no eligió vivir.